El 13 de mayo del 2000, hace exactamente 20 años, el cantante Serafín Zubiri se subía al escenario del Festival de Eurovisión para representar a España por segunda vez, una experiencia que recuerda como un "regalo" que le ha permitido "seguir colgado del sueño de la música" hasta hoy.

El navarro puede presumir de ser uno de los tres artistas privilegiados, junto a Conchita Bautista y Raphael, que han representado en dos ocasiones a nuestro país, y por eso - asegura en una entrevista concedida a la Agencia Efe-que está "en deuda" con el festival: "Se lo debo todo a Eurovisión", una plataforma que le dio a conocer internacionalmente.

El músico viajó a Suecia en las dos ocasiones; la primera vez a Malmö en 1992 con 'Todo esto es la música', sobre la que comenta que al ser "todo nuevo" para él tenía "más nervios" y "más presión"; y la segunda a Estocolmo en el 2000, mucho "más intensa", pero también "más tranquila" por su experiencia previa.

Según explica Zubiri, esta nueva oportunidad llegó en un momento en el que "había tomado la decisión de dejar profesionalmente la música" por no tener trabajo, ni compañía de discos, algo que le hizo creer que su carrera había tocado fondo, por lo que volver al festival fue como "cuando te dan un regalo que no te esperas".

Por ello, se siente afortunado de haberse "equivocado" al pensar que había "quemado su etapa artística profesional", y agradece a la canción 'Colgado de un sueño' todas las oportunidades que le brindó, como lanzamientos de discos y colaboraciones en programas de televisión en España y Argentina.

En 2013 comenzó a hacer espectáculos con bandas de música de toda España y en la actualidad dirige una productora, con la que realiza espectáculos y los comercializa. "Estoy viviendo los mejores momentos de mi vida musical", relata.

Desde un espectáculo en el que recuerda a Nino Bravo, hasta el más reciente, el Festiband Eurovisión, un "reflejo claro de la esencia pura" del festival junto a otra representante: Anabel Conde, que actuó en 1995 con 'Vuelve Conmigo' y logró acabar en un segundo puesto, un "récord" que nadie ha superado desde entonces.

El evento ha perdido la "categoría" que tenía

Aunque se define como un "defensor" de Eurovisión, también reconoce que el evento ha perdido la "categoría" que tenía antaño, cuando contaba con una orquesta en directo y era un festival para buscar "la mejor canción de Europa", para convertirse en un "espectáculo audiovisual" más prefabricado.

En cuanto a los discretos resultados obtenidos por España en los últimos años, Zubiri lo atribuye a que el festival "no se vive como algo importante" en el país, a pesar de contar con una gran base de "eurofans", porque es un producto en el que RTVE "no se implica lo suficiente".

También admite que en ocasiones "hemos metido la pata en lo que hemos llevado", como en 2008, cuando la audiencia eligió a Rodolfo Chikilicuatre con algo que empezó como una "coña" para acabar "colándosela" a RTVE en lo que califica como una "falta de respeto" en detrimento del festival.

"Tengo mucho sentido del humor, pero debe estar en los contextos adecuados", añade un crítico Zubiri, que considera que la representación de Chikilicuatre fue una "chapuza" permitida por la televisión pública. "Los responsables de eso fueron los que en ese momento dirigían el festival en RTVE", dice tajante.

Algo incomprensible para Zubiri por la inversión anual que la televisión pública destina a Eurovisión y que debería traducirse en "hacerlo lo mejor posible", y más tratándose de una de las televisiones que conforman el denominado 'BIG 6' junto a las de Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y el anfitrión del año.

Todas forman parte de este selecto grupo por ser aquellos organismos que más dinero aportan al festival y, como recompensa, obtienen un pase directo a la Gran Final, en comparación del resto de países que, desde 2004, deben superar una semifinal previa para poder formar parte de los 26 países finalistas.

Por este motivo, Zubiri cree que habría que "cuidar más" la participación española en el festival con "buenas canciones, buenos artistas y trabajando muy bien la puesta en escena", ya que se trata de uno de "los eventos más vistos del año" en datos de audiencia. "La gente lo critica pero luego lo ve", admite.

Blas Cantó representará a España en 2021

No podrá ser así este año, ya que la pandemia de la Covid-19 también se ha llevado por delante la 65º edición del Festival de Eurovisión, que iba a celebrarse durante este mes de mayo en Róterdam (Países Bajos), con Blas Cantó como representante de España, que repetirá en 2021 por ser una "buena apuesta", según Zubiri.

De hecho, admite que le dijo a Cantó: "Si necesitas un corista, aquí estoy yo", y admite que no se negaría a volver a participar en Eurovisión, aunque no es algo que "entre" en sus planes. "Si me plantearan una canción que a mí me gustase, le viese posibilidades y me sintiese cómodo no aseguraría categóricamente que no".

El virus también ha afectado a sus "previsiones" de trabajo para este 2020 con el aplazamiento de muchos de los conciertos que tenía cerrados, pero Zubiri, ahora confinado en Valencia, procura "adaptarse a las circunstancias" y asegura que intentará "aguantar este tirón lo mejor posible".