La Galería La Aurora de Murcia cumplió este lunes 25 años, un cuarto de siglo desde que abriera sus puertas con una exposición titulada Maestros españoles del arte contemporáneo. Sin embargo, poco ha cambiado este emblemático espacio ubicado en la plaza de su mismo nombre. Y es que, desde el primer momento, José Fermín Serrano, apostó por «valores seguros»: Eduardo Arroyo, Rafael Canogar, Eduardo Chillida, Antonio López, Joan Miró, Antoni Tàpies y, por supuesto, Pablo Picasso y Salvador Dalí, son algunas de las firmas que en este tiempo han colgado de los 'peines' -muros extensibles- de La Aurora, que hoy vuelven a lucir con lo más valorado de la pintura nacional e internacional para celebrar la citada efeméride.

En una muestra titulada con sobriedad (Exposición 25º aniversario), Serrano ha tirado de fondos para mostrar a los vecinos de Murcia algunas de sus piezas más importantes, aquellas que destacan por su autoría en una colección que suma más de siete mil obras y más de 350 nombres. Hablamos, por ejemplo, de Seated figure, de Francis Bacon; Unité, de Le Corbusier; Pantagruel, de Miró; Télephone Mou, de Dalí o de Las tres mujeres y el torero y Le verre d'Absinthe, de Picasso, todas ellas, eso sí, aguafuertes, aguatintas o litografías, una línea formal que la galería ha cultivado desde sus inicios.

«Piensa que la galería, aquí en Murcia, tiene 25 años, pero yo llevo en esto 42...», explica el propietario de La Aurora, que antes de mudarse a la capital del Segura trabajaba para la desaparecida sala Estiarte de Madrid. «Uno va comprando, vendiendo, y de vez en cuando se guarda alguna cosilla que te va gustando más...», confiesa Serrano, que no solo ha sacado a la luz las piezas más interesantes que había en el almacén de la galería, sino que ha expuesto para la ocasión alguna obra que tenía en casa. Y el resultado, efectivamente, es una muestra en la que, además de los grandes nombres de la historia del arte patrio, se exhiben piezas de creadores «muy difíciles de ver en España, como Lucian Freud, o Lees van Dongen».

Pero la muestra no se queda ahí: también hay obra del respetado artista británico David Hockney -Godetia es, dice, una de las piezas que más interés está despertando por los primeros visitantes-, del estadounidense Alexander Calder y del pintor simbolista y surrealista chino Zhang Xiaogang, otro artista complicado de encontrar por estas latitudes. También de un icono del dadaísmo y del surrealismo como el francés Man Ray y de otros referentes nacionales como el balear Miquel Barceló, el madrileño José María Sicilia y el valenciano Manolo Valdés, paisano del popular Equipo Crónica, que también está presente en esta Exposición 25º aniversario. Aunque, sin duda, una de las piezas más llamativas es A mi futuro amante, un dibujo de Andy Warhol fechado en el año 1980 sobre una de las tapas de un ejemplar del libro Popism: Warhol 60s, que firmó el influyente artista neoyorquino junto a Pat Hackett. «Queríamos sacar a lo mejorcito, que la gente de Murcia pudiera ver a todos estos artistas y enseñar aquello que no solemos mostrar», insiste José Fermín Serrano.

Veinticinco, y los que quedan

La muestra le sirve también al galerista para echar la vista atrás y contemplar el camino recorrido hasta llegar a este preciso momento; camino de medio cuarto de siglo en el que ha visto cómo una tras otra iban cayendo la mayoría de las galerías que abrieron en la ciudad paralelamente a La Aurora. Sin embargo, Serrano se considera un afortunado: «Sobrevivir ha sido complicado, sí, pero cuando me dicen que ahora se vende poco o que estamos en crisis, yo siempre digo que lo cierto es que a nosotros nos ha ido muy bien. Vivimos de esto desde hace años, y no somos multimillonarios, ni mucho menos, pero La Aurora nos ha permitido hacer un montón de exposiciones, traer a gente como Richard Serra o el propio Warhol... Estamos muy contentos, la verdad».

Por ello, a sus 62 años, el melillense no contempla la retirada. «Este no es un trabajo en el que cuando cumples 65 te jubilas; esto no acaba nunca, sigues hasta que el cuerpo te dice que no puede más», asegura José Fermín, que pone el ejemplo de sus amigos galeristas en París: «Muchos de ellos tienen 80 años y ahí siguen, funcionando. Y te digo Francia como podría decirte Londres, porque vayas a donde vayas -Suiza, Italia...-, si entras en una galería, igual te encuentras al hijo, pero los propietarios suelen ser gente mayor que sigue al pie del cañón», asegura.

Y, por supuesto, esta dedicación casi vital tiene una única explicación: «¡Claro! Todo esto es por pasión; que, por cierto, más te vale tenerla cuando te metes en algo así...», señala entre risas Serrano, que insiste aún así en que una vocación como la suya es imprescindible para mantener un negocio como La Aurora: «Si no te gusta mucho, esto es imposible; hay momentos muy malos...», confiesa el galerista, que, afortunadamente, no ha perdido las ganas de seguir trabajando con y por el arte. Menos mal, pues la intención es aguantar, si se puede, otros 25 años, así que tiene trabajo por delante buscando pequeñas joyas para mostrar en la exposición que los conmemore. Por lo pronto, la actual, podrá visitarse hasta después de Reyes.