Bajo la claraboya de la Sala Lucernario del Palacio del Almudí, en Murcia, pueden contemplarse ya las fotografías de la artista multidisciplinar francesa Sophie Calle. En concreto, las de su serie Los Ángeles: una veintena de imágenes en blanco y negro con las que la inquieta creadora gala –que también escribe y es realizadora audiovisual– ofrece un retrato de la sociedad americana –y, en particular, de la ciudad californiana–, a través de distintos personajes.

Comisariada en esta ocasión por Carolina Parra y Nacho Ruiz, codirectores de la galería murciana T20, Calle (París, 1953) ha expuesto a lo largo de su carrera en espacios tan relevantes como el Centre Georges Pompidou de la capital francesa, en el Hermitage de San Petesburgo, en la Paula Cooper Gallery de Nueva York, en el Palais des Beaux-Arts de Bruselas, en el Museo de Sao Paulo en Brasil, en la Whitechapel Gallery de Londres, en el Pont Museum of Contemporary Art de Tilburg, en Holanda o el Museo de Arte Moderno de Bahía, en Brasil. Además, ha representado a su país en la Bienal de Venecia y figura en algunas de las grandes colecciones de arte del mundo. Se trata, pues, de una artista de talla internacional y de talento contrastado cuyas obras estarán disponible en el Almudí hasta marzo.

Una de las fotografías de 'Los Ángeles', de Sophie Calle. Israel Sánchez

La presencia de Calle en la Sala Lucernario es posible gracias al esfuerzo de Parra y Ruiz y al programa ‘Reactivos Culturales’, que brindó a los responsables de T20 la posibilidad de poner en marcha cuatro exhibiciones artísticas; ésta, Los Ángeles, es la segunda muestra de este ciclo. La primera, Mínimo Concepto-Artillería, reunió en este mismo espacio, y durante el pasado mes de noviembre, fotografías, pinturas, esculturas e instalaciones artísticas realizadas por un total de 15 artistas cuyas dinámicas iban del minimalismo al arte de concepto.

La artista

Sophie Calle ha hecho de su propia vida, de su intimidad, sus impresiones y vivencias el punto de partida de sus creaciones. En este sentido, «su identidad se atomiza, se vuelve múltiple, al ponerse en juego y hacer de sí misma su materia artística: Sophie Calle se expone a sí misma como si fuera otra persona que no tuviese nada que ver con ella», explican los responsables de la muestra. «Ficción y realidad, mirar y ser mirado, lo público y lo privado, los deseos y la imposibilidad de realizarlos son algunos de los lugares desde donde la autora de la obra habla», apuntan sobre la francesa. La fotografía en blanco y negro, el vídeo, la instalación o la foto en color son las técnicas que emplea «magistralmente» para lograr un fin de una intensidad abrumadora.