A última hora de la tarde de ayer, el Palacio del Almudí acogió la inauguración de una de las exposiciones más destacadas de la temporada:Pintores murcianos en el Museo del Prado. Gracias a ella, los visitantes podrán disfrutar de cuarenta óleos y acuarelas de trece artistas –entre los que están nombres como los del caravaqueño Rafael Tegeo, el archenero Inocencio Medina Vera o el mazarronero Domingo Valdivieso– que gozaron de gran consideración en su época pero que, quizá, el tiempo no ha sido todo lo justo que debiera con ellos.

En este sentido, la muestra «mata dos pájaros de un tiro», tal y como apuntó el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano:y es que, por un lado se presenta en la ciudad una muestra de un altísimo nivel pictórico y, por otro, se centra el foco en autores nacidos en la comunidad o fuertemente vinculados a ella –como es el caso del ‘cartagenero’ Wssel de Guimbarda– que merecen reconocimiento. «Ahora que se acerca el Día de la Región, qué mejor momento para poner en valor a Murcia, a su gente y sus artistas», apuntó durante el acto Darío Vigueras, comisario y principal responsable de la exposición. «Ahora espero que la gente disfrute viéndola tanto como yo he disfrutado preparándola», añadió.

Y eso que ha sido un proceso «largo y duro», indicó Pedro García Rex, concejal de Cultura, pues conviene aclarar que no se trata simplemente de una serie de cuadros cedidos por El Prado, sino de una recolección de obra –en su mayoría procedente de colecciones privadas– de trece de los quince pintores murcianos que figuran en los catálogos de la pinacoteca madrileña;un trabajo que se ha dilatado durante «varios años», desveló Vigueras.

Sin embargo, lo importante ahora es que los cuadros de los artistas anteriormente citados –así como los de Pedro de Orrente, Germán Hernández Amores, Alejandro Seiquer, Antonio Gil Montejano, Enrique Atalaya, Manuel Piccolo López, Manuel Arroyo y Lorenzo, Antonio de la Torre y José Marín-Baldo– ya cuelgan de las paredes del Almudí, donde permanecerán, al menos, hasta el 25 de julio;lo que es, para Serrano, un «auténtico lujo».