Flavio fue el finalista de la última edición de Operación Triunfo (OT). Durante su paso por la Academia se abrió al mundo y el público empezó a sentir empatía hacia él y hacia su música, creando lo que podríamos denominar ‘fenómeno Flavio’, con miles de seguidores. Ahora, cuando han pasado siete meses del final de esa aventura, Flavio, el murciano de 19 años que estudiaba para convertirse en pianista, ha publicado Yo con yo mismo (editorial Bruguera), un libro en el que nos revela sus reflexiones, sus escritos personales y algunas anécdotas previas a la popularidad que ha alcanzado.
Hoy vamos a conocer mejor al chico tímido que entró en enero del pasado año a la Academia y cuya voz sorprende desde el primer momento que la escuchamos (algo que recomiendo que hagáis).
¿Qué vamos a encontrar en Yo con yo mismo?
Mis pensamientos, reflexiones, partes anecdóticas, textos que escribí en la Academia en prosa poética, imágenes de la libreta que tenía en Operación Triunfo, algún dibujo…
Has dicho «prosa poética». Hablando de los distintos géneros, ¿crees que una canción y un poema se diferencian?
En las canciones hay diversos factores (el ritmo, la melodía, el acompañamiento…) que en un texto no son necesarios, pero a la hora de transmitir un mensaje o conectar con el lector o con el oyente, los dos intentan lo mismo.
Comentas en el libro que sólo puedes hacer canciones «cortavenas». La pregunta es obligada: ¿qué es una canción «cortavenas»?
Es una canción triste, claramente. Que hable de una situación no muy agradable o de una emoción como la soledad (abarcada desde el punto más pesimista). Canciones que escuches y no te pongas a bailar, sino que te invada un sentimiento de tristeza.
¿Por qué crees que sólo puedes componer este tipo de canciones, o, al menos, te resultan más sencillas?
A medida que voy componiendo más, me surgen otros tipos de emociones, pero creo que el mensaje pesimista de una canción puede conectar más conmigo o con la gente.
¿A qué crees que se debe el ‘fenómeno Flavio’? ¿Qué crees que tienes, has hecho o dicho para que ocurra? Porque hay muchos que cantan estupendamente, pero no generan este fenómeno.
Un programa como OT enseña cómo eres, y al final unas personas se sienten más identificadas contigo y empatizan (aunque tú no lo sepas). Ya sea porque les gusta mi forma de ser, la música que hago, el mensaje que estoy transmitiendo con mis canciones…
Precisamente el libro se titula Yo con yo mismo, pero ahora estás rodeado de seguidores. ¿Sigues pudiendo ser ‘tú contigo mismo’ o ya eres ‘tú con muchos más’?
Quizás hay dos partes de mí: la que está conmigo (’yo con mis pensamientos’, lo que vivo cada día) y la parte que a través de las redes sociales muestro a mis seguidores para intentar conectar con ellos, que sepan cómo estoy.
En un texto que se titula Libertad dices que «ojalá no tener que recordar [la libertad inocente] porque el niño sigue en ti». ¿El niño ya no habita en ti?
Depende del día. Intento que siga para determinadas situaciones; siempre es bueno tener un momento de locura.
Entonces, ¿el triunfo y la libertad son compatibles?
Sí. El triunfo, al fin y al cabo, es algo totalmente subjetivo. Pierdes parte de privacidad o no poder subir algunas cosas a redes sociales, pero también ganas mucho. A lo mejor estás tomándote un café y te pueden llegar a pedir una foto, pero tal vez esa persona al día siguiente compra el libro o va a un concierto. Y de ellas vives. Además, escuchará tu música, y por ese lado ganas.
Hay un escrito en el que hablas con un chico y dices: «Me habla de sus problemas de futuro». ¿Cuáles son tus miedos de futuro?
El saber dónde estaré, si los proyectos que tengo irán bien, si la situación que estamos viviendo ahora nos va a permitir hacer ciertas cosas… Mi miedo principal es saber cómo irán los proyectos.
¿Qué Flavio quieres ser? ¿El pianista, el cantante, el chico de OT o el que hacía covers?
El Flavio cantante, el Flavio que con su música conecte con la mayor cantidad de personas, que empaticen con él y con sus proyectos.
¿Qué te impulsó a publicar Yo con yo mismo?
Antes de entrar a la Academia ya escribía, y dentro lo seguí haciendo. Al salir se me brindó la oportunidad y la editorial Bruguera estaba de acuerdo. Y yo, encantado.
En el texto Poetiso sin permiso dices que no te consideras un poeta e incluso te llegas a disculpar.
Sí. Esta es una oportunidad, pero yo no me dedico a escribir ni a publicar libros. No me considero escritor, sino cantante. Por eso pido disculpas: por adentrarme en un mundo que no conozco.
Aun así, te gusta (o por lo menos te gustaba) jugar con las palabras, y lo hacías con tu madre.
Sí; ella es profesora de Latín y Griego, y yo siempre he sido muy curioso y le preguntaba palabras nuevas para ampliar mi vocabulario.
Para ti las palabras tienen mucho valor.
Intento expresarme de la mejor forma posible, con las palabras más acertadas, tanto en los escritos como en las canciones, para transmitir lo que quiero con la palabra exacta.
Entonces, vamos allá: con una palabra, ¿cómo definirías tu vida ahora?
Maravillosa.
¿Y tu vida antes?
Mi vida antes… maravillosa también [Risas].
¡No ha cambiado nada! [Risas]. ¿Y cómo te definirías ahora mismo?
Como un aprendiz.
Tu libro preferido.
Cualquiera de Elvira Sastre.
Un grupo de música.
Coldplay.
Flavio, al finalizar la entrevista, no se olvida de sus seguidores y quiere mandar un mensaje a todos aquellos que lean Yo con yo mismo: «Lo he hecho con todo el cariño y hay un trabajo muy grande detrás, no sólo mío, sino de mucha gente, y eso también me gustaría que se valorase».