Normalmente los muros se construyen para limitar, para separarnos de lo diferente, para excluir. Lo sabemos bien en esto como igualmente lo saben bien en otros países. Aunque los muros no siempre están hechos de ladrillo y cemento. Derribar hasta el más alto y robusto de los diques es relativamente sencillo: solo basta con tener la potencia suficiente. Sin embargo, hay muros que no son tan fáciles de penetrar; muros para los que no sirven los picos o las bolas de demolición. Los muros que levantamos (o levantan) en nuestra mente no son tangibles y, por tanto, la fuerza bruta no es rival para ellos. ¿Cómo hacemos, entonces, para echarlos abajo? ¿Qué herramientas se utilizan para abrir camino en una pared que no es tangible? Pues hay muchas, pero, sin duda, una de las más útiles es el arte.

Y en esas están los regionales Pepe Yagües, Virginia Bernal, Antonio Vidal Máiquez, Salvador Torres, Antonio Gómez Ribelles, Kraser y Belén Orta, pero también Natalia Pérez, Alberto Balaguer, Antonio Requena, Xavi Ferragud y Pau Pellín, todos ellos afincados en la Comunidad Valenciana. Todos ellos dispuestos a romper los ‘muros’ que les separan y a dialogar a través de sus obras sin tapujos; entre ellos y con una selección de artistas italianos de la pinacoteca de Oristiano en Cerdeña: Enzo Trepiccione, Marco Pili, Vittorio Vanacore, Alessandro del Gaudio, Antonio Graziano, Carlo de Lucia, Antonio Ciraci, Gianfranco Racioppoli, Ilia Tufano, Lucio Afeltra, Francesco Giraldi, Ivo Parisi, Pasquale Simonetti y Michele Mereu. En total, 26 creadores con piezas que desde ayer y hasta el 25 de julio ponen a prueba los cimientos del Palacio del Almudí. La muestra, presentada este martes por el concejal de Cultura, Pedro García Rex, se ha bautizado, por supuesto, como Walls ('Muros', en inglés).

«El trabajo realizado por los artistas que componen esta exposición está enmarcado dentro de un proceso creativo sin limitaciones, enfocado a dar voz, a través del arte, a todas aquellas personas que han sido silenciadas y privadas de su libertad a lo largo de la Historia de la Humanidad, mostrando sus pensamientos libres desde múltiples puntos de vista», explica María José Cárceles, comisaria de esta colectiva en la Región (Mari Paz Pellín Sánchez y los propios Enzo Trepiccione, Vittorio Vanacore y Salvador Torres completan el grupo de trabajo de Walls). La Gran Muralla china, la barrera israelí de Cisjordania, los campos de concentración de la Alemania nazi, alambradas como la de Ceuta y Melilla... Frente a ello, «una muestra de ‘muros itinerantes’, donde se ve claramente el pensamiento crítico y dinamizador de los artistas a través de sus creaciones e interpretaciones, de sus propios muros críticos, oníricos, metafóricos… porque ellos son conscientes de que el arte tiene que provocar crítica y tensión, pero también diálogo», apunta Cárceles.

Pocas obras tan ilustrativas en este sentido como las de Yagües: Santiago Matamoros y Metemuros, dedicada al líder del partido Vox, y Jaula, muralla, jaula, una escultura de acero inoxidable de más de tres metros de altura en la que el autor invita al visitante a encerrarse (»si así lo desea») para reflexionar sobre «hasta qué punto todo lo que nos da seguridad, como los muros, al mismo tiempo nos quita libertad». Piezas como las del molinense refuerzan la idea del Almudí como «un contenedor de artes itinerantes y abierto a las vanguardias en la libre expresión artística», según Cárceles, para quien «el arte es una herramienta esencial para fomentar una sociedad más avanzada e innovadora, que tome conciencia de la importancia de mirar y analizar. El arte también libera a quien lo observa», sentencia.