Esta es una de esas historias bonitas que suceden de cuando en cuando en el mundo de la música, casi como aquella de Sixto Rodríguez en Searching for Sugar Man, ese entrañable cantautor norteamericano que fracasó anónimamente en los 70 para transformarse en una estrella internacional en 2012, cuando su talento fue tardíamente desenterrado. Algo así podría ser la historia de Gabriel Hernández, que ofrecerá un concierto, tras más de treinta años sin coger una guitarra, junto a sus hijos (Alex Juarez y Rey Lobo). Fueron ellos quienes se empeñaron en editar aquella antigua cinta que desde que tienen uso de razón daba tumbos por su casa, y que fue el germen de sus respectivas carreras.

Aquel casete fue un venerado secreto familiar, El padre, Gabriel Hernández, se dedicó al psicoanálisis; no se sabe si por respeto o por timidez, nunca se decidió a subirse con sus canciones a un escenario; nunca, a excepción de aquel día de mayo del 82, claro, cuando estando en la universidad dio un pequeño concierto que sus amigos grabaron en un magnetofón; ocho canciones que quedaron atrapadas en una casete (en plan Silvio Rodríguez, Pablo Guerrero€).

Hoy, aquella cinta, bajo el título Mayo del 82 y con el audio original, puede escucharse en Spotify. Esta bonita historia se completa con un concierto este domingo en la sala pequeña del Teatro Circo de Murcia. Gabriel Hernández volverá a coger su guitarra; aunque, claro, no lo hará solo, sino acompañado por sus hijos, también músicos en Bosco, Nunatak y Komorebi.