Resulta difícil creer que esta sea la primera gira teatral de Carmen Maura (Madrid, 1945) después de cuatro décadas. Pero es verdad. Por eso ahora saborea con gusto el contacto con el público aunque, «si la cosa va mal, el cine es más cómodo». Y en este recorrido, la actriz, ganadora de cuatro premios Goya, un César y otro en Cannes, entre otros muchos, llega mañana a Cartagena -junto a Félix Gómez sobre el escenario y Josep Maria Mestres en la dirección- con La golondrina, un texto de Guillem Clua sobre la incomunicación y la homosexualidad. Y no es una comedia, aunque «la gente no se queda decepcionada».

La golondrina emigra en invierno y vuelve en primavera. Para usted este título también ha supuesto un regreso al teatro. ¿Cómo ha sido este reencuentro con las tablas?

Me apetecía lo del teatro. Cuando estoy haciendo cine me ofrecen obras, pero normalmente no me convencen; y cuando leí esta función me llegó al alma. Aunque no es el tipo de obra que suelo hacer, me interesó y aquí estoy. Vi que era una obra muy bien escrita, que dejaba muy claro lo que quería comunicar y es muy emocionante ver que la gente sale del teatro liberada.

¿Llevaba cuarenta años sin hacer un gira teatral por España?

Más. Teatro hice hace cuatro años en el María Guerrero, pero una gira no tiene nada que ver. Hice gira cuando comencé como actriz, pero eran de las que llegabas con el autobus y la maleta, de otra manera totalmente distinta. Lo de la gira me apetecía porque nunca vamos por España y ahora estoy viendo hasta qué punto es agradable ver cómo te recibe la gente. Si la cosa va mal el cine es más cómodo, pero ahora nos está yendo muy bien y es muy emocionante.

En el texto se alude al terrorismo islámico, en concreto al atentado de 2016 en Orlando en una discoteca gay, que es otro de los temas centrales de la obra.

Sí. La golondrina habla del mundo gay, de la falta de comunicación en las familias y unas veces el público está con él (Félix Gómez) y otras conmigo. De hecho, estoy segura de que muchas madres se pueden identificar conmigo; es un papel defendible, se la entiende perfectamente. Animo a comunicarse entre familias porque a veces es ahí donde está el problema.

¿Aún queda mucho por reivindicar y por aceptar de la homosexualidad?

Pues la verdad es que sí. Parecemos muy modernos, pero ¿cuántas familias conocemos en las que el hijo es gay no se lo dice a sus padres? La función está muy bien escrita, va descubriendo el secreto y sales como con ganas de contar, de comunicar. Mucha gente lo acepta completamente, pero si pasa en su familia no. Ahí podemos hacer bastante bien en ese sentido. Y en general sobre las relaciones familiares. Y tiene la ventaja de que acaba bien.

Todo esto suena un poco triste para lo que nos tiene acostumbrados Carmen Maura...

Pues mira, la gente no se queda decepcionada. Y no tiene nada que ver con lo que yo buscaba de teatro; siempre he tendido a la comedia, pero en este caso era muy necesario que el papel de esta mujer lo hiciera una persona en la que sonara todo como verdad.

Actualmente, además de con esta gira, se encuentra promocionando la película Gente que viene y bah ...

Sí. Esta es una comedia, comedia, de Patricia Font, con Clara Lago y Alexandra Jiménez. Somos una familia muy graciosa.

Hace unas semanas dijo que hay que tomar la edad como viene, con optimismo, y siendo actriz más todavía. ¿Comparte la queja de las actrices maduras por la falta de papeles?

Yo es que no tengo derecho a quejarme porque no he tenido nunca un parón. Comencé tarde, con 25 años, pero enseguida me metí con la gente del cine y no he estado nunca parada. No sé qué decir porque también las jovencitas lo tienen crudo porque hay muchas. Por otra parte, aquí hay papeles para mujeres maduras muy buenos; antes no, pero ahora cada vez hay más. Además tenemos la suerte de que aquí no hay diferencia de sueldos entre actrices y actores, eso no pasa.

¿Qué piensa del movimiento #MeToo?

Me tiene harta. Ya no hablo más de ese tema. Comparto que no se pueden hacer esas cosas, pero también te diré que todo el mundo lo sabía de antes. Que no me cuenten que con el productor de Hollywood no lo sabían todas... Pasemos a otra cosa.

¿Le han tentado alguna vez para entrar en política?

Lo más cercano que he tenido ha sido la presidencia de la Academia de Cine, pero nunca haré nada que tenga que ver con la política. Siempre me ha gustado tener un buen puesto en el grupo, pero no ser jefe. Ni siquiera en el colegio. Y la política ni hablar; más vale no estar ahí, están dando unos espectáculos verdaderamente vergonzosos...

Quizá la política cultural la debería llevar una figura que se dedique precisamente a la cultura.

Pues no sé, pero la política cultural en este país ha sido siempre desastrosa; sobre todo te lo digo porque he vivido muy de cerca la francesa y no tiene nada que ver. En general los políticos deberían gestionar el tema que conocen. Hasta hace nada teníamos unos impuestos enormes. No hay costumbre, pero irá cambiando la cosa. De momento hemos conseguido que la gente vaya más a ver cine español. Estamos haciendo mejor cine, aunque en todos los sitios se hacen películas mejores y peores.