La banda caravaqueña Octubre presentó este lunes, tras seis años de silencio, el primer adelanto del que será su próximo trabajo: Epílogo (2021), un EP con cuatro temas -uno de ellos, una misteriosa versión- que verá la luz a finales de este mes de la mano de Hurrah Música y Snap Records. Otro despertar -así se titula este nuevo sencillo, que llega además acompañado de un videoclip- es, por tanto, el primer paso dentro de un nuevo ciclo protagonizado por una banda que es referencia del power pop en la Región. Con el Maestro Gado a las guitarras, teclados y coros; Juanma Dele, al bajo; Ángel Perni en las seis cuerdas, y Ángel Gómez con la batería, el quinteto liderado por José Esteban Martínez-Iglesias -voz, guitarras y alma mater del grupo y del festival Caravaca Power Pop- regresa así a esa senda de melancolía luminosa que tanto les caracteriza y que, hasta la fecha, ha dejado para la historia cuatro largos (Mi última y mejor oportunidad, Cuando todo parecía perdido, Todo se lo lleva el viento y Mouseland) y otro EP (Todo pasa y no volverá) en 25 años de actividad.

Octubre publica nueva música después de seis años en silencio.

Bueno, es verdad que parece mucho tiempo, pero nuestro ritmo siempre ha sido así.

Sus discos han estado siempre espaciados en el tiempo por cinco años, pero esta vez han sido seis. Parece estudiado...

Nos sirve para no quemarnos en esto. Además, si empiezas a sumar el tiempo de la gira de Mouseland (2015), que fue más de un año, un periodo de descanso necesario de un año al menos, otro periodo de composición, empezar a maquetar, empezar a ensayar con el grupo las nuevas canciones y empezar a grabar, siempre pasa bastante tiempo. Si sumamos que mientras estábamos grabando vino la pandemia y nos hizo estar confinados y con cierres perimetrales sin poder ir al estudio, pues más todavía. Y ya, para terminar, añadimos nuestros trabajos y nuestras vidas familiares. ¡Si lo raro es que sigamos sacando discos y que tardemos tan poco!

Decía Artur Estrada, de Nueva Vulcano, otra banda que también espacia bastante sus publicaciones, que parece que una banda tiene que publicar cada dos años, como poco, alguna referencia, pero que para ellos la banda es una parte integrada en sus vidas y hay momentos en los que está en el centro y momentos en los que no. ¿Es su caso?

Totalmente. No vivimos de esto, pero nos ayuda a llevar esta vida mejor. Como te decía antes, se necesitan periodos de descanso. Es muy duro volver con la furgo el domingo de un concierto en la otra punta del país y el lunes volver al curro. Nuestra dedicación al grupo siempre sufre altibajos según nuestras necesidades. Al sacar un disco y en el inicio de la gira, las pilas están bien cargadas tras haber descansado antes. Nos suelen durar un año o así; después, necesitamos volver a otras cosas de nuestra vida. Y, poco a poco, vamos necesitando otra vez al grupo. Así va pasando la vida.

¿Qué ha hecho que se vuelvan a alinear los astros?

Que teníamos canciones nuevas y no podíamos dejarlas así, sin grabarlas bien. Lo bueno del estudio es que cada uno va cuando le va bien para grabar su parte; no hace falta que nos juntemos todos a la vez como cuando las tuvimos que ensayar o haya que preparar una gira. Para eso sí que hace falta que se alineen los astros un poco más...

¿Repite Octubre alineación con respecto a Mouseland?

Sí. La última incorporación, Leandro a los teclados, guitarras y coros, nos ha venido de lujo. Los cinco que actualmente conformamos Octubre somos el grupo que siempre había querido tener. Y ya cuando se unen los tres vientos -tanto en estudio como en directo- las canciones crecen una barbaridad. Además, como en la mayoría de nuestros discos, hemos tenido la colaboración del gran Joaquín Talismán, que le pone la guinda a nuestras grabaciones con su espléndida guitarra.

¿Qué hay en este EP?

Pues será un precioso vinilo transparente con diseño de Teresa Arroyo Aranda que contendrá cuatro canciones de las cuales tres son composiciones mías con influencias -que nosotros veamos- de Teenage Fanclub, Nada Surf, Left Banke, The Raspberries y muchas más que luego vamos viendo a medida que vamos escuchando más las canciones. El cuarto corte es una versión (ya desvelaremos de quién...).

Las canciones de Octubre suelen transmitir una especie de melancolía luminosa. ¿Se han dado este año las condiciones perfectas para hablar de eso, para desarrollar ese sentimiento?

Las composiciones musicales ya estaban hechas antes de la cuarentena, pero las letras sí que las escribí inmerso en ella. Y sí, las canciones no van directamente sobre la pandemia, pero van del paso del tiempo, de intentar huir, o de intentar cambiar mi forma de ser con mis hijos; o sea que, indirectamente, sí que van sobre sentimientos y sensaciones que he tenido durante este tiempo tan extraño.

El pasado mes de mayo participó en un homenaje a Adam Schlesinger, otra víctima del coronavirus. ¿Quién era para ti y qué importancia tenían Fountains of Wayne?

A Adam Schlesinger lo conocía de leer su nombre el los créditos de los discos de Fountains of Wayne y de la banda sonora de la película The Wonders (1996). Los noventa eran así... Alguna foto había visto del grupo y también alguna actuación en directo, pero la música tiene el poder de ponerte en contacto con los artistas a los que admiras: cuando pones sus discos están contigo en tu habitación. En tu imaginación, estás tocando con ellos. Es maravilloso. Así que, cuando murió Adam, Javier Miramontes, de Howdy, y Adolfo García, de los Feedbacks, me propusieron participar en un homenaje, y me acordé de esa época. Interpreté Radiation vibe al piano. Una triste pérdida como muchas otras que, desgraciadamente, estamos viviendo estos días...

Además de líder de Octubre, es usted el alma mater del festival Caravaca Power Pop, que tiene pinta de asentarse como una referencia regional en todo lo referente a esta música. ¿Habrá edición en 2021?

[Suspira] Qué pregunta tan difícil... Ahora mismo, todo es una incógnita. Hasta que no pase esta tercera ola y se vea cómo va evolucionando la campaña de vacunación, es imposible saber si se va a poder hacer un festival como el Caravaca Power Pop. Hasta abril o mayo no nos haremos una idea aproximada de lo que va a pasar. Además, habrá que estar atentos a las condiciones que pongan las administraciones... Pero ojalá se puedan hacer este y otros muchos festivales, sobre todo por toda la gente que trabaja y vive gracias a ellos.

Una cosa que llama la atención de la escena del power pop es que hay un equilibrio muy conseguido entre la reivindicación de las bandas clásicas y la apertura a los que llegan apostando por el género. ¿Es una de las claves de que se pueda seguir trazando una pequeña escena en España?

Los géneros minoritarios tienen un público muy fiel, pero, en algunos de ellos, hay gente demasiado integrista que no admite que haya ningún grupo nuevo que diga que hace ese estilo. Lo chulo del power pop es que la gente es muy melómana y, además, valora que haya grupos que cultiven este género o que, por lo menos, estén cercanos. Además, este público es el que mejor se lo pasa en los conciertos: no necesitan pose ni vestir de ninguna manera, solo saltar y gritar con el puño en alto. Son los mejores.