El 4 de noviembre de 1926 se reúnen los miembros del Comité Ejecutivo Pre Coronación, en el Salón de Juntas de la Casa Consistorial de Murcia, con intención de preparar las fiestas solemnes de la Coronación de la Patrona la Virgen de la Fuensanta, acordándose que la celebración se ubique en el Puente Viejo (por ser lugar elevado y de fácil acceso visual para la población); asimismo se acuerda convocar concurso de carteles para difundir la fiesta.

El día 29 se aprueban las bases del concurso de carteles; cuando el 16 de diciembre las bases (que indican 7 colores máximo, a un tamaño de boceto de 140x100 cm) se hacen públicas, el premio se establece en 1.500 pesetas, pudiéndose adquirir otros dos originales por 250 pesetas si el jurado competente, residente en la Corte y perteneciente al Círculo de Bellas Artes de Madrid, lo considerase oportuno. El plazo máximo de recepción de obra se fija a las ocho de la noche del 20 de enero de 1927, plazos que fueron prorrogados, lo que supuso que El Levante Agrario publicara que algunos concursantes opinaban el concurso no era serio: «Esperamos», dice la prensa, «que no haya motivo de protesta». Se presentan dos obras, y el jurado, compuesto finalmente en Murcia, declara desierto el concurso. Se acuerda que una comisión determine si procede adquirir algún otro boceto para imprimirlo a la mayor rapidez. A finales de febrero se presentan a la Comisión siete bocetos, entre ellos uno de Vicario, que se estima el mejor de los presentados. Dos días más tarde Vicario aclara en El Liberal: «Me interesa hacer constar que no he acudido, ni acudo, ni acudiré a concurso alguno de carteles del referido tema... Me he limitado a cumplir del mejor modo posible un encargo con que el señor alcalde tuvo la atención de honrarme. Hace días me hizo encargo de un boceto con libertad de tamaño y ejecución, que había de anunciar las Fiestas de la Coronación de la Patrona».

Se adquiere el cartel de Gil de Vicario aquí reproducido. Representa la ofrenda de la corona, que realiza una huertana y un huertano, a la Virgen, cuya imagen aparece en gran tamaño; alrededor del conjunto, de estructura piramidal, revolotean las palomas; bajo la corona, rosas y el escudo de Murcia. La litografía de don José Ortega imprime el cartel, con dominante color rojo fresa, destacando el gris y dorado de la Virgen. Las dos figuras arrodilladas y la Patrona se perfilan con un rotundo dibujo que parece ascender del faldón negro, en el que destaca la tipografía roja de palo seco. El cartel impreso se alejó del boceto, en el que dominaban los colores de tonos pálidos y rosas suaves de la Virgen y el fondo, que lo hacía menos llamativo y rotundo.

Otro boceto, encomendado a Alcaraz, recibió aplauso de la Comisión. Basanio escribe en El Levante Agrario que era el de Alcaraz el que debió ser impreso (se imprimió para los festejos de abril), y critica que los huertanos de Vicario, postrados ante la Virgen, parecen aragoneses. Quizá, como venía pasando en los concursos del Círculo de Bellas Artes, se desconfiaba del jurado o del procedimiento seleccionador.