«Sentir el privilegio de que vives otras vidas», eso es para la actriz sevillana Ana Fernández interpretar, algo a lo que dedica su vida y que le permite meterse «cada día en el alma de un personaje»en televisión, cine o teatro porque lo que le interesa, más que el medio, es «la historia y el personaje».

Así lo asegura una actriz que mañana se sube al escenario del Teatro Romea de Murcia para representar un intenso monólogo titulado El lunar de Lady Chatterley.

Se trata de una obra dirigida por Antonio Gil, escrita por Roberto Santiago e inspirada en la novela El amante de Lady Chatterley, de D.H. Lawrence, en la que Fernández se introduce en la piel de Constance Chatterley, una mujer adúltera en la Inglaterra de principios del siglo XX que deberá defenderse ante un tribunal compuesto exclusivamente por hombres.

Para la sevillana, El lunar de Chatterley ha supuesto un auténtico reto: «Sales a escena muy solita y la única forma de estar segura es agarrándote al personaje; estás con ella y con el público, durante una hora u hora y cuarto, basándote únicamente en la palabra». Define a su personaje como «muy inteligente; es una mujer muy rápida, muy irónica, muy valiente, realmente es más inteligente y más rápida de pensamiento que yo, por lo que ha sido un enorme reto meterme dentro de ella».

Además, considera que el alegato de la obra tiene un discurso necesario, que continúa vigente a día de hoy, porque «no deja de tratar sobre un ser humano que lucha por su libertad, así que cualquiera va a poder sentirse identificado con ella». La obra original se escribió en 1928, estuvo prohibida durante 30 años en Inglaterra y luego se vendió como una novela erótica, debido a sus escenas explícitas. «Pero no se prohibió por eso, se prohibió porque el personaje de Constance amenazaba con romper los modelos establecidos en la época y esos modelos no han cambiado tanto, nada más hay que ver cuántas mujeres mueren al año a manos de sus parejas o exparejas», señala.