La 'Contact improvisation' es una técnica de danza posmoderna que persigue la exploración del movimiento a partir de la improvisación que puede generar el contacto físico. Uno de sus grandes estudiosos, el canadiense Mark Young, tutelará a partir de hoy un taller al respecto en la caja escénica del Centro Párraga.

El curso, que tendrá una duración de dos semanas, hará un recorrido por los patrones de movimiento que han incidido en la forma de espiral de nuestro organismo, pasando de la corriente taoista del Tai Chi al 'Material for the spine' obra del americano Steve Paxton.

Esta técnica permite, a través de ejercicios de suelo, saber más sobre las tensiones innecesarias que adoptamos y facilita a los bailarines y actores una profunda toma de conciencia de su propio cuerpo. La 'Contact improvisation' surgió en los 70 gracias al trabajo de Paxton y Nancy Stark Smith, que buscaban nuevas formas de relacionarse con el cuerpo humano a través del tacto y el espacio.

El método se difundió ampliamente por Estados Unidos y Europa, llegando a poner contra las cuerdas varias de las convenciones sobre danza de la época. Al tener la improvisación un gran peso en su desarrollo, la técnica puede adquirir infinidad de variantes, como danza contemporánea, recurso acrobático, espacio lúdico o, incluso, herramienta terapéutica. Otra de las claves de su popularidad es su escasa barrera de entrada: no es necesaria una técnica clásica para practicarla.