El británico Lawrence Corby y la madrileña Ana Genovés son desde ayer los protagonistas de la murciana galería Art Nueve, en el número 1 de la calle Dr. Tapia Sanz. Residentes en Londres, ambos han desarrollado un proyecto conjunto y específico para este espacio; una muestra titulada con sus nombres (Lawrence Corby/ Ana Genovés), en la que establecen «un diálogo multidisciplinar con sus trabajos» desde la complicidad que les une.

Él como pintor y ella como escultora, comparten una admiración mutua que se sedimenta en su creación. De un modo sutil, se inscriben en sus piezas las inquietudes del mundo contemporáneo y una gran sensibilidad artística, así como los procedimientos materiales que los unen. Aquello de lo que dialogan, debaten o contrastan, queda reflejado en su obra.

En la obra de Corby «hay una tensión entre la voluntad y su formalización. Entre lo consciente y lo que todo artista conoce: eso que surge de la nada y que no se sabe de dónde viene», señalan desde la galería, y apuntan: «La ciencia está últimamente descubriendo lo que los artistas ya intuían: que no somos totalmente dueños de nuestras intenciones y acciones».

Por otro lado, en el trabajo de Ana Genovés hay una intención de llevar a cabo objetos funcionales, pero a pesar de ello, algo inesperado se ha infiltrado en los mismos, y lo que surge, transforma la pieza en un absurdo, a veces sensual, a veces incómodo o a veces, poético.