Los primeros galardonados de la XXXVII edición del Premio Princesa de Asturias ya descansan en Oviedo a la espera de la ceremonia de este viernes, en la que recibirán de manos del rey Felipe tan valorado reconocimiento.

Los integrantes del grupo cómico Les Luthiers (ganadores en la categoría de Comunicación y Humanidades) fueron los más madrugadores -llegando a lo largo del fin de semana a la capital asturiana-, y ayer tuvieron su primer encuentro con la prensa antes de la gran ceremonia, donde se manifestaron claramente en contra del reto independentista catalán, temática que monopolizó las ruedas de prensa de los diferentes premios. «El separatismo siempre encubre una forma de xenofobia», dijeron, y mostraron su deseo de que el problema que se vive actualmente en España, a la que consideran su segunda patria, «se solucione de la mejor forma posible». Fueron palabras de Carlos López Puccio, a las que inmediatamente se sumaron Marcos Mundstock, Carlos Núñez y Jorge Maronna, los integrantes del grupo argentino que comparecieron ante los medios.

«Lamento el separatismo en todos los sentidos porque encubre siempre una forma de xenofobia. Tú, aquí, no; tú eres distinto; tú no vengas con nosotros. Por eso lamento personalmente la situación actual y espero que se solucione de la mejor forma posible», señaló Puccio tras recordar que no deja de ser la visión de un extranjero, pese a que son también españoles por una «hermosa concesión del Gobierno» y por adopción. De hecho, el cómico resaltó el cariño que desde hace años les une a España y la admiración que siempre han sentido por el proceso democrático del país, la Constitución de 1978 y la construcción del Estado de las autonomías, donde las comunidades se implicaron «en pos de un mismo logro, conservando su lengua y sus tradiciones, lo que es expresión de lo humanamente bueno».

Sus palabras fueron suscritas de inmediato por Mundstock, y a continuación por Núñez, pero éste precisando que hubiese sido incapaz de hacerlo con palabras tan bonitas, y por Maronna, que hizo lo mismo en su condición de italiano, no de español, y a quien, entre las risas de los periodistas que seguían la conferencia de prensa, Puccio recordó que en Italia también hay regiones separatistas.

Aunque no llegaron a pronunciarse sobre si el reto independentista catalán podría ser objeto de humor, sí que finalizaron su comparecencia ante los gráficos formando una semicircunferencia y con las manos unidas en el medio, mientras Mundstock decía a sus compañeros: «Estamos firmando la independencia».

Previamente, aseguró que no cree que los nuevos tiempos o las redes sociales hayan provocado cambios en los límites del humor, ya que, según Mundstock, es el tono en el que se diga lo que puede hacer que algo provoque rechazo o no, al margen de que sea políticamente correcto. «El dolor ajeno, ése creo que es el límite», señaló este humorista que en los años sesenta del pasado siglo empezó a leer, primero a sus amigos, y luego ante el público, la biografía del famoso compositor ficticio Johann Sebastian Mastropiero.

Autores de más de 30 espectáculos desde que en 1967 iniciaron en Buenos Aires su andadura artística de la mano del ya fallecido arquitecto Gerardo Masana, Les Luthiers tienen cuerda para rato, aunque renovada, ya que Carlos Núñez ha anunciado que lo dejará una vez finalice su gira actual por España con su último espectáculo ¡Chist!, una decisión que, según aseguró en Oviedo, «es irrevocable». Y es que, tras cumplir el pasado 4 de septiembre 50 años sobre las tablas, «los contratos siguen lloviendo», y la gente sigue disfrutando de sus espectáculos, por lo que no hay razones para que Les Luthiers no sigan trabajando, afirmó.

Sobre la posibilidad de incorporar mujeres a la formación, dijo que siempre que le hacen esa pregunta le viene la imagen de cuántas veces habrían preguntado al Gordo y el Flaco que por qué no eran tres. «Nunca se nos ocurrió. A los Rolling Stones, tampoco», le puntualizó Puccio, antes de que Mundstock finalizase diciendo que nunca hubo una decisión deliberada y que hubo épocas en las que esporádicamente alguna chica formó parte de sus actuaciones.