Muerdo finalizó la gira de presentación de su disco La mano en el fuego con sendos llenos en Madrid y Barcelona, para volver en febrero (como un Manu Chao) a Latinoamérica, donde sus canciones están teniendo tal eco que se reflejó incluso en las protestas habidas en Chile y Colombia: letras de algunas de sus canciones aparecieron escritas en pancartas durante las manifestaciones. Su nuevo disco, que cuenta con el apoyo de Warner Argentina, está ya muy avanzado, y probablemente salgan unos adelantos a partir de octubre antes de su publicación, prevista para enero de 2021. Pascual nos pone al tanto de sus proyectos y de cómo vive la situación tan lejos del hogar.

P ¿Dónde estás vos? ¿En Buenos Aires?

R Hola, querido Ángel. Sí, estoy en Buenos Aires, en Capital Federal, ocho y media de la mañana, buena hora para charlar con un amigo.

P ¿Te pilló allí la pandemia?

R Sí, vine a grabar mi disco y, aprovechando que iba a estar aquí, iba a hacer un concierto bastante grande, para 2.000 personas, en la Ciudad Cultural Konex, y también en el teatro Caupolicán en Santiago de Chile, y esos dos shows los tuvimos que cancelar; pero, por suerte, con el proceso de grabación sí que puedo continuar, y en eso estamos, tratando de cuidarnos y de aprovechar el tiempo. Me ha venido bien para terminar el proceso de composición del disco, y ahí estamos avanzando la grabación.

P ¿Está influyendo todo esto que estás viviendo últimamente en la composición de este disco?

R Sí, tenía como unas diez canciones compuestas cuando me metí al estudio, y luego me tocó estar 45 días que me fui fuera de Capital a Provincia de Buenos Aires a pasar la cuarentena un poco más tranquilo. Ahí iba con el productor haciéndonos envíos de ida y vuelta de archivos, y estos días sí que surgieron otros cinco temas, con lo cual hemos tenido más posibilidades de elegir y redondear mejor el repertorio.

P Últimamente pasas casi más tiempo en Latinoamérica que aquí en España, ¿no?

R 2020 lo tenía previsto así. Me vine a principios de febrero, y la idea era pasar aquí hasta septiembre-octubre, y parece ser que es lo que va a suceder, porque tampoco hay vuelos ahora para volver. Nos habíamos planteado todo el año 2020 sin conciertos en España; queríamos parar para volver con todo en 2021, festivales, salas y demás, así que por ese lado la pandemia digamos que no me ha trastocado tanto los planes. Era lo que esperábamos, un año más de composición y de grabación.

P Frases de canciones tuyas han aparecido en pancartas de manifestaciones en Chile o Colombia, ¿recuerdas de qué canciones? ¿Lo viste en algún telediario?¿Te lo contaron?

R Más que telediario, te va llegando a través de etiquetas en redes sociales. Justo cuando estalló la revuelta en Santiago, el 18 o 19 de octubre, me empiezan a llegar fotografías de letras como Lejos de la ciudad o Canto para el que está despierto; la gente marchando en las calles con las letras. Evidentemente, hay miles de pancartas, y unas pocas serían con mis canciones; no es que sea la bandera principal del movimiento, pero sí que me hizo mucha ilusión, y fue algo bastante impactante, y también que luego en Colombia, a los pocos días.

P ¿Te han prohibido la entrada a Chile o Colombia a raíz de esto, como ya le ocurrió en su momento a Serrat?

R No, a mí no me ha pasado, por suerte, pero sí pasé bastante miedo el día de los conciertos en Santiago de Chile. Fue en mitad de la protesta, y el teatro estaba bastante cerca del epicentro de la protesta.

P Y tú ya estabas señalado.

R Claro. Sí que pasé miedo porque estaba el estado de excepción, y era un teatro de mil y pico personas en el que además hicimos dos funciones, con lo cual en la puerta se juntó la gente que salía de la primera con la que entraba a la segunda. Fue algo muy curioso, porque el carácter de ese concierto de Santiago fue plenamente de protesta, parecía una marcha. Había momentos en los que yo me tenía que callar en el escenario, la gente estaba arengando, y cantando consignas 3, 4 minutos, y en la puerta del teatro sí que se armó una aglomeración de gente considerable. El público cortó la calle del teatro, y esto al final sí que te hace pasar un poco de miedo, decir: «Aquí mataron a Víctor Jara y no se enteró nadie». Me sentía un poco desprotegido.

P ¿Cómo se está viviendo la pandemia en Buenos Aires? ¿Hay confinamiento?

R Sí. Alberto Fernández impuso el confinamiento una semana después que en España, o sea, con bastante anticipación para la situación en Argentina, porque aquí hay unos 5 muertos por día. La cosa aquí está bastante contenida, pero sin embargo sí que se han tomado medidas drásticas desde el principio, con lo cual estamos tranquilos, porque parece que aquí está yendo muy lentamente el contagio; también se prevé que dure más. Vamos a estar en confinamiento obligatorio hasta mitad de junio o por ahí.

P De momento, los planes de gira previstos imagino que se han suspendido. ¿Allí también se han suspendido los conciertos?

R Sí, se suspendieron todos los aforos para más de 1.000 personas; el nuestro era para un lugar de 3.000 personas, con lo cual se suspendió, y terminaron prohibiendo todo tipo de eventos. Se prevé que se reabra para septiembre, octubre.

P Aparte de tu disco, el año pasado, por ejemplo, ya estrenaste gira por festivales.

R Sí, estuvimos en el Sonorama, en el Arenal Sound, en Río Babel, en varios festivales. Nosotros, 2020 nos lo habíamos tomado plenamente para crear. Tenemos prevista la presentación del álbum para 2021, y hacer gira de salas tanto en España como en Latinoamérica los meses de marzo, abril y mayo; luego volver a festivales en España, y luego festivales en Argentina, Chile y Perú. Por ese lado no hemos tenido que trastocar nuestros planes. Nuestra idea con la compañía es sacar un adelanto del disco en octubre, otro en diciembre, y ya en enero sacar el álbum.

P ¿Tienes colaboraciones en el nuevo disco? Aparte de haber tenido colaboraciones en discos anteriores, has estado en una historia que se llama Serie agusticos (en lugar de acústicos).

R Exacto. Son grabaciones audiovisuales que hemos hecho a lo largo de los últimos tres años, enfocadas básicamente a youtube. Son las canciones desnudas, tal cual nacen, con compañía solo de un instrumentista, normalmente un guitarrista, y una colaboración vocal. Lo empezamos a hacer a finales de 2017 de hecho, con Rozalén, El Kanka€, y luego hemos continuado hasta finales de 2019. Una vez que ya estaba todo publicado en youtube, decidimos masterizar un poco las grabaciones y subirlas a Spotify bajo el paraguas de un álbum digital que adquirió el nombre de mi última gira con España: Fin de la primera vida.

P En este nuevo disco también vas a tener alguna que otra colaboración.

R Tengo varias, no muchas; estoy tratando de no hacer tanto 'featuring' porque he hecho muchísimo en los últimos años. Tengo dos o tres colaboraciones, y ninguna es española. Una es colombiana, otra argentina€

P Da nombres.

R No puedo decir nombres todavía. Me tengo que guardar la baza para tener algo que contar cuando salga el álbum. Te voy a adelantar una: Lido Pimienta, una artista colombiana-canadiense enmarcada en la electrónica world music. No lo pongas como titular.

P Estos días muchos músicos están apareciendo a través de las distintas redes sociales, y lo agradecemos, y están ofreciendo sus canciones, y ha habido algún festival. Tú has participado en Yo Me Quedo En Casa Festival. ¿Qué tal ha sido la experiencia?

R Bien, yo solo he participado en este. Me han ofrecido participar en muchos más; también me han llegado propuestas de canciones colectivas, y he declinado todas, porque me parecía también que era un momento interesante para callar; si el mundo nos estaba dando una señal diciendo 'parad', 'escuchaos', traté de tomar esa señal. Sí que hice Yo Me Quedo En Casa Festival porque me parece también interesante tratar de animar un poco la cuarentena y amenizar todo este proceso. Lo hice a través de este festival básicamente porque lo montaba mi compañía, y me pareció interesante por la difusión extra que ha tenido, porque aglutinaba a una gran cantidad de artistas de todo tipo. Estuve en la primera edición, y ahora en la última. La primera fue muy impactante por el número de gente que se congregó. Yo nunca había hecho un directo con tanta gente; luego todo esto ha ido perdiendo fuelle, como era de esperar, y, sí, ha habido un montón de iniciativas interesantes. A mí me propusieron varias canciones colectivas, pero me parecía todo un poco oportunista, de alguna manera forzado, y poco perdurable, porque estas canciones están demasiado sujetas a la coyuntura del momento, pero me ha parecido interesante toda la agitación y el movimiento que ha habido.

P Los músicos que ya tenéis un status percibís derechos; estáis un poco más amortiguados frente a esta situación.

R ¡Yo he tenido una suerte con eso a nivel económico€! Este era mi último disco con la editorial, me iban a dar el adelanto que me correspondía, y me dijeron: «Si renuevas dos discos más, te subimos la apuesta». Me he quedado supertranquilo, con un buen colchón para este año y el próximo.

P Me viene a la cabeza la gente que acompaña a los artistas, que lo lleva bastante crudo, y te lo planteo porque eres un tipo que se mueve en el compromiso. ¿Cómo ves esa situación?

R Muy jodido. En mi banda de España tengo gente que ha tenido un poquito más de colchón, que ha tenido más actividad en los últimos años, meses, y gente que no. Nosotros, desde Son de Tres, lo que hemos hecho es hacer unas camisetas que estamos vendiendo por Internet con el nombre de todas las bandas de la oficina para el dinero que recaudemos repartirlo entre técnicos y runners. Son los más afectados, incluso más que los músicos. La gente del staff suele vivir todavía más al día, y hay gente que lo está pasando mal, porque era una situación totalmente imprevista esta, y económicamente es un garrón, como dicen aquí en Argentina. Hay que tratar de hacer este tipo de iniciativas, de ser un poco solidarios, porque son familias lo que hay detrás de estas personas que hacen un trabajo imprescindible para el artista, para la industria en general.

P Se te ha pegado el acento.

R Sí, tío. Cuando voy a Murcia o hablo con un murciano un rato, enseguida se me quita, pero como estoy aquí, supongo que por mimetización acabo hablando así, ¿viste?

P Pues, acho, Pascual, me imagino que echas mucho de menos a la familia. ¿Quieres aprovechar para mandar un saludo?

R Sí, por supuesto, un saludo para todos mis amigos, mis amigas, mi gente de Molina, de Murcia. Ya sé que están empezando a abrir las terrazas; que disfruten de las cañas, de las marineras, del sol murciano. Yo espero, cuando abran los vuelos comerciales, por lo menos irme un par de meses para allá.