Grabaciones Vistabella, o de cómo montar un sello ´indie' y no morir en el intento. La firma independiente murciana que han puesto en marcha Manuel Romero (miembro de la Cooperativa Ítaca, también en Calima Comunicación) y Ángel Calvo (miembro de Los Trenes de Larga Distancia y Pedriñanes 77), está inundando el mercado del mejor pop underground. El destino les unió para crear esta pequeña pero influyente discográfica, cuyo principal objetivo era promocionar nuevas bandas. Cansados de criticar, despotricar y argumentar cómo sí y cómo no se debían hacer las cosas, decidieron lanzarse a hacerlas ellos mismos. Las bases del proyecto son firmes y sencillas: unos amigos que aman la música e intentan unir todo lo que les apasiona.

En poco tiempo la lista de aciertos es larga, y el buen tino, incuestionable. Desde su creación, apenas hace unos meses, Grabaciones Vistabella ha editado digitalmente el trabajo de distintos grupos y artistas (El Mena, Ana Cano, Shaman Shaman, Perdón...) con propuestas muy diferentes, pero que comparten perspectivas de solidaridad y sostenibilidad en el desarrollo de su labor. «Se trata de un proyecto continuamente en construcción, y que tiene como fin el apoyo y la cooperación frente a la competencia, y la autenticidad frente a la impostura del mercado», dicen en su declaración de principios. Eso sí, que la nostalgia no te confunda: lo mejor aún está por venir. Hablamos con estos dos capos de la música murciana, que están revolucionando con sus lanzamientos el panorama independiente.

¿De dónde sale la idea de montar un sello (y más en estos tiempos...)? ¿Hay un estudio de mercado?

Más que como sello, Grabaciones Vistabella nació como un colectivo en el cual músico y gestor cultural aúnan fuerzas, valiéndonos de las herramientas de cada uno para poder seguir haciendo música sin perder la ilusión ante las dificultades. De hecho, el dedicarse a la edición fue respuesta obligada ante la situación de crisis sanitaria, dejando como idea a medio plazo la labor de promotora de conciertos. No hubo mayor estudio de mercado que el darnos cuenta de que teníamos herramientas y estábamos rodeados de varios músicos amigos.

¿Ha sido complicado ponerlo en marcha?

No, ya que por el momento nos hemos centrado únicamente en lanzamientos digitales.

¿Y se han cumplido vuestras expectativas? ¿Cómo está funcionando?

Teniendo en cuenta la situación que nos rodea, estamos bastante contentos de la respuesta y el reconocimiento obtenido.

De los hijos que habéis criado, ¿cuáles os provocan más orgullo?

Al funcionar de forma cooperativa, la satisfacción va a nivel interno, atendiendo al día a día y el desarrollo de las labores del sello, y no según la proyección conseguida de las bandas.

¿Cómo sonaban los primeros álbumes que decidisteis editar, y cómo suenan los más recientes?

No trabajamos con un estilo de sonido definido. En Grabaciones Vistabella tiene hueco desde el punk hasta la canción de autor.

¿Es difícil vivir de un sello indie?

Ahora mismo no generamos un beneficio añadido, y no planteamos la idea de Grabaciones Vistabella para vivir de ello.

¿Con qué disco arrancó todo? ¿Os dio ánimos para seguir?

El primer lanzamiento fue Él baila solo, el primer EP de Pedriñanes 77. Fue un buen primer lanzamiento, y sentó poco a poco las bases de cómo queríamos funcionar internamente.

Qué artistas tenéis en vuestro catálogo? ¿Fichajes pendientes? ¿Contrato? ¿O sin contrato, como hacía DRO en los ochenta?

Las bandas que forman Grabaciones Vistabella son: Pedriñanes 77, El Mena, Disonaurios, Cromo, Guille Solano, Incidente Tunguska, Ana Cano, Aló Presidente, Shaman Shaman y Curiana. No tenemos fichajes pendientes, y no trabajamos con contrato, no existiendo exclusividad ni nada.

¿De qué forma elegís a los grupos con los que queréis trabajar? ¿Seguís algún patrón?

Todas las bandas que forman Grabaciones Vistabella son personas con las que compartimos una misma idea acerca de cómo entienden la gestión de su creación; esto es, desde la honestidad y la naturalidad.

¿Necesitáis verlos actuar en directo o basta con oír sus maquetas?

No hay un criterio estricto en esto, la verdad. Aunque es común la necesidad de conocer de primera mano a las personas que forman los grupos.

¿Supervisáis las grabaciones o lo dejáis en manos del artista?

Desde Grabaciones Vistabella no intervenimos en ningún momento en el proceso puramente creativo.

El LP es un formato en crisis. ¿Preferís los singles?

No renunciamos a ninguno de los dos formatos, pero al no enmarcarnos dentro de la lógica del beneficio -y estar enfocados en la sostenibilidad-, no estamos atados a las formas de consumo del mercado. De hecho, hasta el momento hemos lanzado más largos que o EP o singles únicos.

¿Vendéis en el extranjero, o solo en España?

Ahora mismo, al editar únicamente en digital, nuestra música se consume fuera y dentro de España. Cuando empecemos a sacar en formato físico, no nos cerramos puertas.

Me gusta esta frase de Gema Subterfuge: «Nosotros no hacíamos discos para ganar dinero, ganábamos dinero para hacer discos». ¿Pensáis igual?

Nuestra idea para poder crecer implica que el beneficio que podamos generar se reinvierta directamente en Grabaciones Vistabella, efectivamente, para poder seguir manteniendo el proyecto y seguir editando, haciendo conciertos, etc.

´Indie', como concepto, ¿tiene hoy algún sentido?

La etiqueta ´indie' es cierto que ha envejecido bastante mal, pero las ideas que sustenta el indie (el DIY y el rechazo al mainstream) siguen vigentes y siendo igual de válidas; tal vez no autodenominándose ´indie', pero sí en un circuito importante de nuestro país.

¿Y qué hay de los baches? ¿Cómo los habéis superado?

Somos un sello que nació, o empezó a crecer justo con la crisis sanitaria, así que hemos sabido ir reinventándonos.

¿Hasta qué punto ayudan las plataformas en streaming?

Nosotros somos un sello hasta ahora muy enfocado en lo digital. Las redes sociales y los servicios de streaming nos han ayudado a hacer que las bandas murcianas que forman Grabaciones Vistabella suenen fuera de la región e incluso del país.

El negocio ya no está en la venta de discos en formato físico. ¿Cómo os habéis adaptado al mercado digital?

Trabajamos con Creanauta, la plataforma de Altafonte para pequeños sellos como nosotros, y hemos tenido facilidad a la hora de movernos en el mercado digital.

Da la sensación de que los jóvenes buscan ahora algo diferente a lo que se buscaba antes. ¿Tenéis esa percepción?

Está claro, pero siempre ha ocurrido así. No obstante, nuestra sensación es que la gente joven tiene muchos menos prejuicios a la hora de escuchar música.

¿Qué necesitan las bandas actuales que no viven de la música para mantenerse? ¿Cómo se puede vivir de la música con proyectos tan modestos?

Las bandas que actualmente no viven de la música lo que necesitan para mantenerse es un trabajo con el que poder vivir y seguir haciendo música. Vamos, que no se puede vivir de proyectos tan modestos. Y aunque ahora es más fácil hacer música que antes, son menos los grupos que realmente ganan dinero con ello.

¿Qué diferencia hay entre los sellos del indie actuales frente a aquellos sellos independientes de los ochenta, como Tres Cipreses y demás?

Que, precisamente gracias a esos sellos del pasado, nos movemos en un sector que ya no está inexplorado. Además, es más fácil el intercambio de información entre sellos de nuestro país, y podemos aprender todos juntos.

¿Cómo veis el futuro de Grabaciones Vistabella? ¿Cómo afecta en este momento y en un corto/medio plazo al negocio?

El trabajo realizado hasta ahora nos deja ver el futuro con energía y confianza. Creemos que a medio y largo plazo podemos conseguir que esto funcione como lo ideamos en un principio.

¿Qué tenéis en la cabeza para el futuro? ¿Planeáis un atraco para sacar ediciones físicas?

Para el futuro nos gustaría empezar a editar en físico, sí, y, en la medida que la situación lo permita, programar conciertos para nuestras bandas. Esperamos que no haga falta lo del atraco€

De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Ana Cano, Cromo, El Mena, Guille Solano e Incidente Tunguska.