La obra de Pedro Cano brilla con luz propia. Con una luz casi mágica y personalísima, pero, a su vez, familiar, cercana, reconfortante... Ahí está la magia, la clave del magnetismo de sus obras; por eso es, sin duda, uno de los artistas vivos más grandes de la Región. Allí donde el blanqueño posa su mirada, sus pinceles descubren un nuevo mundo: cálido o frío -según convenga-, pero siempre con una capa de misticismo, de agradable ensoñación, que baña una imagen normalmente reconocible, como pudiera ser un paisaje, un bodegón o, como es el caso, una obra arquitectónica. Y es que, en esta ocasión, Cano se ha embarcado -y nos embarca- en un viaje por el Mediterráneo con escala en los principales teatros romanos erigidos cerca de la costa; entre ellos, claro, el de Cartagena, en cuyo museo inauguró ayer la muestra que nos ocupa, y que lleva por nombre Teatros.

«No se me ocurre una mejor ciudad para que Pedro Cano inicie esta exposición», señaló ayer el presidente autonómico, Fernando López Miras, durante la inauguración de la muestra, acto en el que el líder del Ejecutivo murciano agradeció al pintor «su generosidad y su sensibilidad con Cartagena y con la Región». No obstante, Grecia, Roma, la antigua ciudad siria de Palmira, Jordania, Málaga y Mérida también son protagonistas de sus acuarelas en una muestra que se podrá visitar de la mano del artista -como visita guiada- tanto hoy como mañana a las 12.00 y a las 19.00 horas, y el próximo viernes, en este caso solo por la mañana.

Por su parte, la nueva alcaldesa de la ciudad portuaria, Noelia Arroyo, destacó la íntima relación del pintor con la ciudad «Nos gusta especialmente que una persona que conoce tan bien las grandes ciudades clásicas del mundo, como Atenas o Roma, esté tan enamorado de Cartagena», dijo la primera edil.