Antonio Soto Alcón (Librilla, 1952), tras una larga trayectoria literaria y artística, como poeta y como pintor, acaba de publicar en Huerga y Fierro, un libro de especial singularidad: Noches de Tunicia, en el que poesía y ficción se alían para dar forma y expresión a una intensa historia de amor en un paisaje fascinante de especial intensidad emocional, la luminosa y mágica Tunicia.

Amor pasión y amor sufrimiento

Establece Antonio Soto Alcón los límites de esa historia que revela en un epílogo final, para justificar, como conclusión, la creación y la imaginación de un mundo de sensaciones que solo su fértil palabra poética es capaz de llenar de profunda interioridad. Realidad y ficción se entremezclan como también se confunden y aun se confabulan imaginación y pasión por la belleza y por el amor, por el goce de los sentidos, desde los intensamente eróticos a los anacreónticos de los sabores ingeridos de ricas frutas enervantes.

La luz, el sol, el paisaje, el mar, la arena, el ambiente, la temperatura contribuyen también con su excesiva intensidad a construir un mundo de sensaciones contrapuestas, de gozos, de disfrutes y de deseos, que se van desgranando en los distintos poemas. Funcionan éstos como secuencias de una historia imaginada real, fingida pero sentida desde dentro para mostrar asombros y reencuentros con la propia naturaleza, que se implica en acompañar los detalles eróticos de esa historia de amor, con su calor, con su cercanía, con su visión apasionada del deseo y de la plenitud del logro sensual.

Solo la palabra poética fértil y experimentada de Antonio Soto Alcón es capaz, en sus luces y en sus asombros cromáticos, de forjar la diacronía de un deseo que representa este sorprendente y singular encuentro con el amor, con el amor más vivo, con el amor que se consigue en plenitud, pero también con el amor que causa dolor y sufrimiento. Las palabras fraguan mundos y el experimento narrativo de la historia encontrada supera los límites de los géneros literarios para estructurar episodios que están presididos por la fuerza de lo lírico y compulsados por el dramatismo de lo narrativo.

Porque, en definitiva, estamos ante la épica de una historia escrita en los versos intensos de un poeta alucinado por la memoria de un relato asumido. Ese es el mayor acierto de este libro y el que marca, con su autenticidad, las dotes de originalidad que lo hacen único e irrepetible. Por eso, el epílogo de la historia funciona como testigo para hacer verdad toda una ficción precedente en versos llenos de luz y de asombro.

En la dilatada trayectoria del poeta Soto Alcón sin duda este libro es una sorpresa porque es una apuesta por lo ignoto, una búsqueda y una indagación a través de un mundo que ha perseguido en sus galerías interiores y se ha convertido en una obsesión literaria que era preciso escribir con un verso poderoso, elegante, maleable y expresivo desde el primer poema hasta el último. Antonio Soto Alcón ha sabido coronar la intensidad de su creación con una estructura envolvente en forma de historia, de relato, de narración que conlleva en sí mismo modo el lirismo de una poesía bien hecha, admirablemente construida.

Un personaje preside la sucesión de encuentros que provocan las palabras de admiración y de elogio, unos ojos, un cuerpo, unos labios y una pasión bajo el sol implacable junto al mar. Un amor ambición, sin pasado ni futuro, solo presente, y un cuerpo hermoso en los brazos. Amor pasión, pero también amor sufrimiento, mientras la palabra evoca el encuentro en la playa, en la arena, bajo el sol junto al mar, deslumbrados los amantes por la luz intensa de un verano irrepetible. El deseo, la llama del amor viva, la juventud y la pasión legarán un testimonio y una huella que solo permanecerá en la intimidad de un gran amor que existió y que se vivió sin destino. Un amor que en su recuerdo exalta la belleza en la claridad de la mañana, desde el gran abrazo del amor inextinguible que es como la luz diáfana de la maña. Identidades escondidas, imaginadas solo en el recuerdo de una historia de pasión que aun retiene el calor del cuerpo mientras de interroga sobre el destino de tanta pasión inextinguible.

En la trayectoria poética de Antonio Soto Alcón, jalonada por libros que obtuvieron reconocimientos constantes, este libro rompe con su habitual modo de escribir poesía para dar paso, felizmente, a una nueva experiencia psicológica establecida desde lo hondo de la sensualidad y de la emoción. Todo libro de poesía es siempre autobiografía y, sin duda, en el universo poético de Soto Alcón este poemario marcará un hito excepcional logrado con la fertilidad de una palabra poética convencida y veraz.