¿Qué ocurriría si uno de los mayores museos del mundo censurara una conocida obra de su colección? Voces autorizadas y colectivos se rebelarían ante la decisión. Por ahora, nada de eso ha tenido lugar pero el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (Madrid) ha decidido tapar y retirar una obra del artista urbano Sam3, nacido en Elche pero residente en la Región de Murcia, que se encontraba en una valla publicitaria y que se inspira en la célebre pintura El origen del mundo. El cuadro, perteneciente al realismo y creado en 1866, se encuentra actualmente en el Musée d'Orsay de París.

El propio Sam3, cuya obra está muy presente en la capital del Segura y en otros puntos de la Región, hacía saber ayer que su intervención -parte del proyecto Reversible, comisariado por Madrid Street Art, tras ganar un concurso de convocatoria público- "solo ha durado unas pocas horas, al parecer porque el consistorio recibió alguna llamada de queja y sin más reparo, y seguramente para prevenir más llamadas, se apresuraron a cubrirla con rafia negra, a la espera de relocalizarla en otro punto del municipio". La obra de Courbet representa una vulva y estuvo oculta durante gran parte de su historia, hasta que Francia la recibió en 1981 pero continuó almacenada hasta 1995.

La interpretación de Sam3 del cuadro fue cubierta primero con una tela verde y después con una negra.

Sam3, a quien le avala una trayectoria internacional, recuerda que actualmente la obra es un "orgullo cultural francés". "Últimamente -añade- este cuadro parece que se ha convertido en el paradigma de la censura y de la protesta por parte de colectivos y artistas. Recientemente el Estado francés ha ganado un pleito contra Facebook por haberlo censurado".

Para el artista, "el juego de lectura de esta obra es bien simple. Desde la lejanía se aprecia el lienzo de Courbet por la forma y la composición, pero cuando uno se acerca a contemplarlo con más detenimiento solo encuentra un inocente paisaje de hormigas, pinos, briznas, arena... Esta pieza es un homenaje al Étant donnés de Marcel Duchamp". Además, añade Sam3 que "es un homenaje a la antigua Grecia, a Hera, Démeter y Perséfone, y a todas las antiguas deidades que configuran Gea, la tierra. Lo femenino, la fertilidad, la naturaleza".

"Con este proyecto quiero subrayar la relatividad de las cosas y lo subjetivo que puede llegar a ser lo que cualquiera puede considerar o no obsceno. Obsceno es la censura provocada por el miedo al diálogo. Obsceno es la publicidad que usa herramientas más sutiles y dañinas para sus fines que cualquier forma explícita de pornografía. Obsceno es aquello que no debería presentarse en escena, aquello que no pertenece al escenario. En este caso el escenario es nuestra vida, nuestro paisaje cotidiano, aquello que nos pertenece por estar en el mundo y por eso creo que la publicidad es la obscenidad en estado puro, ocupa y se impone en nuestros horizontes sin que ni siquiera podamos interpelarlos, juzgarlos o liberarlos", sostiene el artista urbano.

El debate para él "es bien sencillo, las autoridades en este caso subestiman nuestras capacidades sensibles e interpretativas para ocultarnos esta obscenidad del siglo XIX que hoy está dentro de la Historia del Arte y de una institución museística. El Musée d'Orsay recibe cientos de miles de visitas cada año, visitas guiadas de colegios y colectivos de todos los colores. ¿Por qué aquello que se presenta en el museo no puede presentarse en el espacio público?", se pregunta Sam3.

El proyecto Reversible del que forma parte Sam3, junto a otros 12 artistas nacionales e internacionales, tiene como objetivo intervenir en vallas publicitarias para "contribuir a la reflexión crítica sobre la influencia de los medios de comunicación de masas y la publicidad en nuestras vidas, así como de aumentar el patrimonio artístico contemporáneo y que éste quede disponible de manera libre y gratuita para toda la ciudadanía". La pintura se encontraba situada en un pequeño promontorio junto a una pinada y está parcialmente aislada, explica el autor. "Antiguamente era la valla que anunciaba la edificación inminente de alguna constructora", asegura.

Reubicación de la obra

Por su parte, el consistorio madrileño anunció que reubicará la obra tras las quejas recibidas por situarse frente a un colegio. Según fuentes municipales, "no se ha tenido en cuenta el proceso de recepción de la obra". "Ha habido quejas por parte de la dirección del colegio", justifican. En su defensa, el ayuntamiento asegura que "en ningún caso se puede hablar de censura" ya que la obra se va a reubicar a otro contexto donde "no se anule el mensaje de la obra".