Cuando el ciclo se presentó en el Parlamento autonómico el mes pasado, algo que ya es una tradición, a ritmo de la guitarra de ‘El Torero’ y la voz de Anabel de Vico, el alcalde de Torre Pacheco, Antonio León, ya adelantó qué personas serían distinguidas este año en Lo Ferro. Personas y entidades, galardonadas con la Medalla de Oro del festival.

A la diez de la mañana del pasado 16 de septiembre, en la localidad de Totana, su corazón daba el último latido en este mundo. Tenía 108 años. Dejaba tras de sí un legado artístico y un cariño sembrado que serán difíciles de olvidar. La primera Medalla de Oro de Lo Ferro de este año va para el Tío Juan Rita, a título póstumo, por su labor en la difusión de la cultura y la tradición. Con el tributo al querido personaje murciano arrancará el ciclo este 19 de julio. Lo que se recaude en gala benéfica, homenaje a su vez al citado Juan Tudela Piernas, irá a parar a Aidemar y Prometeo. Habrá gala trovera, con la Escuela Trovera de Patiño y la Asociación Trovera José Mª Marín. Además, según consta en el programa del certamen, actuará el guitarrista Faustino Fernández, con su grupo: tocarán Suite Flamenca Rey Lobo. Entrar cuesta 5 euros y arrancará a las diez de la noche, en el recinto del festival. 

Asimismo, se distingue a los trabajadores de la Sanidad de la Región de Murcia, especialmente a los del área 8, por su impagable labor durante toda la pandemia. Se les aplaudió desde los balcones de forma religiosa cada noche cuando la población estaba confinada en sus casas, y desde el festival pachequero quieren que el reconocimiento vaya más allá. Que no se quede en lo intangible del gesto, sino que se materialice. La gala homenaje a los sanitarios murcianos está fijada para el miércoles 21 de julio. Arrancará a las diez de la noche y entrar cuesta 20 euros.

En el homenaje a los trabajadores de la Sanidad murciana actuarán Argentina y Anabel de Vico, último Melón de Oro del festival. 

Al fin de fiesta está todo el mundo más que invitado

Será el día de Santiago, fiesta en muchas localidades de la Región y de España, cuando Lo Ferro ponga su broche de oro. Para hacerlo, quiere contar con todo el mundo, de ahí que la gala sea con entrada libre. Gala y Eucaristía. A modo de clausura, se celebrará en el recinto del festival la tradicional ‘misa flamenca’, cantada y bailada, y el ‘fin de fiesta flamenco’, con ‘El Torero’, la Familia Fernández, Antonio Carrión y Sebastián Contreras ‘Bastián’. Será a partir de las ocho de la tarde, como se detalla en el programa del ciclo.

Otra Medalla de Oro: a la cantaora unionense Encarnación Fernández, «matriarca del flamenco», según palabras del regidor. Con su hermana Bárbara formó el conjunto flamenco Las gitanillas de bronce a finales de los años 60. El eco de su voz, puramente gitano, unido a su forma de entender el cante, revolucionó el concepto de los Cantes de las Minas, a los que aportó una jondura especial de la que carecían éstos. La casa de los Fernández en La Unión ha sido una de las escuelas naturales de flamenco que ha habido en la Región de Murcia, junto a la saga de los Piñana, la mítica escuela del Rojo El Alpargatero y la familia Ayala ‘Rampa’.

Encarnación Fernández se subirá a las tablas pachequeras, acompañada al toque por Antonio Muñoz, el 20 de julio, que es su noche. María Terremoto con Nono Jero a las cuerdas, Reyes y María José Carrasco (acompañadas por la guitarra de Paquito León), y Esther Merino, apoyada por Antonio Fernández ‘El Torero’, completarán la gala, que está previsto que se inicie a las diez de la noche, y cuya entrada cuesta 15 euros, según se indica en el programa. 

Por otro lado, el alcalde, Antonio León, anunció en el Parlamento que este año se instaura el Premio ‘Sebastián Escudero’ a la Excelencia Flamenca, que en esta su primera edición se entregará al Cante de las Minas, «festival en el que siempre nos estamos mirando», confesó el alcalde pachequero. Este festival conmemora los cantes minero-levantinos que se desarrollaron en el siglo XIX en la Sierra minera de Cartagena y La Unión, procedentes en su mayoría de mineros llegados de la vecina Andalucía. A través de este consagrado ciclo se intenta transmitir el sufrimiento y los ‘quejios’ del día a día en la mina de antaño.