Milladoiro han traspasado fronteras con su música folk basada en la tradición musical gallega. En sus más de cuarenta años en activo han grabado 26 discos, han ofrecido miles de conciertos, han puesto música a ocho películas que les hicieron merecedores del Premio Goya y de la Medalla del Círculos de Escritores Cinematográficos de España, han grabado con grandes intérpretes internacionales y han colaborado con artistas como The Chieftains y la English Chamber Orchestra.

La banda comenzó a forjarse en 1978 y durante todo este tiempo han trabajado al margen de modas e imposiciones comerciales. La fidelidad del grupo a su idea original -una mezcla de música tradicional gallega e investigación en fuentes de siglos pasados-, además de su constante inquietud creativa, les han convertido en un grupo de culto, no sólo en España, sino también en países como Estados Unidos o Japón. A estas alturas, trascienden la condición de simple banda de folk, y tras una larga trayectoria se han convertido prácticamente en una institución. Pioneros y muy respetados, aseguran que continúan en los escenarios porque aún disfrutan «como el primer día».

En el FolkFest, Milladoiro presentan su último disco, Atlántico (2018), doce canciones que homenajean a un mar con una historia muy ligada a Galicia. Es el primero grabado desde la incorporación de tres nuevos integrantes (Harry C., Manuel Riveiro y Manú Conde, este último productor del disco), que se suman a Nando Casal, Xosé V. Ferreirós y Moncho García, y son responsables de varias de las composiciones.

Milladoiro llevan cuarenta años defendiendo la música celta. ¿Qué balance hacen de este camino? ¿Cómo se podrían resumir en pocas palabras estas cuatro décadas de actividad?

Es muy difícil resumir en pocas palabras una historia de más de cuarenta años y más de mil conciertos por todo el mundo... Pero bueno, podríamos decir que han sido cuatro décadas de una felicidad que no habíamos podido imaginar ni en nuestros mejores sueños. Llevamos toda una vida disfrutando de nuestra música... Y, te diré: nunca tuvimos la necesidad de defenderla; nosotros simplemente la disfrutamos, ella se defiende sola.

¿Pensaban en 1979 que embarcarse en la música folk iba a dar para tantos años?

Lo que pensábamos después del primer concierto celebrado en A Coruña en mayo del ‘79 es que no llegaríamos a celebrar el segundo, pero la realidad nos llevó la contraria, gracias al público.

Dijeron que la intención de Milladoiro era «hacer lo mismo que hicieron los Chieftains por la música irlandesa». ¿Lo han logrado?

Nuestra idea era trabajar en favor de la música tradicional de Galicia, que, como casi todas las músicas tradicionales, corría bastante peligro de desaparecer. Es cierto que creo que tenemos alguna responsabilidad en el rexurdimento de las músicas tradicionales en España.

Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón… ¿Hacer música exclusivamente instrumental les ha ayudado a internacionalizarse?

Es un hecho que la música instrumental es más universal, a cambio de ser más minoritaria (exceptuando la música clásica).

Milladoiro fueron precursores del folk gallego de los ochenta. ¿Qué sobrevive de todo aquello?

La mayor satisfacción de Milladoiro es ver que en la actualidad la música tradicional gallega goza de muchísima salud con numerosos y magníficos intérpretes.

Han grabado con orquestas sinfónicas y compuesto para el cine. Milladoiro siempre busca nuevos registros.

Es que cuarenta años dan para mucho. Hemos grabado 26 discos, hemos puesto música a ocho películas que nos hicieron merecedores del Premio Goya y de la Medalla del Círculos de Escritores Cinematográficos de España, hemos grabado con la English Chamber Orquestra, colaborado con grandes intérpretes internacionales... No se puede pedir más.

¿Qué es lo que inspira el Atlántico como para plasmarlo en un disco?

Para nosotros el Atlántico es la vida; creo que merecía un disco.

¿Les ha sido difícil conceptuar en música algo tan extenso? ¿Descubrieron algo especialmente sorprendente?

El Atlántico es inmenso y misterioso. No pretendíamos conceptuarlo, sino hacer música inspirada en la vida marinera.

¿La tradición está viva? ¿Su conservación pasa por la fusión?

Está viva y, consecuentemente, se sigue haciendo música basada en el modelo tradicional, pero evidentemente influida por las vivencias de sus creadores e intérpretes actuales. La fusión tiene sentido cuando es natural, pero, desde nuestro punto de vista, no cuando es forzada como consecuencia de una moda.

¿La propia música tradicional gallega es resultado de otras influencias?

Desde la Edad Media recibimos influencias sobre todo desde Europa a través del Camino de Santiago. Creo que es uno de los motivos de la riqueza de nuestra música.

¿Qué había en el folk gallego antes de Milladoiro?

Música tradicional básicamente transmitida por los gaiteiros y por la música vocal en las manifestaciones populares, pero sin duda estaba, como en casi todos los países de Europa -salvo honrrosas excepciones-, en verdadero riesgo.

El folk hizo mucho por el país y, sin embargo, el apoyo institucional es escaso. ¿Se sienten traicionados?

¡En absoluto! Creo que es escaso a niveles de programación y excesivo a nivel individual. Este concierto de Murcia, por nuestra parte, no goza de ningún apoyo institucional.

En España hemos vivido un boom de la música celta. ¿Qué reconocimiento tiene hoy la música de raíces? ¿A lo largo de este tiempo, ha mejorado, ha empeorado, va por rachas...?

Nosotros hacemos música basada en la tradición gallega y en el propio folclore. Evidentemente tiene muchos elementos en común con la llamada ‘música celta’. Y estamos mucho mejor que hace años.

¿Qué cambios han observado en la música folk a lo largo de estas cuatro décadas?

Una presencia que hace cuatro décadas no tenía, aunque para los grandes medios sigue sin existir.

¿Cómo se define Milladoiro dentro del variado mundo del folk?

Como Milladoiro (perdón).

¿El folk vuelve a estar de moda?

Las modas en la música son cíclicas. Tal vez antes de la pandemia se observaba un cierto resurgir; ahora hay que esperar a ver qué pasa.