Joyful, no hay una palabra que describa mejor lo que quiere hacer sentir al público la compañía murciana Belter Souls, dirigida por el infatigable Pablo de Torres e integrada por un elenco espectacular de jóvenes músicos y actores murcianos: dieciséis cantantes con unas voces fantásticas -un coro de gospel sin reverendos- y nueve instrumentistas trazando un recorrido por la música negra. Ya habían puesto el cartel de agotadas las localidades en los principales escenarios y auditorios de la Región, pero ahora salen fuera y triunfan incluso en plena Gran Vía madrileña compitiendo con los más afamados musicales. Coincidiendo además con el lanzamiento de su primer disco en estudio, grabado en Loopers Estudio con Pepe Ludeña, despiden el año en Murcia con un especial de Navidad de Joyful!, que fusiona la fuerza de un concierto de góspel con una cuidada puesta en escena y una divertida dramaturgia. 'Joyful' se refiere al Himno a la alegría de Beethoven, y el espectáculo hace honor a su nombre. Hace vibrar y reír; emociona. Como dice Pablo de Torres, "no hay nada más importante que la felicidad".

Todo va viento en popa.

La verdad es que sí. Todo estupendo, no nos podemos quejar por nada. Si hace 3 años, cuando monté Belter, me dicen que hoy iba a estar donde estamos, no me lo habría creído.

Pero es que, además, no cesáis de dar sorpresas. El disco, por ejemplo. ¿Era uno de los objetivos que os habíais planteado, o ha sido una necesidad que se ha impuesto a lo largo del desarrollo del proyecto?

No era uno de los objetivos, no contábamos con ello, pero había una demanda brutal cuando acababa cada actuación: 'Oye, esto que acabo de oír en directo quiero tenerlo para escucharlo en casa, en el coche...'.

Teníais alguna maqueta.

Sí, pero grabada hace mucho tiempo. No nos representaba ahora mismo. También creo que ha sido un acierto no grabar antes el disco; hace falta un nivel de madurez, porque queda para siempre, y la compañía creo que ha crecido muchísimo en este tiempo, hemos mejorado muchísimo en todos los niveles; a nivel artístico es una pasada ahora cómo trabajamos, y las voces cómo suenan. Seguro que dentro de dos años, y será buena señal, escucharé el disco y diré 'ay, esto', pero estoy contentísimo.

Lo habéis grabado en Loopers Estudio.

Sí, Pepe Ludeña tiene un estudio brutal, y él es brutal. Quizá no es de los productores, cuando sacan las listas, que tienen más fama, pero creo que es de los pocos productores, si no el único, que podría haber grabado esto, y de la forma en que lo hemos hecho.

Él de todos modos está muy experimentado. Se mueve mucho en el campo de las músicas de raíz, pero no solo ahí; su espectro es muy amplio. ¿Qué le dijisteis? 'Necesitamos un disco y queremos grabarlo al estilo de los choirs de Memphis'?

Es todavía más difícil. Lo llamo (soy amigo de Pepe, trabajamos juntos mucho), y le digo: "Necesito un disco el mes que viene, para Navidad".

Funcionáis así, ¿no?

Llevábamos tiempo con la idea en la cabeza, pero nos decidimos a hacerlo finalmente hace menos de un mes. Le dije que lo quería tener para Navidad, y si lo tenía, presentarlo en Murcia el día 28. Me dijo: "¿Estás loco?", porque no es un disco fácil de grabar, no es una batería, un bajo y una guitarra. Quince voces, una banda de músicos, no es tan sencillo, pero nos hemos encerrado ahí en Loopers él y yo, y estoy muy contento con el resultado.

Ocho músicos, aparte de las cinco voces. Si le damos alma soul, alma negra, hay que tener vientos, está claro.

Sí, una sección de tres vientos, y batería, un percusionista, un teclado (que ahora se van a convertir en dos porque me lo piden), guitarra y bajo.

¿Otro teclado además del tuyo?

Sí, ahora mismo voy yo solo de teclista, y el día 28 ya seremos dos teclistas encima del escenario.

¿Habéis tardado mucho en las sesiones de grabación?

No, porque los temas iban muy preparados, llevamos mucho tiempo cantándolos, iba todo muy producido, y todas las voces se grabaron en un día. Ha sido casi como una grabación en directo. Nos hemos tirado más tiempo en la mezcla y en el mastering, a Antonio Eriatarka lo he vuelto loco, pero al final ha quedado como queríamos.

El disco es básicamente vuestro repertorio.

Sí una parte del repertorio de Joyful!, del espectáculo. De hecho el disco se va a llamar así. Son ocho canciones de dieciséis que hay en el espectáculo, si no me equivoco.

¿Qué habéis seleccionado? Aparte de las que mejor hayan quedado, supongo.

Las ocho que grabamos son las ocho que han entrado en el disco. Hicimos la selección conforme a varios criterios. Uno, que las versiones fueran lo más propias, las más originales nuestras. Hay temas como Crazy o como Land of thousand dances que los han grabado todos los artistas del mundo.

Todos los artistas negros y algunos blancos.

Exacto, pero las versiones que hacemos son muy nuestras. Crazy, por ejemplo, no tiene nada que ver con el original, es un ritmo mucho más disco, hay un puente compuesto por nosotros en medio, y Land of thousand dances, tres cuartas partes de lo mismo. Hay partes dentro de la versión compuestas por nosotros. Entonces queríamos que tuviera nuestro sello más personal. No le veía sentido, aunque seguramente en un futuro lo haremos, a grabar Happy day de la forma que lo han grabado 2.000 artistas negros. No puedo competir con ellos.

La última la escuché con los Campbell Brothers. Por cierto, acompañados en esta ocasión por Vocal Chords. Para ellas seguro que fue un lujazo, se les veía encantadas.

No he hablado con ellas, pero tenían esa oportunidad. A Murcia siempre se han traído grupos así desde hace mucho tiempo, y con la nueva programación del Teatro Circo y el Romea estoy contentísimo, que haya proyectos en Murcia de música negra, que parecía que aquí hacemos de todo menos eso, mola.

También se hace, aunque menos. En cuanto al góspel, parece que el adviento es la época idónea, pero aunque vengan en verano (ya ha ocurrido alguna vez en el Festival de Jazz de San Javier) llenan. ¿Qué tiene el góspel que atrae tanto?

Yo lo digo siempre, me tiro piedras contra mi propio tejado, porque yo soy pianista, pero es que no hay ningún instrumento que tenga el poder de emocionar y transmitir sentimientos y energía como la voz humana. Al final, todos cantamos. Mejor, peor, en la ducha, en el coche o en el escenario, pero todos cantamos o hemos cantado en algún momento. Y ver tanta gente, en nuestro caso doce/quince cantantes encima del escenario creo que llama mucho la atención y es un subidón de energía.

Hay otro aspecto, no tan importante, pero también llamativo, que es el de las coreografías. ¿Quién se encarga?

Por suerte tengo un equipazo alrededor en todos los aspectos. Llevar algo tan grande yo solo no podría, en nada. Ni la parte artística en exclusividad ni toda la parte administrativa y de producción. Somos muchos y muy buenos son todos.

No os habéis liberado todavía de la parte administrativa?

No. Nos gusta autogestionarnos. La parte empresarial la llevamos nosotros. Acabamos de fichar con Meteórica, una empresa de booking, y a partir de ya, de 2020, empiezan a gestionarnos ellos toda la parte de contratación, y es un alivio grande, y un paso enorme, porque vamos a llegar a sitios que de manera independiente habríamos tardado mucho más tiempo.

¿Quién se encarga entonces de la parte más teatral?

Nosotros, lo teníamos claro desde el principio. A mí me gustan las grandes producciones y los espectáculos.

¿Te refieres a los musicales, por ejemplo?

Sí, de hecho, con Joyful! tenemos siempre que nos preguntan el dilema. ¿Es un musical? No. ¿Es un concierto? Tampoco.

Un poco de las dos cosas.

Está un poco a mitad de camino entre las dos cosas. Lo definimos como espectáculo musical. Evidentemente lo principal es la música cuando tienes veinte músicos encima del escenario, pero si ese mensaje que envía la música lo acompañas de una buena escenografía, una dramaturgia, que también tenemos, textos y gags teatrales, y cosas así, y de algo que digamos el envoltorio del regalo lo hace también bonito, es mucho más llamativo para el público.

Todo eso no lo recoge el CD.

No, el CD recoge la esencia de Belter Souls y de Joyful!, el espectáculo, que son las canciones y nuestra forma de interpretarlas.

¿Y cuál dirías que es la verdadera esencia de Belter Souls, del góspel, en definitiva?

De Belter Soul sí que lo tengo claro: la esencia con la que se formó la mantenemos. Éramos un grupo de compañeros, muy jóvenes todos, recién graduados en carreras de arte dramático o de música, con ganas de llevar al escenario una forma diferente de hacer las cosas. Todos habíamos trabajado en otros proyectos anteriores liderados por gente externa a nosotros, y siempre decíamos qué pena esto, lo otro, o qué pena que vaya a ver un concierto, y no me diga nada más que un concierto solo, o vaya a ver un musical y era toda la música secuenciada o enlatada, y queríamos llevar esa realidad de la música en directo, pero darle una vuelta de tuerca más, y un mensaje también de gran espectáculo y gran producción.

Hasta ahora tenemos la perspectiva de que Belter Souls es un grupo dentro de la música negra, el góspel fundamentalmente, también el funk, el soul, pero en su momento me comentaste que no pretendíais quedaros encasillados, sino abriros, expandiros, sin límites. ¿En qué fase estáis de esto? ¿O estáis todavía consolidando este trabajo?

Yo lo tengo clarísimo. Se ha evolucionado, es bonito haber evolucionado. Sigo pensando que no debemos anclarnos en el góspel o el soul. Creo que la esencia de Belter Soul no es esa, sino las voces y las armonías vocales. De hecho acabamos de trabajar con Second, un grupo muy lejos del góspel, y hemos hecho muchas cosas juntos, y lo seguiremos haciendo, y es verdad que la etiqueta góspel queda muy bien, pero no estamos haciendo góspel con ellos, estamos haciendo armonías vocales con un punto negro, es verdad, porque va en nuestra esencia, pero es pop, pop armonizado vocalmente y coralmente.

¿Lo que os piden los grupos que solicitan vuestros servicios es 'alma negra'?

Sí, por supuesto. A eso me refería con lo de la etiqueta de góspel. El grueso de la gente, lo que entiende por góspel es voces negras, y posiblemente la única cantante de color que tenemos en nuestro elenco posiblemente no sea la voz más negra. Cuando nos llamaron Second nos dijeron claramente lo que buscaban. Ahora, por ejemplo, no están llamando para cosas diferentes; Lucrecia (la de los Lunnis), necesitaba coristas y nos han llamado a nosotros buscando un punto más latino. Es algo que al principio no había pensado cuando formé Belter Souls, trabajar para otros, pero nos encanta y nos está saliendo muchísimo trabajo como coro de sesión, te enriqueces de otras músicas diferentes a lo que tú haces. Con Al Dual también colaboramos en su día.

Una curiosidad. ¿Grabasteis antes del concierto con Second?

Grabamos primero, en agosto, y luego rodamos un videoclip en la capilla de la universidad, y luego hicimos el concierto del Welcome, después les acompañamos en la Cumbre del Clima, y volveremos a estar con Second en su concierto del 29 en Murcia. Se ha creado una sinergia magnífica. Yo vengo del indie aunque la gente no me crea cuando lo digo, y Second siempre ha sido una referencia. Cuando me llamó Jorge le dije que por supuesto que sí.

El proyecto de Belter Souls ha crecido, habéis salido fuera y tenéis el patrocinio de una de las grandes empresas nacionales, como es El Pozo.

La verdad es que es una suerte tener detrás una marca de tanto prestigio, una iniciativa que salió de ellos y no es nada fácil que una empresa tan importante se fije en ti para patrocinarte, y estamos encantados porque estamos en mitad de una gira nacional. Ahora empieza el grueso de las actuaciones, y eso significa tener un colchón, un respaldo muy grande. Estamos recorriendo el país, y no vamos en acústico sino 35 personas que forman la compañía.

Y ahora habéis montado también un espectáculo infantil.

Sí, después de llegar a un acuerdo con Meteórica nuestro objetivo es que todo aquel que trabaje en la compañía pueda vivir de esto, y para eso necesitamos tener un volumen de trabajo muy grande, así que en 2020, aparte de Joyful!, tendremos dos espectáculos paralelos más en gira, el infantil, que se va a llamar El libro del góspel. Yo creo que, en el mundo de la música y de las artes escénicas, está un poco denostado el término 'infantil', parece como si por ello se presupone menos calidad, y sin embargo conseguir que el público infantil pueda llegar a ser feliz a través de la cultura, esa oportunidad es increíble, y me parece que es una responsabilidad tener un espectáculo infantil y algo muy necesario.

Por cierto, os fuisteis a trabajar a Valencia con el director del London Community Gospel Choir.

Es bestial. Bazil venía a España para hacer un clinic y contacté con ellos. Le mandé material nuestro, y ha sido una de las experiencias más grandes. Acabé llorando. El reverendo Bazil nos preguntaba que de dónde habíamos salido. Nos ha invitado a grabar a Londres. Su capacidad vocal desafía la anatomía humana, y luego su liderazgo es indiscutible: nos montó un arreglo de Amazing grace que era una pasada.

¿Ha sido muy complicado montar todo esto en tan solo dos años?

Complicadísimo. Si me llegan a decir hace dos años todas las cosas que había que resolver... Al final yo me he dejado todo y estoy centrado en Belter Souls, y tengo un equipo alrededor: mi padre está trabajando en toda la parte administrativa, gente en producción, hemos desarrollado un equipo, ha habido que montar una estructura para dar soporte a la parte artisitica. Al final lo que digo es que encima del escenario somos unos los que recibimos el aplauso, pero detrás hay mucha gente que no se ve. Hay que emplear mucho esfuerzo y quebraderos de cabeza, pero con muchas horas de trabajo, con humildad y muchísima ilusión salen las cosas adelante.

Cuéntanos el secreto. ¿Cómo te organizas para estar en tantos frentes?

No duermo, jaja. Un equipazo increíble detrás, unos padres y una novia que me apoyan€

Y un público que lo disfruta y agota las entradas.

La verdad que sí, y es lo que hace que merezca la pena todo, porque la gente lo disfruta. Te lo dicen al salir del espectáculo: "Tenía un día de mierda y me lo habéis salvado". La música es un medio para eso.

Fue un acierto bautizar 'joyful' este proyecto.

Sí, ya sabes que Joyful! es una adaptación de la 9º sinfonía de Beethoven del Himno a la alegría, y el espectáculo ha hecho honor a su nombre. Todo el mundo nos lo dice: "Es que salgo feliz, salgo cantando, y me voy a casa renovado de energía". No hay nada más importante que la felicidad.