C arlos Rivera, que actúa esta noche en la Plaza de Toros dentro de ‘Murcia ON’ es de los que cree que los sueños pueden hacerse realidad. Por eso contactó a sus máximos ídolos para ver si querían cantar con él. El rotundo «sí» se convirtió en el disco Leyendas, que hizo, explica, con «lágrimas de alegría y de dolor».

Las lágrimas fueron de emoción, agradecimiento y tristeza. Cuando el pequeño Carlos oía las canciones favoritas de su madre mientras recorrían las calles de su ciudad, Huamantla, situada a 165 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México soñaba con cantar con los grandes.

La lista incluía a Armando Manzanero, Juan Gabriel, José José, Camilo Sesto, Raphael, Rocío Durcal, José Luis Rodríguez ‘El Puma’, José Luis Perales, Rocío Durcal y Roberto Carlos. Más tarde descubrió a Franco de Vita, Gloria Estefan, Mercedes Sosa, Luis Alberto Aute y Omara Portuondo.

Con todos ellos hizo duetos y en el caso de los que ya habían fallecido, como Luis Eduardo Aute, Juan Gabriel, Rocío Durcal y José José, entre otros, habló con sus herederos para poner unir también su voz a la de estos cantantes en Leyendas, disco que publicó a finales de mayo.

«Le di ese nombre porque eso es lo que son, las grandes leyendas de la música en español y están en la lista de mis artistas favoritos», explica.

Las canciones son lo más importantes para él. Por eso, cuando le tocó la puerta al maestro español José Luis Perales escogió Un velero llamado libertad. Con Manzanero cantó Todavía y con Gloria Estefan, Puedes llegar.

«Todas esas canciones tienen mucho significado para mí. Por ejemplo, cuando me reuní con Gloria me puso a mi disposición todas las de su repertorio, ¡Todavía no lo puedo creer!, pero escogí Puedes llegar porque fue la que me dio fuerzas para seguir en la música después de muchos rechazos. Si no fuera por ese tema yo no estaría aquí», asegura.

Con emoción, recuerda su viaje a Madrid hace unos meses para grabar Estar enamorado con Raphael, Tú de qué vas con De Vita, el tema con Perales y reunirse con Shaila Durcal, quien celebró que incluyera a Amor eterno, una de las canciones más populares de su madre, Rocío Durcal.

Y le encantaría contar con algunos de ellos para compartir el escenario en la primera parte de su gira, que recala en Murcia y le está llevando por toda España.

Un sueño hecho realidad

Rivera consiguió que los artistas que aún estaban con vida volvieran a grabar las canciones con él, todo un «sueño hecho realidad», pues adora las baladas pop de cualquier corriente y más de una vez, «muchas, más bien», se imaginó cantando al lado de estos artistas.

«Eso es lo que está en mi historia. Es la música que se oía en mi casa, con la que crecí y la que escucho hoy en día», asegura. Por eso quiso «rendir homenaje y agradecer a todos esos gigantes» que le antecedieron.

Uno especial es Franco de Vita, a quien considera su «segundo papá», pues lo tomó bajo su ala cuando estaba empezando a dar sus primeros pasos en la música profesional y le ha apoyado constantemente desde entonces.

Pero le queda la pena de no haber podido grabar con todos los cantantes. Con Omara Portuondo y Roberto Carlos, indicó, son mayores y con la pandemia no quisieron arriesgarlos a un posible contagio, pero le mandaron nuevas grabaciones de sus temas, Lágrimas negras y Un millón de amigos, respectivamente.

Tampoco pudo grabar en persona con Armando Manzanero: «Cuando me mandó su parte quedamos en ir a comer comida yucateca (típica de la tierra del cantautor mexicano), pero ya no pudimos», manifiesta.

Los que no están

La muerte de Manzanero fue el toque amargo de la experiencia, que le hizo verter lágrimas de tristeza.

«Todavía no puedo creer que Armando Manzanero no esté entre nosotros», acota el artista sobre uno de sus ídolos, quien murió el año pasado a los 85 años, a consecuencia de la covid-19.

Otros artistas fallecidos con los que Rivera enlazó su voz en Leyendas son Juan Gabriel, en Yo no sé qué me pasó; Luis Eduardo Aute, en La belleza, Camilo Seso, en su tema Algo de mí, y con Mercedes Sosa, que interpreta Himno de mi corazón.

Cuando se planteó el proyecto, la lista tenía más de 40 canciones. En este disco incluyó 14, pero como el sueño era más grande no descarta que venga un segundo volumen, aunque primero quiere ver cómo le va a este, aunque, dice, que en su corazón «ya es un éxito». Y sus primeros conciertos así lo están constatando: Rivera parece llamado a convertirse en el próximo gran galán latino.