Rubén Bautista (Yecla) se define así mismo como un consumidor habitual de cine de terror desde que vio Psicosis (1960) de pequeño. Ha hecho prácticamente de todo en la realización de sus cortos y ahora tiene su largometraje Ma Petite Sophie en la Sección Oficial del Sombra Festival. Hablamos con él por teléfono justo cuando acaba de salir de otra entrevista, precisamente, por la misma cuestión.

Ma Petite Sophie antes que un largometraje fue un corto, ¿verdad?

Si, de 2014. Fue tres años después de hacer ese corto cuando me planteé la posibilidad de hacer un largometraje porque, aunque era una propuesta sencilla creo que partía de unos elementos muy interesantes para hacer una historia más larga.

Imagínate que alguien en este Sombra Festival se mete a ver Ma Petite Sophie sin tener ni idea de lo que va a ver, ¿cómo lo prepararías?

Pues esta película nos cuenta la historia de una chica que, ya al comienzo de la historia, vemos que tiene unos sueños extraños, va a celebrar el quinto aniversario con su novio. El caso es que durante la cena de celebración una mujer extraña aparentemente desconocida irrumpe en la casa amablemente, pero Sophie reacciona de forma imprevista y la inmoviliza. De hecho, trata de convencer a su novio de que se trata de una mujer muy peligrosa y que hay que tener mucho cuidado con ella. Entonces el espectador se va a encontrar con una especie de dilema moral de a quién creer ya que Sophie va a plantear hipótesis bastante descabelladas. Y hasta aquí podemos leer.

¿Tenías claro desde el principio que querías hacer una cinta fantástica con Ma Petit Sophie ?

Si. Siempre tuve claro que quería hacer una película fantástica. Es verdad que hemos cuidado en los tráilers, incluso en el cortometraje, la información que íbamos dosificando de modo que el espectador no tuviera muy claro a qué tipo de película se iba a enfrentar.

P0r eso mismo te lo digo, porque más o menos durante la primera parte de la película parece que la cosa va a ir por derroteros totalmente distintos.

Sí. Eso está hecho a propósito. A mí, como espectador, me gustan mucho que me sorprendan y supongo que eso es lo que yo también iba buscando como director. Y la película juega a eso incluso en cómo está dirigida en cada momento. Aprovechamos los pocos medios que teníamos para hacer algo que fuese estético pero que no jugase en las ligas de grandes producciones, tratando de dejar claro que era una película pequeña e intimista.

Por cierto, tengo el cartel de Ma Petite Sophie delante y me parece una maravilla

Pues tenemos dos carteles, supongo que te refieres al que es una pintura muy rallada?

Sí.

Sí, el autor es un pintor murciano bastante conocido que se llama Lucas Brox. Es un chico joven más o menos de mi edad y bueno, es uno de los talentos incipientes de la pintura murciana. A mí siempre me gustó lo que hacía y la planteé la posibilidad de que colaborara con nosotros. De hecho, algunos de sus cuadros se pueden ver también en la película y forma parte de la trama, aunque sea de forma indirecta. Y ese cuadro del cartel pues representa un poco la pesadilla de la protagonista. Y sí, a mí me encanta también.

Y siendo Ma Petite Sophie una película pequeña. ¿Cómo te enfrentaste a un género como el terror con tan pocos medios?

A ver, yo soy un gran consumidor de cine de terror. Y para mí el cine de terror en un género que puede abarcar muchas cosas. Puede que haya mucha gente que piense que es un género de segunda, banal y sin interés, pero a mí siempre me ha parecido una oportunidad para poder contar muchas cosas a través del subtexto. Por otro lado, es verdad que nosotros no contábamos con un gran presupuesto de modo que tuvimos que ir con mucho cuidado no podíamos ser demasiado explícito con lo terrorífico de modo que tuvimos que jugar a esconder más que a enseñar.

Bueno, eso le funcionó muy bien a Spielberg en Tiburón.

Efectivamente, eso mismo te iba a decir. Un ejemplo paradigmático de que menos es más y esa ha sido la máxima de todo el equipo, que menos es más. Vamos a mostrar lo que la historia pida, pero vamos a sugerir más. Es por esto que creo que el no tener medios suficientes yo creo que en realidad nos ayudó a la hora de hacer Ma Petite Sophie.

Hablando de otra cuestión. Todos sabemos que en estos casos el tema de la financiación suele ser una cuestión muy espinosa. ¿De dónde sacasteis el dinero para hacer la película?

Bueno, lo que ocurre es que en realidad la inversión que necesitó Ma Petite Sophie es mínima. De hecho, la película no está presupuestada en función de lo que cobró el equipo porque nadie ha cobrado.

Entonces ¿no tenéis un cálculo de lo que costó hacer la película?

Pues creo que en su día mi ayudante de producción hizo un presupuesto hipotético de lo que «debería» haber costado la película si la gente hubiera cobrado. Pero lo cierto es que nadie cobró, se pagó el catering, el alquiler de equipos muy concretos, desplazamientos y poco más. De modo que estamos hablando de que, redondeando de un capital personal mío, la película habrá costado unos seis mil euros. Una cifra ridícula. Ahora bien, si empezáramos a incluir sueldos de todo el equipo el presupuesto se incrementaría muchísimo. Porque es verdad que hay una productora murciana que se llama Firmamento Audiovisual que cedió gentilmente mucho material técnico y ellos estuvieron también en el rodaje sin prácticamente nada a cambio. Ellos también estaban empezando y les interesó involucrarse en un rodaje de un largometraje. Pero en lo que a capital se refiere, a parte de un pequeño ahorro que tenía yo, un 'crowdfunding' muy pequeño que pusimos en marcha y una pequeña subvención pública que no llegaba ni a los mil euros, juntamos algo de dinero, pero tengo muy claro que aquí el gasto real ha sido el esfuerzo del equipo.