Sin hacer mucho ruido, el cineasta madrileño Rodrigo Sorogoyen se plantó en el último corte de la Academia con Madre . El cortometraje llegaba a la lectura de los nominados a la próxima edición de los premios Oscar después de haber cosechado un tremendo éxito de crítica y público en nuestro país -como demuestran el Goya a Mejor Cortometraje de Ficción y el Premio del Público en el Festival de cine de Málaga- y a punto de convertirse en el próximo largo del responsable de filmes como Que Dios nos perdone (2016) y El reino (2018). De hecho, el anuncio les llegó apenas unos minutos después de visionar junto a los productores un corte del montaje de la cinta -actualmente en posproducción-, que comenzará con los 18 minutos de Madre. El equipo de Sorogoyen tenía un 50% de posibilidades de entrar -pujaban, junto a otros nueve candidatos, por una de las cinco nominaciones-; un 50% de posibilidades de acudir como candidatos al Dolby Theatre de Los Ángeles el próximo 24 de febrero. Y salió cara. La actriz Tracee Ellis Ross, con un escueto «Mother», materializaba el sueño del cineasta y su pareja, la murciana Marta Nieto, protagonista del corto. El pasado jueves, apenas unas horas después de recibir la noticia, la televisiva intérprete (Consolación en Vis a vis y Estefanía en Cuéntame cómo pasó, entre otros papeles) atendió a LA OPINIÓN para explicar cómo lo vivió.

Bueno Marta, ¿cómo está? ¿Todavía asimilando la noticia?

Sí, total. Bastante feliz, y organizando un poco todo. E intentando tener los pies en la tierra para disfrutarlo como se debe; porque, claro, lo que nos está ocurriendo es un vendaval de alegrías que te puede poner la cabeza del revés.

¿Cómo fue, cuénteme? ¿Cómo recibieron la nominación?

Pues justo estábamos viendo un corte del montaje de la película con los productores franceses. El corto es la primera escena de un largo que acabamos de terminar de rodar, y habíamos puesto el pase justo antes de la lectura, así que al terminar nos quedamos en la sala de montaje con unas cervezas y muchos nervios. Hay unos vídeos que dejan constancia de cómo lo vivimos, pero te puedes imaginar... Aún los veo y me emociono.

¿Tenían esperanzas de que saliera su nombre en la lectura, o es de estas cosas que más que una opción real era una fantasía, un sueño?

¿Sabes lo que pasa? Que el corte anterior era muy complicado. De 140 cortos se pasaba a 10, así que éste, de 10 a 5... Teníamos un 50% de posibilidades; y no era fácil, pero bueno... Sabíamos que existía la posibilidad de que no nos nominaran, pero confiábamos mucho en la historia que hemos contado, en nuestro trabajo y en la calidad de Madre.

En cualquier caso, esta nominación es como el premio gordo, el más sonado, pero la trayectoria del corto está siendo espectacular. ¿Se esperaban esta acogida por parte de la crítica?

No, para nada. Sobre todo por cómo lo hicimos: lo rodamos hace dos años en mi casa, todo profesional, sí -dados de alta y tal-, pero con los tiempos muy ajustados, trabajando muchas veces por amor al arte y en fin de semana, y con muy poco presupuesto; y todo eso repercute en la forma de trabajar y en los tiempos. Pero es verdad que, cuando lo terminamos, dijimos: «¡Ostras, nos ha salido bien!», y luego, además, Ruy [Rodrigo Sorogoyen] lo mejoró muchísimo en posproducción. En cualquier caso, nunca nos imaginamos esta situación... Pero bueno, también he de decirte que ya antes de llegar hasta aquí nos parecía una primera escena lo suficientemente potente como para que de ahí saliera un largo.

O sea que esto de la película viene de largo, no solo a raíz de su magnífica acogida.

Sí. A Rodrigo le parecía una escena maravillosa para comenzar la película desde el principio, pero es verdad que fue a raíz del éxito que estábamos cosechando con el corto cuando se pusieron a escribir el guion. Eso fue en enero del año pasado; en marzo, ya lo tenía terminado, y en octubre ya estábamos rodando la película [Ríe]. Ha sido todo un poco de ciencia ficción... En realidad, todo lo que acompaña a este proyecto está siendo bastante mágico.

Por cierto, vaya añito lleva Sorogoyen, ¿no? Entre Madre y Madre El reino

Es un talento descomunal. Yo tengo la suerte de verlo trabajar de cerca y nunca deja de sorprender; tiene una capacidad de trabajo y un talento para saber qué es lo que funciona... Y para escoger la gente con la que trabajar, y una libertad creativa que es maravillosa. Me parece un genio del cine de este país.

Y lo mejor de todo es que, aunque ya le conocemos de sobra -acumula unas cuantas nominaciones a los Goya por Stockholm (2013) y los GoyaStockholm Que Dios nos perdone

Todo por delante. Y además es que es capaz de hacer cualquier cosa: tiene guiones de comedia; Madre no tiene nada que ver con el thriller de sus películas anteriores; es capaz de narrar la realidad, pero también de inventarse sus propias historias... Esto no ha hecho más que empezar.

Él seguro, pero, ¿usted irá a la gala de los Oscar?

Iré. Por supuesto [Risas]. Es que, además, Madre es un proyecto que siento muy cercano: lo hicimos en mi casa, como te decía, y he estado en todo el proceso, con lo cual me siento súper implicada, para lo bueno y para lo malo.

Como Rodrigo, y pese a que es joven, ya lleva unos años en esto y no es la primera gala de entidad a la que va a asistir, pero imagino que esto es otro nivel. ¿Qué espera de la gran noche?

Pues no tengo ni idea [Ríe]. Disfrutar lo máximo posible de estar en un ambiente así, rodeada de gente tan talentosa; contar lo que hacemos, escuchar lo que hacen otros; sentirnos partícipes de ese 'universo' y, claro, ser uno mismo y aprovechar el evento.

¿Pueden abrirle todos estos reconocimientos al corto una puerta a la gran pantalla? Porque estamos acostumbrados a verla en series de primer nivel, pero en cine se ha prodigado menos, no sé si por falta de oportunidades o porque lo que le apetecía era hacer tele.

No sé. Lo que sí sé es lo que me apetece hacer ahora. Me he dado cuenta precisamente a raíz de este proyecto, y quizá tiene que ver con mi madurez como actriz, pero me gustaría poder afrontar personajes más complejos. La tele es maravillosa, y tiene papeles increíbles, pero en cuanto a los tiempos, la forma de trabajar en cine es distinta: puedes dedicar mucho más tiempo, estar seis meses preparando un personaje, sacando sus aristas, sus colores...

¿Y tiene algo así entre manos?

Hay varios temas por ahí; pero, claro, ahora mismo no me apetece hacer cualquier cosa. Salir del proceso de la película, dejar atrás la carga emocional del personaje, me ha costado unas semanas... Es que ha sido heavy [Ríe]. Así que ahora estoy intentando, con humildad y honestidad, ver qué quiero hacer; por una vez, tener la oportunidad de preguntármelo. Y si tengo que tener paciencia para encontrar la respuesta, la tendré, y si vienen muchos interesantes, pues a por ellos. Pero ahora toca disfrutar; 2018 fue un año de mucho trabajo y me toca salir de esta vorágine tan intensa y ver hacia dónde quiero dirigir mi energía.