Las joyas no solo tienen que ser naturales, bajo las aguas murcianas se esconden auténticos tesoros. Pocos conocen la peligrosidad de la costa regional para la navegación. El pasado año, el cazaminas Turia de la Armada encalló accidentalmente por aproximarse demasiado a la costa en una zona de bajos.

Muchos naufragios han sido documentados en multitud de cartas náuticas, sobre todo en el entorno de las islas Hormigas y Cabo de Palos, donde existen grandes cordilleras submarinas. El más letal ha sido el Bajo de Fuera, una enorme roca que emerge desde los 55 metros de profundidad hasta los 3 metros por debajo del nivel del mar.

Sirio

El Titanic del Mediterráneo

Una trampa perfecta para buques de gran tonelaje cuya víctima más famosa fue el Sirio, que naufragó el 4 de agosto de 1906. Un accidente, fruto de la negligencia del capitán Giuseppe Picone, en el que fallecieron al menos 240 personas de las algo más de 700 que, según cifras oficiales, transportaba el buque. Permaneció durante días sobre el Bajo hasta que un temporal de levante consiguió sumergirlo en las profundidades. Más tarde, las investigaciones apuntaron a un turbio negocio del comandante para incrementar el pasaje con emigrantes españoles, de ahí que se aproximara de forma tan temeraria a la costa. Del mismo modo, en una expedición al pecio no se logró encontrar la caja fuerte, la cual se sospechó que Picone pudo sustraer.

Minerva

'El Bocabajo'

Antes que el Sirio, otros buques pasaron a poblar el lecho marino del Bajo de Fuera. Este vapor británico navegaba en 1899 cerca de las Islas Hormigas cuando dio con la peligrosa roca. El pecio es conocido entre los buceadores por la curiosa posición en que cayó, de ahí que le llamen el 'Bocabajo'.

North America

La primera víctima del Bajo

El primero de a bordo. North America fue la primera de las tres embarcaciones que el Bajo engulló. Un vapor italiano hundido en 1883, del que no hubo que lamentar víctimas mortales. Tenía una eslora de 128 metros. Sus restos, como el del Sirio y el Minerva, se hayan a una profundidad que ronda entre los 40 y los 60 metros.

Isla Gomera

Naranjas en la costa

El caso más conocido y reciente ocurrió también en Cabo de Palos. En los fondos de su rica reserva se encuentra el pecio del Isla Gomera, más conocido entre los lugareños como 'Naranjito'. Se trataba de un buque mercante español botado en Cádiz en 1918 con el nombre de Nadir. Cubría la ruta entre Cartagena y Barcelona con un cargamento de naranjas cuando la noche del 14 de abril de 1943 naufragó, según el parte oficial de la Armada, «por una vía de agua» en su casco. Las únicas víctimas mortales fueron la mujer y el cuñado del maquinista por hipotermia. Los días siguientes cientos de naranjas arribaron a las calas de Cabo de Palos. Una rocambolesca historia que muchos lugareños aún recuerdan y de la cual se ha hecho incluso un documental llamado Nadir: El naufragio del Naranjito.

Ulla y Turia

Arrecifes artificiales

Más peculiares son los casos de los navíos de la Armada, Ulla y Turia, ambos comprados a la armada estadounidense en 1955 y empleados como patrulleros hasta los años 80. Una vez dados de baja en 1993 fueron ordenados hundir frente a La Manga en 1999. El objetivo era, una vez inutilizados, que su estructura pasara a formar un arrecife artificial en la reserva marina. Los temporales han ido desintegrando los pecios y apenas quedan restos.

Vargas

Un pecio en el dique de Navidad

Hallado en 1997, no fue hasta el 2009 que se pudo identificar al barco. Un vapor hundido en 1886 que cubría la ruta entre Marsella y Sevilla. Dato que se pudo descubrir gracias a la vajilla que se encontró entre los restos del pecio. Según un expediente conservado en la Autoridad Portuaria de Cartagena, el naufragio se debió al abordaje por parte de otro barco.

La amenaza de los submarinos alemanes

Cinco barcos, entre ellos uno español, fueron torpedeados por U-boot germanos durante la I Guerra Mundial.

Botado en Liverpool en 1899, el Stanfield naufragó en 1916 mientras se encontraba transportando carbón para el ejército italiano. Las causas del accidente fueron motivo de disputa en la prensa por las misteriosas causas de su naufragio. En un principio se apuntó al choque con otro buque, finalmente se demostró que fue alcanzado por un torpedo, seguramente disparado por un submarino alemán.

Estos ataques se volverían recuentes durante la guerra. El siguiente sería el Alavi, un vapor británico y la primera víctima del submarino U-35 de la Kaiserreich Marine. Hundido enl 13 de octubre de 1917, sus 35 naúfragos, entre ellos su capitán Fredigh Williams, fueron rescatados por el vapor español San Juan. Al día siguiente el mismo submarino atacaría a tres buques que navegaban en grupo: Tordhisa, (Noruega), Doris (Italia) y Despina Michelinos (Grecia).

El Thordisa, más conocido como Carbonero, se ha convertido junto al Sirio y el Naranjito en una de las mecas del buceo en la zona. El buque italiano construido en Cardiff en 1888 se encuentra partido en dos a una profundidad de 45 metros a dos millas al noreste de Isla Grossa.

El Doris era un carguero italiano botado en Génova en 1901que transportaba carbón y aceite a Glasgow.

Por su parte, el Despina Michelinos era el único de la escuadra atacada por los alemanes que navegaba armado con un cañón de 47 milímetros, que no llegó a disparar.

No obstante, entre las víctimas de los submarinos alemanes también hubo un buque español. A pesar de navegar bajo pabellón neutral, el Francolí, de la compañía Trasmediterránea, trasladaba un cargamento de esparto desde Alicante a Sfax (Reino Unido) cuando fue interceptado por un torpedo frente a La Manga en 1917. Los 26 supervivientes del ataque fueron auxiliados por el buque francés Saint Servant, que ahuyentó con su artillería al submarino.

Vestigios de la actividad mercantil romana

Los Pecios romanos son también abundantes dada la intensa actividad comercial que tuvo el puerto de Cartago Nova. Aunque la estructura de estos pecios no se conserve, sí se han recuperado materiales del cargamento que transportaban. Estas manufacturas se han encontrado en la bahía de Cartagena, la isla de Escombreras y los yacimientos de San Ferreol (San Pedro del Pinatar) y Punta de Algas (La Manga).

En la mayoría de los casos fueron descubiertos por accidente. En el caso de Punta de Algas por un pescador en1959,siendo uno de los primeros proyectos emprendidos con técnicas arqueológicas. Se trataba de un pecio romano republicano, datado en el s. I a. C., que transportaba un cargamento de ánforas vinarias.

San Ferreol se encontró en 1976. En el yacimiento de época romana republicana, a diferencia del de Punta de Algas, sí se encontraron algunos objetos de valor tales como vidrios polícromos o un estuche de marfil.

La situación excepcional de la isla de Escombreras la ha convertido en un emplazamiento excepcional para este tipo de hallazgos. En 1961 se localizó el 'Pecio del Capitán'. Incluso dentro de la misma bahía se encontró también el pecio Cartagena I en 2007 con toda su cubierta llena de ánforas itálicas.