Una de las primeras imágenes que se conservan de la Tuna de la Universidad de Murcia (Estudiantina Escolar Murciana era el nombre con el que se conocía comúnmente), es ésta, tomada en el patio de la Universidad de Murcia en su sede del Barrio del Carmen, con diversos estudiantes encaramados a los poyetes y las columnas de aquel primitivo claustro.

Era esta una costumbre muy arraigada en la época entre los estudiantes e incluso entre los profesores jóvenes, la de subirse a cualquier lugar que les permitiera salir en la foto cuando éstas eran aún muy escasas.

Sentado en el centro se puede ver al rector José Loustau, y a su izquierda, a Laureano Sánchez Gallego, decano de Derecho y vicerrector de la Universidad de Murcia respectivamente. Se trata de una de las escasísimas imágenes que se conservan en el centro de estudios del salamantino Sánchez Gallego, que sería rector de la Universidad de Murcia durante la primera mitad la Guerra Civil. El catedrático de Derecho es hoy una figura casi olvidada en la historia de nuestra universidad. Fue un jurista insigne que se vio obligado a emigrar a México, país donde murió en 1945. Junto a ellos se puede ver a José Viñas Mey, profesor de Química, y Rafael García Villalba. En los extremos, los estudiantes Alejandro Ayuso y Ricardo Galán, presidentes de la Tuna y las personas que la pusieron en marcha.

En enero de 1928, la Tuna Escolar Murciana «suficientemente preparada», según aseguraba la revista Murcia Gráfica, era presentada al público murciano «vistiendo el tradicional indumento estudiantil», augurándole Catiel, seudónimo del periodista firmante de la noticia, «un éxito brillante a sus iniciadores», y felicitando a la Federación Murciana de Estudiantes, de la que había salido la idea de su puesta en marcha.

Un mes más tarde tuvo lugar la presentación de la Tuna en la Universidad de Murcia, momento que recoge la primera de las imágenes, tocando algunas piezas de su repertorio. Un artículo de la revista Reflejos detallaba su apretada agenda de aquel día, habiendo postulado por diversos centros oficiales de la capital, entre ellos los Gobiernos Civil y Militar, Ayuntamiento, Diputación, Instituto y Escuelas Normales, incluyendo asimismo la vivienda particular del preboste murciano Isidoro de la Cierva, donde fueron agasajados con licores y habanos. Ahí es nada.