Siguiendo la pista de unas obras de Navidad que, según los documentos de la época, se cantaban en la Catedral de Murcia en el siglo XVIII, Ignacio López y Miguel Martínez, jóvenes investigadores de la plataforma Early Music Project - que busca incentivar el conocimiento y la difusión de la música antigua en el sureste español-, descubrieron hace unos meses una serie de partituras datadas de finales del siglo XVI y el siglo XVII y que, al parecer, «llevan más de 300 años sin ser cantadas», explicó ayer el director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca.

Según explicaron sus descubridores, las partituras aparecieron en el Archivo Regional encuadernadas junto a unos registros notariales de Caravaca de la Cruz de los años 1583 a 1604. «Como consecuencia de una encuadernación posterior, los protocolos se montaron utilizando las partituras como hojas de cortesía, una protección que se añadía entre las tapas y las páginas de los libros notariales», explicaron fuentes de la Comunidad, que añadieron que esta práctica, común en la época, ha permitido que grandes obras musicales de la Edad Media y el Renacimiento hayan perdurado hasta nuestros días.

Tras el hallazgo, los técnicos del Archivo desencuadernaron el libro para extraer las páginas y, gracias a la colaboración de la Universidad de Murcia, el Conservatorio Superior de Música de Murcia y la Escola Superior de Música de Cataluña, el equipo de Early Music Project pudo constatar el descubrimiento de los guiones de tres obras parcialmente completas.

Se trata de un Dies Irae, secuencia usada en la Misa de Réquiem, un Asperges Me y un Vidi Aquam, antífonas procesionales que se cantaban al comienzo de las misas solemnes. Entre otras cosas, se ha descubierto la autoría de una de las piezas, el Vidi Aquam, publicado por Tomás Luis de Victoria en su segundo libro de misas de 1592 y dedicado a Felipe II. También se encontraron particellas (las partes del tenor y el bajo) de un Salve Regina a cinco voces, atribuido a Fray Antonio de San Pedro; así como diferentes partes musicales de una doxología incompleta y hojas con pruebas de escritura musical.

Cantoría les puso voz

Lorca agradeció a los jóvenes investigadores «su pasión por la cultura y su interés por la recuperación de una parte tan importante de nuestro patrimonio como es la musical», y destacó asimismo «su trabajo para la conservación y puesta en valor de la música antigua acercándola a todo tipo de públicos y desprendiéndola de la etiqueta de música culta o elitista que en ocasiones le acompaña».

Por ello, la comunidad no quiso perder la oportunidad de dar 'voz' a estos textos, y, de la mano del grupo vocal Cantoría -Inés Alonso (soprano), Samuel Tapia (contratenor), Jorge Losana (tenor y dirección) y Valentín Miralles (bajo)-, organizó este miércoles el reestreno de estas piezas, que tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Caravaca de la Cruz. Un concierto en el que también se escuchó una selección de música de Navidad en tiempos de San Juan de la Cruz como Sus, sus, sus de La Trulla (Bartomeu Cárceres) o Riu riu chiu (Cancionero de Uppsala).