ARCO 2020 ya está aquí. Desde hoy y hasta el próximo domingo, más de doscientas galerías de una treintena de países, trescientos coleccionistas y doscientos profesionales de todo el mundo arte contemporáneo desembarcan en Madrid para asistir a «la feria de las ferias», en palabras de María Ángeles Sanchez, la directora de Artnueve.

La galería murciana vuelve este año a la gran cita española del arte contemporáneo después de varias ediciones ausente. Quienes tampoco faltarán son Nacho Ruiz y Carolina Parra, responsables de T20, que en sus dos décadas al frente de este espacio en la calle Victorio de la capital del Segura -este año, precisamente, están de celebración por culpa de ese vigésino aniversario- no han faltado ni una sola vez a ARCO y, en esta ocasión, desembarca en Ifema con toda la artillería.

Ambas son las dos únicas galerías de la Región que tendrán un estand en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, aunque la estrategia de una y otra es completamente distinta, casi antagónica. Por un lado, T20 ha viajado hasta la capital del Estado con obra de una decena de artistas, una «apuesta fuerte» que responde al «gran momento» que atraviesa en la actualidad el proyecto de Ruiz y Parra. «A estas alturas no podíamos escatimar ni hacer una representación menor», aseguraba ayer el codirector de la galería, que resaltaba el incremento en metros del espacio que tendrá T20 en esta edición de ARCO. Y no es para menos, ya que hay que acoger a Francesc Torres, Daniel G. Andújar, Ana Barriga, Yann Leto, Gala Knörr, Paloma de la Cruz y a los murcianos María Carbonell, Miguel Fructuoso, FOD y Sonia Navarro.

Pero es que, en realidad, no podían ser menos: por un lado, T20 muestra obra de sus nuevos fichajes (es el caso de Knörr y De la Curz), pero también de algunos de sus emblemas, como el francés Yann Leto, que, a su vez, muentra la faceta internacional de la galería. Y, en un año tan especial para ellos como este, la presencia de Miguel Fructuoso, FOD y Sonia Navarra no era discutible: «Es que llevamos veinte años con ellos... Empezamos con ellos. Por eso esta edición es también, en cierto modo, una celebración», apunta Ruiz, que asegura que, consecuentemente, la expectativas ante esta feria son «máximas».

El caso de Atnueve es parecido en cuanto a que la galería se encuentra en uno de los puntos más álgidos de sus más de veinte años de trayectoria. De hecho, su directora asegura que se encuentra en «un momento decisivo» y por ahí explica su vuelta a ARCO. «Teníamos un proyecto muy potente y que, creo, representa a todo el programa de la galería. Por eso para nosotros era importante para presentarlo aquí, en la feria de las ferias, donde se dan cita todas los agentes importantes del mundo del arte (comisarios internacionales, coleccionistas, prensa...), y teníamos esa necesidad de visibilidad», indica Sánchez.

El proyecto, por cierto, es Deseo de ser forma, del granadino Pablo Capitán del Río y el cartagenero Javier Pividal, «una muestra que se concibe como un diálogo entre ambos -apunta la galerista-. En sus trabajos -continúa- están presentes el tiempo, la memoria y, en general, los problemas que invaden al individuo en la sociedad actual. La diferencia es que uno se expresa a través de la escultura y, el otro, de la 'palabra', diría yo». De hecho, es esa forma de entender el arte como un espacio de reflexión la que ha llevado a Artnueve a volcar en ellos la misión de representar el proyecto global de la galería de la mejor manera posible. «Todos nuestros artistas son importantes para nosotros, pero queríamos que los que vinieran pudieran contar su historia y la de Artnueve con, al menos, cinco o seis piezas», apunta la directora de este espacio, situado al lado de Centrofama. «Sabemos que es arriesgado, pero ARCO acostumbra a apoyar este tipo de proyectos», confía Sánchez, a la que le esperan cinco días frenéticos.