Una de las citas inexcusables de la programación estival de Calasparra será con el galardonado musical familiar Peter Pan de la compañía Taules Teatre -premio Max a la mejor compañía amateur de España-. La cita será esta noche a las 21:30 horas en el Campo Municipal de Atletismo de Calasparra y toda la familia podrá disfrutar de este espectáculo donde no faltará la música en una aventura repleta de fantasía.

En primer lugar, ¿qué nos vamos a encontrar hoy en Calasparra? Es un gran trabajo de gran nivel con una puesta en escena espectacular...

Hace ya unos años, en nuestro grupo optamos por los musicales familiares, empezamos por Annie, después un musical de creación propia, La pequeña cenicienta, y luego llegó Matilda. En ese momento hicimos una cantera de niños a los que les gustaba este género. El teatro musical lleva implícito el canto, el baile y la interpretación. A raíz de ahí creamos en Pinoso una escuela de teatro, que ahora mismo tiene cerca de cien niños de toda la comarca, de las zonas limítrofes. También tenemos niños de la Región, como es el caso de Yecla. A lo largo de estos años hemos montado diferentes musicales, entre ellos este y también Oliver Twist, en los que aparece un gran número de niños, y ellos encantados de participar. Además de las representaciones que hacemos aquí en Pinoso en el estreno, luego salimos de gira. Este musical, que paró por la pandemia, estaba girando por muchas poblaciones con un gran éxito.

Más de treinta actores en el escenario, ¿Cómo es el trabajo de una compañía amateur para coordinar una actividad así?

Sobre el papel parece difícil, pero en la practica es más difícil aún. Son niños en edades comprendidas entre los 8 y 16 años, y se acercan al teatro como si fuera un juego, y eso es lo bonito también, en este caso para ellos. El teatro lleva implícito una serie de responsabilidades y sacrificios, y hay niños que renuncian a muchas cosas por estar un fin de semana ensayando, porque con ellos trabajamos los fines de semana, ya que por la semana tienen clases. Es algo digno de alabar. Todos quieren compartir esa magia e ilusión por subirse a un escenario.

También para muchos de ellos se abre un camino profesional.

Concretamente, en Valencia ha comenzado un rodaje de Atresmedia que se llama El juego de la llave, y uno de los protagonistas es un niño de 9 años que comenzó con nosotros a los tres años. Este chaval también ha estado en el Teatro Real de Madrid en la ópera Norma. Hay otros chicos que también están en agencias buscando esa oportunidad y presentándose a castings. Esta escuela puede suponer para muchos de ellos un trampolín de que el teatro sea realmente lo que les guste y quieran seguir en ello.

Cuando se prepara un musical, ¿cómo cambia la dinámica de trabajo? Además de todas las fases que pueda tener una obra de teatro, tenemos que sumarle la música...

Lo vamos hilando todo mediante la escuela de teatro, además, sus profesores han salido de la Escuela de Arte Dramático de Murcia. Con ellos empezamos el trabajo, con los chavales para ver qué capacidades tienen cada uno de ellos para luego hacer el reparto con arreglo a esas cualidades y capacidades. A través del aprendizaje que van realizando en la escuela vamos viendo a los niños que van a encarnar los personajes.

Habéis conseguido el premio Max a la mejor compañía amateur, toda una recompensa.

La verdad es que cuando nos llamaron de la SGAE pensé que era una broma, porque entre tantos grupos que hay en España que son el pilar y la base del teatro, porque de ahí salen después muchos profesionales, fue un verdadero placer. Este premio solo lo tenemos nosotros y otro grupo de teatro de La Rioja que también lleva muchos años de trayectoria. El premio nos lo dieron en Valladolid, y ese año el galardón de honor fue para Concha Velasco, por lo que fue un verdadero placer compartir escenario con ella.

Trabajar para el público familiar también tiene su recompensa. Siempre digo que es un público que vuelve: primero cuando son niños, luego cuando son padres y, por último, regresan cuando son abuelos.

En el momento en el que iniciamos este tipo de espectáculos representábamos comedias o dramas dedicadas a un público adulto, y, a raíz de comenzar con los musicales familiares, hemos encontrado este público, que es muy agradecido. Además, en tiempos de pandemia ha continuado viniendo al teatro. Consideramos que tenemos encima del escenario a una gran familia que se amplía con el público, formando una gran familia apasionada por el teatro.

¿Por dónde sigue la programación de vuestra compañía y los próximos proyectos en cartera?

A nivel dramático, tenemos Las bicicletas son para el verano, del genial Fernando Fernán Gómez. Es una obra que queríamos hacer desde hace mucho tiempo, pero no teníamos los personajes jóvenes para poder interpretarla, y, gracias a este proyecto de la escuela de teatro musical, se ha podido llevar a cabo esta producción, una de las obras cumbres del teatro español del pasado siglo. Y en cuanto a musical, estrenaremos en navidades un tributo a Mary Poppins; y para la primavera de 2022, Newsies, otro gran musical de un grupo de chicos repartidores de periódicos, que, a comienzos del siglo XX en Nueva York, hicieron una huelga y revolucionaron en aquel entonces el trabajo infantil y juvenil, ya que estaban explotados.