El Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena (Muram) inauguró ayer la exposición Antología de Dora Catarineu, pintora y escultora local de la que se muestran más de setenta obras fechadas entre 1987 y 2008.

En concreto, destacan más de medio centenar de pinturas, además de esculturas y piezas cerámicas, que ocupan el segundo piso y la planta noble del Palacio de Aguirre. Junto a ellas, se muestra también una instalación compuesta por 64 fotografías. La retrospectiva, que estará abierta hasta el 28 de octubre, está comisariada por Juan García Sandoval, responsable de programación del Muram, y por el escultor Fernando Sáenz de Elorrieta.

En Antología de Dora Catarineu, el Muram guía a los espectadores en un viaje por el mundo artístico de la protagonista, que podría categorizarse como 'informalismo figurativo'. Interesada en el grafiti y la repetición de iconos, en lo gestual y los colores expresionistas, sus trabajos tratan con humor la imagen arquetípica, con toreros y meninas, con temas de actualidad donde los títulos son parte de la obra. Sus esculturas destacan asimismo por sus ampulosas sensualidades y se debaten entre lo trágico y lo alegre.

En este sentido, no faltan en esta muestra obras icónicas de la artista, como su óleo sobre tabla titulado Las mil caras de la hermana mala, basada en hechos reales, y Mi agenda, otro óleo sobre tabla que contiene pintados los números de teléfono de muchos de sus amigos y conocidos y que, durante años, colgado en su casa de Cartagena, le sirvió de listín telefónico, confiesa la artista de la ciudad portuaria, que expuso por vez primera en 1979 en la Real Sociedad de Amigos del País.

«Referente de nuestra cultura»

La exposición fue presentada por el director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca, y la propia artista, de quien Lorca recordó «su amplia y exitosa trayectoria, que ha convertido a Catarineu en uno de los nombres de referencia de nuestra cultura contemporánea; una artista imprescindible que ahora todos tienen la oportunidad de descubrir o de volver a disfrutar en el Muram».

A través de la muestra, «los visitantes conocerán los diferentes procesos de trabajo que ha desarrollado Catarineu a lo largo de tres décadas de trabajo, sus investigaciones y su incesante búsqueda artística». Para todo ello, añadió Lorca, «se han seleccionado algunas de sus obras más importantes de pintura y escultura»; composiciones históricas de los años ochenta -custodiadas por la propia Catarineu-, así como otras obras pertenecientes a colecciones privadas.

Icónica e inclasificable, este colección de Catarineu supone casi un acontecimiento para aquellos que han seguido su trayectoria, y es que la última vez que Catarineu realizó una exposición en solitario y de estas características fue en febrero de 2008 con la muestra Revolver, que pudo visitarse en la galería murciana La Aurora, dirigida por el galerista José Fermín Serrano, quien la llevó a la Nicaf de Tokio, donde estuvo presente con Made for Japan two. Y es que su obra se ha visto, además de en nuestro país, en ciudades como Amberes (Bélgica) o las alemanas Bonn y Kassel, donde destaca su notable su participación en Escena Documenta.