El western swing y el jazz dixieland llegan esta noche a Caravaca de la mano de Ronnie Lasdunas y el Combo de Arena, protagonistas de una nueva jornada del ciclo 'A la luna de Barranda' en el patio del Museo de Música Étnica-Colección Blanco Fadol de la pedanía. De la mano de Romu López, la formación murciana ha logrado musicalizar sus historias con un pie en el imaginario levantino y otro en las melodías de la tradición americana.

P ¿Qué se va a encontrar el público que acuda esta noche al Museo de Barranda?

R Espero que un buen concierto, que es lo que siempre acostumbramos a realizar; o, al menos, lo que aspiramos a hacer cada vez que nos ponemos delante de un público. También la presentación de las canciones de nuestro nuevo disco, así como otras tantas que hemos ido componiendo durante todo este tiempo.

P Hablas de Estuario, vuestro primer elepé, un trabajo cargado de folk, country y western swing.

R Sí. Es la primera vez que nos hemos aventurado a reflejar en un disco unas canciones que llevamos ya un tiempo trabajando. Es una colección de temas, digamos, de corte temático; es decir: hay una unión temática entre todas ellas. Durante estos años hemos estado formando al grupo, reclutando a cada uno de sus miembros y terminando las canciones hasta llegar al punto en el que las queríamos estar. Así que es ahora cuando publicamos este Estuario, que al final intenta trasladar la esencia de muchos de los géneros que nos gustan a lo que es nuestra realidad, la realidad mediterránea. De ahí el título y gran parte de las temáticas de las canciones.

P Imagino que para una banda es muy complicado grabar un primer trabajo...

R Mira, nosotros somos un grupo con muy poca maquinaria promocional. A la hora de componer las canciones, de hacer música, intentamos trabajar con la mayor calidad posible, como cualquier grupo profesional, pero la falta de 'estructura' se nota a la hora de hacer el trabajo sucio, la burocracia; y no solo hablo de grabar, sino también de buscar conciertos, por ejemplo. Pero bueno, ya habíamos hecho varios conciertos de presentación en distintos formatos, teníamos otros tantos previstos por la Región y fuera... Pero, claro, con todo el tema del coronavirus y lo que ha supuesto para la música en directo, lógicamente, se paró todo. Este concierto de Barranda es el primero que realizamos post-confinamiento.

P Un elepé, por cierto, que también se presenta en vinilo.

R Hemos realizado una edición en CD y otra en vinilo. Pero es verdad que, para nosotros, publicar en este formato era como una meta. A muchos de los miembros del grupo nos gusta mucho este formato; a mí personalmente me encanta, y tengo muchos discos que he heredado o he ido comprando. Pero bueno, el disco está también en todas las plataformas digitales, ¿Eh? Que también somos gente del presente. No obstante, la calidad que te ofrece el formato de vinilo a la hora de plasmar las canciones, de escucharlas... Es una experiencia diferente. También el tema gráfico, que ha sido muy importante para nosotros, influye: el arte de Estuario se disfruta mucho mejor en una carpeta de vinilo. Por cierto, el apartado gráfico es fruto de la colaboración con el artista moratallero Cascales.

P Un amigo tuyo de toda la vida.

R Sí, nos conocemos desde hace ya más de dos décadas. Él es un gran artista, aunque siempre se ha movido en el underground. Empezó con la cultura del fanzine, al frente de un colectivo contracultural de Moratalla que se llamaba El Comando Leproso, y ahora, como artista, ha tenido una evolución espectacular; siempre a la sombra, sí, pero apoyada en la libertad creativa y en una fuerza expresiva muy potente. Así que, además de ser un amigo, es un lujo poder tenerlo como artista. Aunque no hace muchas exposiciones, en los últimos años se le ha visto aparecer firmando, por ejemplo, las portadas de Crudo Pimento.

P Volviendo al apartado musical, ¿qué tal ha ido el proceso de grabación? Lo habéis grabado en El Miradoor, ¿no?

R Bueno, somos un grupo autogestionado... Obviamente, no somos los únicos (hay muchísimos; quizás más que gestionados por empresas de comunicación o discográficas), pero eso conlleva un sobreesfuerzo a la hora de realizar todo el proceso. Al final acabas tirando de gente que conoces y que sabes que son solventes, y eso es lo que pasa en El Miradoor de Alhama. Allí se han grabado grandes discos del rock y del pop underground de la Región de Murcia, grupos como Futuro Terror o Perro, que quizás no son súper conocidos para el gran público, pero que han tenido un recorrido. Marco, que es la persona al frente de El Miradoor, se ha ganado su prestigio. Un estudio muy recomendable que está en las faldas de la Sierra de la Muela.

P Por cierto, creo que empezaron cinco, pero no habéis parado de crecer (si no me equivoco, ahora sois siete). ¿Cómo fue formar Ronnie Lasdunas y el Combo de Arena?

R Fuimos dos caravaqueños los que nos unimos en un inicio: Carlos Rico, que toca el contrabajo, y yo, que toco la guitarra y canto. Por diferentes motivos, me fui a vivir a Guardamar, a la desembocadura, al estuario del Segura, y ahí es donde comencé a montarme mi propia película con una temática muy relacionada con el Mediterráneo y ambientada musicalmente por diversas influencias. En ese momento fue cuando me puse en contacto con Carlos, que tenía fichados a una serie de músicos que convivían con él en el entorno académico en el que se estaba moviendo y, de ahí, surgió la banda. Ahora, efectivamente, hemos llegado a formar un septeto, y poco a poco las tareas de composición se van repartiendo. Las canciones salen con más fluidez y mayor riqueza. Al final nos hemos convertido en un colectivo musical bien avenido.

P Has estado en varias formaciones, entre ellas Playmovil. ¿Por qué ahora Ronnie Lasdunas?

R Bueno, Ronnie Lasdunas es un personaje que me inventé para que viviera las aventuras y desventuras propias de ese universo musical que estábamos creando. Se trata de un personaje a través del cual se articulan todas las historias; un personaje que vive en el estuario, en tierra de nadie, que se mueve por el entorno de las dunas y es como que ha aparecido allí y le suceden cosas que no tienen por qué ser excesivamente transcendentes, pero que construyen toda la temática del disco. Estuario es un disco de mucha luz, de países y de evocación un tanto onírica, de lo que es nuestro entorno Mediterráneo. Al final se tira de realismo para ir creando un universo musical. Quien nos escuche verá muchos entornos y paisajes que le resulten familiares.