Concerlírica, en alianza con el Teatro Nacional de la Ópera de Moldavia, regresa a Murcia con la que posiblemente sea la pieza más popular de Giuseppe Verdi, Rigoletto, conocida mundialmente como la ópera de La donna è mobile. Se trata de una tragedia en cuatro actos que reflexiona sobre la injusticia social y la desigualdad, ambas evidentes en el personaje principal: el bufón jorobado que da nombre a esta obra. Un drama cargado de pasión, engaño, amor filial, venganza y asesinato que combina perfectamente la riqueza melódica y la fuerza dramática, rasgos ambos que caracterizan las óperas del italiano y que hacen que éstas sigan permaneciendo después de tanto tiempo en el repertorio operístico de todo el mundo. Y, como es habitual en las producciones de la compañía española, en la capital del Segura contará con un interesante elenco de solistas invitados como el tenor coreano Alessandro Kim (Duque de Mantua), el barítono búlgaro Venceslav Anastaov y la soprano española Tina Gorina (Gilda). Hablamos con ella para conocer un poco mejor esta producción y la situación del género en la actualidad.

No es la primera vez que tenemos por aquí al Teatro Nacional de la Ópera de Moldavia (que deben sentirse ya en España como en casa...), pero como los solistas que les acompañan son cambiantes, dígame: ¿Había visitado Murcia anteriormente?

No, será la primera vez.

Aquí tenemos la suerte de gozar de una plaza única como es el Romea, que es de esos espacios que parece hecho para acoger ópera...

Estoy segura de que sí. Por lo que he podido ver, es un teatro encantador y la producción de Rigoletto quedará genial allí.

Mucha gente todavía piensa en la ópera como un espectáculo para clases pudientes, pero da la sensación de que es un género cada vez más democratizado, ¿no? Que cada vez va más gente de diferente perfil.

A todo el mundo que va a ver ópera le acaba encantando. Creo que es solo el desconocimiento lo que hace que la gente piense que puede ser un género elitista? La ópera tiene un público pluri-generacional, y hoy en día es asequible a todos. ¡No hay excusas para no acudir a ver una buena producción como la que proponemos en el Teatro Romea!

¿Cree que Rigoletto , de Verdi, que cuenta por ejemplo con, quizá, una de las arias más populares del género ( La donna è mobile ) puede ser una buena obra con la que iniciarse o descubrir el mundo de la ópera?

¡Por supuesto! Rigoletto es un título magnífico para descubrir la ópera, y no solo por el aria de tenor. Es una obra que no tiene desperdicio y que va a encantarle a todos.

Cuéntenos, ¿qué se van a encontrar quienes acudan al Romea? ¿Cómo convencería a los jóvenes, por ejemplo, para que asistan a ver Rigoletto ?

Van a encontrarse con un montón de gente encima del escenario entre coro y solistas, con una orquesta fabulosa, una puesta en escena preciosa con decorados y un vestuario fantástico?, pero, sobre todo, con un nivel musical altísimo. Les animo a que vengan y lo vean por ellos mismos?

A lo largo de su carrera ha tenido la oportunidad de interpretar a numerosos personajes. ¿Alguno que le haya marcado particularmente o que le guste especialmente interpretar?

Gilda, el personaje que yo represento en Rigoletto, fue mi debut en gran formato hace años y aún sigue siendo uno de mis preferidos. ¡Me encanta este papel! Tiene una gran fuerza a la vez que inocencia y dulzura. Me gusta mucho cantar, también interpretar a Violetta, de La Traviata -también de Verdi-, o Lucía de Lucía de Lammermoor, de Donizetti, entre otros muchos.

Mencionaba precisamente a Gilda, hija del propio Rigoletto y personaje capital en esta obra, que, según tengo entendido, no es un papel nada sencillo...

No, no lo es. Como he comentado, es un personaje con mucha fuerza, pero el hecho de que sea a la vez inocente y de destino dramático la convierte en un personaje muy complejo. Vocalmente tiene pasajes técnicamente muy difíciles con notas agudísimas y hacerlo sin perder la dulzura a veces es complicado?

Imagino que estar de gira con una obra como esta condiciona el día a día de una cantante, no solo en cuestión de viajes y rutinas, que es evidente, sino de especiales cuidados de la voz y la garganta, ¿o eso ya es parte de su vida, esté o no inmersa en representaciones? ¿Qué cuidados aplica a sus cuerdas vocales?

Ser cantante es una forma de vida. Yo lo comparo con cualquier deporte de élite, ya que siempre tienes que estar vocalmente en forma -como un deportista-, y nunca puedes parar porque te oxidas. Y, por supuesto, cuidando la salud al máximo, porque cuando se está resfriado, cantar es mucho más difícil..., que no imposible, ¿eh? Pero bueno, yo me cuido haciendo 'vida de cantante': no salgo por las noches, no fumo, no bebo e intento no hablar muy alto.

Según le he leído en alguna entrevista, comenzó en esto a los 18 años. ¿Qué le llevó a decantarse por el canto lírico? ¿Ya era aficionada a la ópera? ¿Cómo descubrió este mundo?

Yo estudio piano desde los siete años, pero también estaba en un coro infantil, y fue ahí cuando empecé a ver que se me daba bien esto del canto. A los 18 años me apunté a clases de técnica vocal en el conservatorio y..., bueno, seguí hasta el final. No fue difícil 'decidirme': a mí la ópera me gusta desde que era pequeña, y siempre soñaba con ser cantante. Y aquí estoy. Soy una afortunada por poder ejercer esta profesión que me encanta; es un regalo de la vida, que me ha costado y me cuesta mucho esfuerzo, pero que es muy gratificante.