A aquellos que hace un lustro ponían los ojos en blanco al escuchar los primeros temas de Taburete y vaticinaban una trayectoria más bien breve, la banda liderada por Guillermo ‘Willy’ Bárcenas y Antón Carreño les dedica ahora el título de su último disco: La broma infinita (2021). Sin mayores alardes, pero asumiendo aquel dicho de quien ríe el último ríe mejor, el grupo considera haber demostrado que han llegado, con mayor o menor éxito, para quedarse. Y con la autoridad que ello les confiere actúan esta tarde, a partir de las 19.30 horas en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, conscientes de que el formato de telón y butacas les era hasta ahora ajeno. «Creo que ya hemos demostrado que no somos simplemente una moda», defiende Carreño.

La broma infinita es el cuarto disco del grupo –sin contar la reedición de Tres tequilas y un mezcal–, y probablemente el más «serio». Menos temas sobre juerga y más letras personales. «No toda la vida íbamos a estar cantando de fiestas y amigos. Eso, además, nos habría convertido en una caricatura. Ahora preferimos dejarnos llevar y hacer lo que nos apetece musicalmente, sin pensar tanto en el éxito comercial o sonar en las radios», defiende Bárcenas. 

Eso ha hecho que cambiar los escenarios de festivales por los de los teatros, para garantizar las medidas de seguridad contra el covid-19, haya dado resultado. El formato les permitirá que hoy dediquen el segundo tercio de su puesta en escena a una actuación «más tranquila», preludio de un colofón que sí aspira a ser «una fiesta», con sus temas más clásicos, aunque el público no pueda ponerse en pie.

De los primeros en salir de gira

La banda fue de las primeras en anunciar una gira en pandemia: «La industria no debe seguir parada». Su compañero de banda, Carreño, aclara que pese a este cambio de estilo es consciente de que «sigue habiendo gente» que no se toma «del todo en serio» al grupo. «Es una realidad», dice, y no pasa nada. «Llevamos seis años en esto y aquí seguimos», apostilla. De ahí el título del álbum, que fue idea de Bárcenas cuando intentó leerse la novela de Foster Wallace. Se le indigestó la lectura y lo reconoce, entre risas. «Llegué a la página 600 y no pude seguir, pero la idea del título daba juego con lo que queríamos contar», completa. No es la única referencia cultural. El carácter cinéfilo del artista hizo también que el segundo tema del disco se llame 2018: Odisea en el espacio. Otra se llama John Ford. «Casi diría que soy más loco del cine que de la música», defiende Bárcenas.

Los meses de confinamiento pilló a los dos artistas en el estudio. Ya habían previsto dedicar buena parte del 2020 a grabar un disco en el que, dicen, querían poner especial esmero. «Por eso no sufrimos grandes cancelaciones, como otros artistas. Pero, de haber podido, seguramente habríamos dado algún concierto. Es verdad que se nos hizo eterno el tema de la pandemia», reconoce Bárcenas, que a nivel creativo, desde la llegada del covid-19 asegura haber escrito solo una canción por «falta de inspiración». Carreño dice haber escrito algo más, sobre todo porque este último año su banda estaba ajena «de presiones ni pretensiones» más allá de grabar lo que ya tenían.

En cualquier caso, cuando comenzaron a girar para presentar el álbum, sí tuvieron que aplazar algún concierto por seguridad, pero en general el balance que hacen los dos músicos es positivo. «Sabíamos que había algo de riesgo, pero no podíamos seguir parados. El resultado fue muy bueno, solo hubo algún problemilla, y pronto más grupos se animaron a hacer lo mismo. Era necesario», defiende Carreño, que añade: «Era necesario no tanto por los artistas, sino por la gente de la industria. Se tiene que mover ya porque mucha gente vive de esto».