Ha sido «de repente». Sin esperarlo y casi sin buscarlo. Después de muchos años alejado de la primera plana del pop internacional, Carlos Vives ha subido en ´bicicleta´ hasta lo más alto. Su hit con Shakira es un fenómeno mundial, acumula cerca de 800 millones de reproducciones en YouTube y se llevó el Grammy Latino a la mejor canción; por no hablar del listado de países en el que ha sido número uno... Asegura que se encuentra «en el mejor momento de su carrera», que en este tiempo que ha pasado en segundo plano ha sido capaz de entender el por qué de ese camino que emprendió hace más de veinte años y que tanto él como su banda han crecido en todos los aspectos desde que saltara a la fama con La gota fría. Así, el de Santa Marta, todo un icono de la música de finales de los noventa en España, vuelve a nuestro país -tras ocho años desde su último concierto en la Península- en el momento idóneo, con más fuerza que nunca y con una gira, La fiesta de todos, que se detendrá en Murcia (Cuartel de Artillería) el próximo 7 de abril.

Tras más de veinte años girando por todo el mundo, ¿cómo afronta esta gira y su regreso a España tras tanto tiempo ausente?

Para nosotros es una gira especial. Algo pasó en nuestras vidas hace 23 años: grabamos una música sin pensar en nada más, sin aspirar a salir de Colombia ni a nada más que ser colombianos. Y, de repente, nos llevaron para España. Quizá fui de los pocos latinos que abarcó todo el territorio, algo que es muy bonito porque por lo general nuestra música ha ido a Canarias, por la relación de nuestros ancestros, a lo mejor a Andalucía, y poco más. Pero aquello se nos acabó como por arte de magia, y nos quedamos tocados. Ahora, veintitantos años después, poder volver a hacerlo es algo muy emocionante y que nos hace muy felices.

Y lo hace con cinco fechas, una de ellas en Murcia. Y después de ocho años...

Esta vez vamos a regresar a Madrid; Barcelona; estaremos como bien dices en Murcia, donde no hemos estado -solo cerquita-; iremos al norte, a La Coruña, Bilbao, lugares que se quedaron en nuestro corazón desde la primera vez. Va a ser maravilloso porque, además, ha pasado mucha agua bajo el puente con respecto a la banda, a cómo tocamos hoy, a la calidad de nuestros conciertos, la parte visual, sonora... Lo hemos enriquecido mucho y hemos aprendido mucho en este tiempo.

Pero esta vez ha llegado con su ´bicicleta´ mucho más lejos: ha sido número uno en mercados como el japonés y el australiano. ¿Se esperaba abrir tanto su mundo?

Lo cierto es que no estaba en los planes. Pensábamos que La bicicleta iba a ser el hit que es, y sabíamos que íbamos a llegar a lugares donde no habíamos llegado hasta ahora porque Shakira abre la puerta a otros mercados, pero no habíamos pensado en llegar tan lejos. España, en cambio, la sentimos un territorio natural, es nuestra lengua, es nuestra gente.

Mientras algunos artistas de su generación -finales de los noventa, principios de siglo- han apostado por una fórmula más comercial, usted siempre se ha mantenido de alguna manera fiel a sus raíces. ¿Es imposible entender la música de Carlos Vives sin su Colombia natal?

Completamente imposible. Porque entre otras vainas Colombia es muy representativa de lo que es Latinoamérica, tal vez por su posición geográfica. Estamos en la cuenca del Caribe, en la cuenca del Pacífico... Santa Marta, la ciudad donde yo nací, fue la primera ciudad fundada en la costa de Sudamérica, en un punto de conexión con Europa y en un cruce de caminos perfecto. Por ello en Colombia somos como siete países en uno, y mi música irremediablemente es eso: expresión de esa diversidad.

Ha vuelto a los primeros puestos de ventas tras algunos años desaparecido. ¿Qué pasó?

Estuvimos ocho años sin ´disquera´, justo cuando estábamos más en la búsqueda de solidificar nuestro sonido. Fuimos a tocar muchas puertas, pero no lográbamos situarnos. Supongo que no entendía en ese momento los cambios en la industria... Nos perdimos. Estuve trabajando en casa, para otros artistas y tocando a nivel local, pero eso nos permitió entender lo que hacíamos y cambiar.

¿Cuál ha sido la clave para, digamos, regresar con tanta fuerza?

En Latinoamérica hemos heredado una cultura horrible que dice que si te quedas aquí pierdes y si te vas triunfas, que el pobre pendejo que se quedaba cantando aquí no iba a tener éxito. Yo nunca tuve esa mentalidad y eso es lo que me ha ayudado a ser feliz con lo que tengo y con lo que decidí hacer, te lo digo desde el corazón. Tener claro que mi triunfo no tiene que ver ni con número de discos ni con irme de Colombia, sino con saber que estoy trabajando algo que heredé de mis ancestros. Esa ha sido mi posición siempre y creo que es lo que me ayuda a mantenerme y me da fuerza.

Y con cifras como nunca antes. ¿Está en el mejor momento de su carrera?

Indiscutiblemente. En todos estos años los músicos nos hemos mantenido juntos, hemos aprendido mucho y hemos logrado entender por qué tomamos este camino y cómo hemos alimentado nuestro pop con nuestras raíces. Hemos crecido mucho y hemos encontrado el apoyo de la compañía. Hemos logrado hacer buenos discos, perdurables, y estamos ahí, a punto de sacar el nuevo -ahorita, a finales de abril o principios de mayo-, que va a ser muy parecido a los primeros álbumes en cuanto a esa búsqueda de la diversidad de la que te hablaba. Sí, creo que es nuestro mejor momento.