Sara Zamora es una cantante murciana que lleva varios años dedicada al soul, el blues y el jazz. Publicó Dreams, su primer disco, en 2014, y forma parte de la Big Band de Murcia, dirigida por Ginés Martínez. Ahora publica su primer álbum de estudio, con influencias de los grandes clásicos y contemporáneos; un proyecto en el que lleva años trabajando y que al fin verá la luz bajo el título Do it. Grabado en AMA Estudios por Alberto Belando, con una portada elegantemente clásica -al estilo de Eliane Elias o Diana Krall-, intenta «trasladar al oyente a los años cuarenta, a ese ambiente de los clubes nocturnos de Nueva Orleans».

Sara tiene un timbre cálido, mucha intuición melódica, una voz dulce y clara, un grupo sólido, conceptos claros y mucho trabajo. Al escucharla, regresa la calma de saber que la vieja escuela, la de verdad, la de hacer vibrar sin altisonancias, tiene cuerda para rato. Esa voz se acomoda a cada ritmo con una hondura y versatilidad proteica. Solo la canción, como debe ser. Comparada con cuantas le han precedido en el oficio, de Billie Holiday en adelante, su Do it es sólo el punto de partida para una bonita historia de la que seremos testigos esta tarde en la tienda Fnac del Centro Comercial Nueva Condomina de Murcia.

Do it , el proyecto por el que llevas años trabajando y luchando, al fin, verá la luz. ¿Qué sientes estos días?¿Un sueño hecho realidad?

Tengo muchos sentimientos encontrados. Cuando tuve las canciones terminadas en mi mano sentí mucha alegría y un gran orgullo, pero, a la vez, una gran responsabilidad, ya que es un disco con grandes proyecciones para el futuro. Ahora me toca la tarea de pelear mis propios temas para que los sueños por los que tanto he luchado, como tocar con una Big Band en grandes festivales, se cumpla.

Tu productor, pianista y amigo Ángel Valdegrama ha sido clave.

Ángel y yo llevamos trabajando juntos muchos años, y es verdad que siempre tuvimos mucha conexión e inquietudes similares. Además de ser uno de los mejores pianistas y arreglistas -en mi opinión-, es un gran amigo y un gran profesional. Sin él, sus ideas y sus consejos, no habría sido posible llevar a cabo un disco de tal envergadura.

¿Quiénes componen la banda? Esa big band es prodigiosa...

La banda está compuesta por un cuarteto base, formado por Angel Valdegrama (pianista y arreglista); Juan Tae, 'El Niño de Mula' (contrabajo y bajo eléctrico); Alberto Marquina (batería), y Juan Alarcón (guitarras), y una sección de Big Band compuesta por cinco saxos, dos trompetas y dos trombones, y una fabulosa sección de cuerdas.

La portada está dentro de un clasicismo a lo Eliane Elias o Diana Krall. ¿Qué buscaba transmitir?

Lo que se ha pretendido es trasladar al oyente a los años cuarenta, con la revolución del jazz, el swing? Ese ambiente de los clubes nocturnos de Nueva Orleans en los que tocaron grandes figuras como Louis Armstrong.

¿Qué estilos confluyen en Do it ?

Pues jazz, swing, musicales, baladas, boleros, bandas sonoras, funk...

Diez cortes que llevan tu firma y la de Valdegrama, además de la de tu hermano José Antonio Zamora, autor del tema que da título al disco. ¿No has querido comprometerte con versiones?

Desde que comencé en el mundo de la música he hecho muchas versiones y estándares de casi todos los estilos, y he trabajado con músicos de diversa índole. Pero, llegados a este punto, decidí que era el momento de componer mis propios temas, con mis letras y mis vivencias personales, dándoles mi toque personal y aconsejada, eso sí, por un gran músico como Ángel.

¿Te has sentido más libre en este trabajo?

He tenido total libertad a la hora de escribir letras y melodías. Cada idea que surgía de mi cabeza, la grababa y escribía. Al poco tiempo, las compartía con Ángel y surgía magia.

¿Cómo escogiste las canciones de Do it ?

En un principio hubo muchas ideas, canciones a medias... Al final nos decantamos por elegir esos diez temas porque consideramos que eran los más versátiles para el disco. Creo que cada una de las canciones tiene su propia alma, sentido y vida propia. Un disco muy variado, para todos los públicos, de cualquier edad y cualquier preferencia musical.

¿Hay alguna canción que tenga un significado especial para ti en el álbum?

Cada canción es una vivencia, mía y casi de cualquier persona, pero si me he de decantar por alguna es por Do it, la de mi hermano. Habla de no sentirse 'enjaulado' y de luchar por los sueños, de ahí su traducción al castellano: 'Hazlo'. Esta canción me inspiró para hacer este disco.

¿Te ha influido algún músico particularmente? ¿Alguna mujer?

Todos los músicos con los que he trabajado me han influido de alguna manera. Desde Ángel Valdegrama, pasando por el pianista Ramón Climent, el percusionista y amigo Andrés Garrido, el bajista Pascual Martínez y el también bajista y contrabajista Juan Tae, además del guitarrista Fulgencio Molina, Carlos Piñana? Y un largo etcétera. Sin embargo, la figura de la mujer en el mundo de la música me ha parecido siempre imprescindible y fundamental, en todos los estilos. Mis musas siempre han sido Aretha Franklin, Billie Holiday, Sarah Vaugahn y Ella Fitzgerald, entre otras.

¿Cuáles son los artistas más brillantes del jazz contemporáneo con los que te identificas?

Qué interminable sería esta lista también... Pero, por hacer un breve resumen, me quedaría con Norah Jones, Jamie Cullum, Diana Krall, Eliane Elias, Dee Dee Bridgewater, Reneé Marie, Andrea Motis, Dianne Reeves, Kurt Elling y Michael Buble.

¿Por qué la voz, siendo el instrumento más frágil?

Yo no lo elegí. Empecé a cantar.

¿Con qué otra voz te hubiera gustado compartir escenario o estudio? Española o de fuera, masculina o femenina.

Con Michael Buble, al que tuve la oportunidad de ver en concierto en octubre en Barcelona. Con la impresionante paisana Ruth Lorenzo o Carlos Tarque. Pero, sin duda, mi sueño es cantar con Gregory Porter.

¿Cómo logras mantener ese tono limpio y rico en matices sin caer en los excesos de tantas cantantes, que se pasan de decibelios sobre el escenario?

Habiendo errado muchas veces en lo mismo. Los pequeños matices, la sensibilidad y una nota aguda en el momento justo le dan riqueza a la canción.

¿Por qué jazz? ¿Cómo lo descubriste?

En mi casa, mis padres siempre nos han puesto música de los años setenta y ochenta, música rock, pop-rock, soul, rhythm and blues... Pero, ya en mi edad adulta, comencé a frecuentar locales de jazz en Murcia, y me quedé absorta al presenciar una jam sesion en el mítico local La Puerta Falsa. Quedé maravillada al observar la complicidad entre los músicos, los ritmos, las improvisaciones, la técnica... A raíz de ahí empecé a escuchar música jazz y a interesarme por su historia y sus músicos.

¿Has tenido que superar más obstáculos y dificultades por ser mujer?

He tenido la gran suerte de no haber tenido ningún obstáculo relacionado con mi género, más allá de los obstáculos que tenemos todos en el mundo de la música.

¿Si tuvieras que definir tu música, cómo lo harías?

El disco es tan ecléctico y hay tanto de mi música en mi actual proyecto, que tan solo podría definirlo como: hecho con y desde el corazón.

¿Quizá te has sentido ahora, en este momento de tu carrera, más madura artísticamente para transmitir estas emociones?

Evidentemente. Creo que la madurez de este disco viene dada por el tiempo que se lleva fraguando. Dos años componiéndolo y arreglándolo, con mucho trabajo y mucho esfuerzo junto a mi compañero Ángel Valdegrama.

Escucho All her tears , con esas cuerdas en la entrada, y me traslado a la época de Nat King Cole.

Esa era la idea, trasladar al oyente a los años cuarenta, y esos memorables temas como Nature boy o Mona Lisa.

¿Cómo fue el proceso de producción?

El disco empezó a cobrar vida hace dos años. Ángel y yo llevábamos un tiempo hablando de hacer un disco con temas propios. Y así surgió, en mi casa de la playa. Una mañana, en una terraza con vistas al mar, surgieron los primeros acordes de All her tears o Everybody needs somebody. Cada semana quedábamos para compartir ideas e impresiones, y cuando todo estuvo acabado nos metimos en el estudio a grabar. Ha sido un proceso largo, de muchas horas de trabajo y contando con grandes músicos de la región de Murcia y un músico de Albacete.

A menudo el jazz se considera un género minoritario y elitista, no muy popular entre los jóvenes. ¿Has acercado un poco más el jazz a su generación?

Lo digo siempre: quiero y deseo que con mi música y con este disco pueda acercar a las nuevas y no tan nuevas generaciones al jazz. Es una música divertida, apasionada, sensible, accesible y con gran cantidad de giros y matices. Para todos los públicos.

¿Qué ejercicios haces antes de cada actuación?

No hablar, evitar llamadas telefónicas y beber mucha agua.

¿Qué planes hay para el futuro?

Quiero cantar en grandes escenarios. Mis músicos son muchos y muy buenos, necesito que el escenario sea grande...