Entre los artistas que surfearon la enorme ola de la música celta en su mismísima cresta, Loreena McKennitt ocupó un lugar de privilegio, tanto en la consideración de la prensa como en el éxito comercial de su música, que tuvo en el período comprendido por la trilogía discográfica The Visit (1991) The Mask and the Mirror (1994) y The Book of Secrets (1997) un pico de popularidad. Lentamente, la furia de marea celta se calmó, pero a diferencia de muchos nombres que se desvanecieron en el tiempo, la cantante canadiense sólo se retiró a cuarteles de invierno algunos años, para regresar en 2007 a la vida musical activa. Ha sido una década sin grabar un disco con nuevos temas, pero sí ha editado diversos álbumes en los últimos años entre conciertos, antologías y reediciones. Hoy actúa en el ciclo Las noches del Malecón, en Murcia.

Loreena McKennitt nació en Morden (Manitoba, Canadá). Su padre era ganadero y su madre enfermera. Como vivía rodeada de animales, su primera vocación fue la de veterinario. Con tal fin se fue a vivir a Winnipeg, donde sintió la llamada de la música celta durante sus visitas a un club folk. Unos años más tarde, en 1981, se mudó a Stratford, Ontario, donde entró de lleno en la escena cultural de la ciudad, presidida por el Festival de Shakespeare. Allí pudo demostrar su talento como intérprete a la par que como compositora, y se las arregló para grabar un disco con sus propios y exiguos medios. Para ello se valió de un libro de autoayuda, Cómo hacer y vender tus propios discos, de Diane Sward Rapaport. En paralelo, fundó su compañía: Quinlan Road. En 1985 publicó Elemental, el primero de sus siete álbumes, un casete con nueve canciones; lo vendía en su coche en contacto directo con el comprador, como un feriante, y organizó sus propios conciertos por todo el país. Dos años más tarde grabó To Drive The Cold Winter Away, un homenaje a las canciones navideñas, que la convirtió en la cantante favorita del la reina Isabel II gracias a sus versiones de baladas medievales británicas. En 1989 publicó Parallel Dreams, donde ya se empezaba a atisbar el mestizaje cultural de sus posteriores trabajos; además era el primero en contener temas propios.

Con The Visit (1991) llegaría la consagración de Loreena McKennitt: fue su primer disco distribuido por Warner Music, con quien firmó un contrato que le garantizaba la total independencia en la creación y la promoción. Sus siguientes discos salieron más espaciados en el tiempo, porque se dedicó a recorrer mundo. La belleza de España y de Marruecos la deslumbraron. Asimiló sus tradiciones, y con todo ello publicó The Mask And Mirror (1994), tal vez su mejor disco, en el que se encuentra su mejor canción: leyendo el poema Noche oscura del alma, de San Juan de la Cruz, le surgió la idea de ponerle voz. Así es como nació The Dark Night Of The Soul, una epifanía para oídos sensibles. En 1995 editó A Winter Garden: Five Songs for The Season, de nuevo temas medievales, a los que regresaría en 1997 con The Book Of Secrets. Después de una larga inactividad, en 2006 volvió a la actualidad musical con An Ancient Muse, cuya presentación mundial tuvo lugar en La Alhambra. En 2008 sacó su último álbum de estudio, A Midwinter Night's Dream.

La canadiense publicaba hace un año Lost Souls, su primer álbum con composiciones originales desde que en 2006 sacara Ancient Music. Producido por la propia McKennitt, Lost Souls es un ecléctico mosaico sonoro que bebe de diversas corrientes musicales, incluidas las celtas y las árabes, aquellas que quizá siempre han estado más presentes en su música. «Mi agenda ha estado llena durante los últimos diez años -comenta la artista-, tanto en lo profesional como en lo personal, y he estado de gira sin parar. Así que ha sido muy gratificante regresar a la parte más creativa de este proceso». Las nueve canciones que componen Lost Souls se registraron en 2017 en Hamilton, Canadá, en los Catherine North Studios, y en los Real World Studios de Peter Gabriel, en Bath.

McKennitt comenzó a componer algunas de esas canciones mucho tiempo atrás; otras fueron tomando forma entre la ejecución de diferentes proyectos y viajes; algunas parten de la poesía de John Keats y W.B. Yeats, mientras que otras evocan sonidos de Oriente Medio. Al final, todo confluye para crear una colección de canciones eclécticas. La que da título al disco se inspira en el libro de Ronald Wright Breve historia del progreso, donde el autor sugiere que, como especie, hemos perdido nuestra capacidad moral por culpa del progreso, que nos hemos convertido en almas perdidas. La música de McKennitt abarca una riqueza cultural rara en la música popular contemporánea. Ha vendido más de 14 millones de álbumes en todo el mundo, consiguiendo discos de oro, platino y multiplatino en 15 países de cuatro continentes. En su concierto, estará acompañada por Brian Hugues (guitarras, oud y bouzouki celta), Caroline Lavelle (cello), Hugh Marsh (violín), Dudley Philips (contrabajo) y Robert Brian (batería).