Esta vez M-Clan fue a grabar su nuevo disco, Delta -evocador título-, a Nashville con la producción de Brad Jones. En él aparecen músicos americanos de renombre, entre los que destaca Al Perkins (participó en Exile on main street de los Stones). El resultado: un disco superior a muchos otros grabados por M-Clan. Más acústico y sosegado, rebosa rock, country y folk; manifiesta su sensibilidad, su talento melódico. Brillan la clase e intensidad del medio tiempo rockero, la raíz de la música americana (de los Byrds a Crosby, Stills, Nash & Young, Eagles o America) que siempre ha alimentado a Mclan, en un ´ back to roots´ profundizado con esmero y mucho gusto a base de calidad melódica, rítmica y magníficos juegos vocales aderezados con guitarras acústicas. Un disco exquisito, a la altura de cualquier clásico, con un toque elegante y distinguido, perfecto para ser radiado y para escuchar al atardecer mientras conduces tarareando la canción.

Es un disco acústico. En la primera escucha llegué a la conclusión, no sé si definitiva, de que este viene a ser el Sin enchufe de esta nueva etapa; una nueva era.

Carlos Tarque. Es un ´sin enchufe´ en el sentido de que es muy acústico. De 13 temas, 14 en el vinilo, a lo mejor hay un par o tres que tienen guitarras eléctricas. Lo demás está todo hecho con instrumentos acústicos, que era la idea primigenia cuando Ricardo y yo pensamos en este disco; hacer un trabajo acústico y artesanal. En cuanto a si el nuevo ´sin enchufe´ no lo sé, porque ese era en directo y recopilatorio€

¿Sirvió de prólogo a la gira Desarmados que hicisteis antes del disco?

Ricardo Ruipérez. Cuando terminamos el Price, empezamos a componer, y, mentalmente, hablo por mí, como que cerraba una etapa y empezaba otra. Con muchas ganas empezamos a componer, yo por mi parte y Tarque por la suya. Así, pensamos que era el momento de hacer algo nuevo para nosotros, un cambio de repertorio en cierta forma, no radical, pero sí renovarlo todo. Dijimos que queríamos hacer un disco con sonido, músicos y productores diferentes, y la forma de hacerlo era ir a EEUU para grabar, bien Nashville o California. Hablamos, vimos la colección de canciones que teníamos, la compañía no nos puso ningún problema, y pensamos en Brad Jones por su trabajo con Quique González. Y creo que ha sido uno de los grandes aciertos de nuestra carrera.

Desde luego, ha sido un acierto, pero hace años que teníais la idea de hacer un disco acústico.

T. La idea de un disco acústico nos ronda en la cabeza desde hace muchos años, un disco muy minimalista.

Al final, Delta no ha sido todo lo minimalista que en un principio habíamos pensado, porque hay canciones que realmente han necesitado más instrumentación. Yo siempre digo que tampoco es nuevo en M-Clan, porque en todos nuestros discos siempre hay 2 o 3 canciones que tienen que ver con lo que está sonando en Delta. Las palabras que me dijiste, Gracias por los días que vendrán, Sólo el viento, Domingo de Mayo€ Todos nuestros discos, incluso los primeros, tienen temas acústicos que podrían estar en Delta.

No sé si tiene que ver con la canción que habéis titulado Todo lo joven muere hoy. Parece una especie de declaración de principios o así.

T. Yo creo que es el tema más ´inglés´ del disco por así decirlo€ Ya sabes que siempre son nuestras pajas mentales. Luego la gente dice: «¿Inglés? Pero si sois de Murcia». La letra me la inspiró, cuando murió Bowie, el tema que hizo con Mott the Hoople: All the young dudes. Temazo, espectacular. Me dio la sensación de que una era se terminaba. Está claro que con Bowie muere algo joven que él siempre representó.

Apuntabas que este iba a ser un disco al estilo de Led Zeppelin 3, pero llevado al terreno de M-Clan.

T. Si no, desde luego, se me tiran encima. Bueno, Led Zeppelin 3 es el disco de Led Zeppelin en sus principios que decían que era su disco más acústico y más folk, aunque tenía temas muy eléctricos. De alguna manera quería hacer la recreación de que este iba a ser nuestro disco acústico de estudio, y así es.

R. Yo creo que, también, es nuestro disco americano. Suena a homenaje a la música americana, hay textos que hablan de esa influencia nuestra. Además teníamos claro, cuando nos preguntó Brad, el productor, cuál iba a ser el primer tema. Yo dije: «Grupos americanos. El final no lo sé, pero el principio sí». Es un disco muy americano, un homenaje a toda nuestra influencia, pero yo creo que bajo el tinte de canciones muy curradas.

Tiene ese punto de buscar la canción bonita, y creo que lo hemos conseguido. Tengo muchas ganas de que lo oiga el público, porque para mí sí es un disco diferente.

Ya habéis adelantado La esperanza, que marca un poco por dónde va a circular el disco. De alguna manera, supone ver a M-Clan desde otra perspectiva.

R. ¿Tú lo ves desde otra perspectiva?

Sí, es más adulto, más sosegado y, como mucho, más compacto.

T. Yo lo que creo es que terminas el disco y la gente lo tiene que hacer suyo. Sobre todo, creo que las canciones son bonitas; hemos intentado hacer un disco en el que las canciones sobrevivan por sí solas, a pesar de ser un disco un poco conceptual. Hay canciones que se comunican unas con otras en las letras: está Delta y en Tráeme tu amor se habla del Delta también, pero sí que es un disco de canciones chulas; yo lo veo así. Nuestra idea no era hacer un disco de rock potente, sino hacer un disco bonito, presentado en un momento en el que nos apetece hacer esto.

R. Yo creo que canciones como California o Tráeme tu amor realmente son€

T. Delicadas.

R. Sí, yo creo que la gente realmente se va a sorprender.

Hay otra canción que estáis obviando, y me parece que también entra ahí, que es la de Conciertos salvajes, en la que además Brad Jones dice: «¡Mola!».

R. ¡Jaja, sí!

T. ¡Ya te has visto el DVD!

Me contasteis que ibais con las canciones muy resueltas: Incluso el propio Brad Jones comenta que una de las preocupaciones fundamentales era describir cuál era el motor, si estribillos o estrofas, cuál era la idea central de las canciones € ¿En qué quedó todo eso?

R. Tarque y yo hicimos un trabajo bastante bueno y sólido aquí en Murcia, en casa, y ya fuimos con las ideas muy claras en cuanto a la composición. Luego con Brad estuvimos viendo tema por tema lo que él podía aportar; lo que nos gustaba, lo que nos sobraba, qué líneas eran importantes, qué no... pero todo de una forma muy musical, señal de que Brad Jones es un músico muy grande.

Además de Brad Jones, están una serie de músicos americanos. Es la primera vez que grabáis un disco con músicos americanos y, de primer nivel, entre los que destaca Al Perkins.

T. Sí, porque es una leyenda. El pedal steel, que es este instrumento que se toca como una guitarra acostada -también está el lap steel- y se utiliza mucho para el country, pues Al Perkins es como la gran leyenda, uno de los principales músicos de pedal steel y de dobro de los EEUU, sobre todo de los años 60. Ha tocado con los Flying Burrito Brothers, los Byrds, los Rolling Stones y Dolly Parton. Teníamos como dos tandas, dos grupos diferentes de músicos y, el segundo, hizo canciones como Concierto salvaje. Eran músicos que hace unos años eran de la pandilla de Brad Jones; había allí un entendimiento, un colegueo muy bueno que fue muy divertido.

R. Era curioso. Estábamos bromeando en el estudio y entonces: «Venga, a grabar». Entrabas y era como: «¡Pero cómo pueden tocar así!» A la tercera teníamos el tema. No hemos tocado más de cuatro veces cada canción. Decían «vamos a hacer otra» y era como «no, no, ¿para qué?, ¡si ya la tenemos!»

T. El nivel de concentración que tienen y de ir al grano llama la atención.

R. También es su ADN, lo han inventado ellos.

Volviendo a Al Perkins, hay un momento en el DVD Caminos secundarios, donde reconoce que no entiende lo que dicen las canciones, «pero son muy bonitas». ¿Qué dicen las canciones de M-Clan en este nuevo disco?

T. Son ficciones que nos inventamos y, sobre todo, cuando haces una canción intentas que la música y la letra estén conectadas, que lo que te sugiere la letra te lleve a la música también y, a veces, das en el clavo y a veces no. Hay canciones de amor y de desamor, otras que cuentan alguna historia, otras con un tinte un poco más psicodélico€ Como dice Ricardo en el DVD, hay mucha naturaleza. Delta, el propio título, evoca espacios abiertos, naturaleza. No es un disco urbano.

¿Fue fácil dar con el título?

R. Relativamente fácil, porque queríamos algo innovador, que fuera una palabra evocadora que aglutinara un homenaje a la música americana. También cierto punto de cambio. Delta significa en matemáticas ´cambio´.

T.Todos los significados de la palabra ´delta´ evocan algo interesante. Los deltas de los ríos son misteriosos, el delta del Missisipi€ También evoca espacio ´ala delta´. Yo creo que es un símbolo bonito. La canción del disco que se llama Delta habla de una historia de amor imposible con un trasfondo de naturaleza. A veces explicar los discos es complicado; hay que intentar que la gente los interprete.

R. La canción Delta la hicimos antes de titular así el disco. Estuvimos barajando títulos y ese fue uno de ellos.

¿Habéis dado algún tipo de salto a lo desconocido, había que dar un paso decisivo en esta ocasión?

R. El salto mayor ha sido ir a grabar a Nashville con músicos de allí, que nunca lo habíamos hecho, y también el plantear un disco solamente Tarque y yo. Ese el cambio más grande que ha habido y significativo, porque siempre hemos estado los dos tomando las decisiones, pero con Carlos Raya€ Siempre con más gente.

Aquí nos quedamos los dos y vimos que éramos capaces y, sobre todo, teníamos la ilusión y las ganas de hacerlo.

Teníais esa idea acústica del disco, pero no sé si la ha reforzado también Brad Jones, porque en otro momento comenta que la voz y la guitarra son tan fuertes y tienen tanta energía que no era necesaria una batería fuerte.

R. Es que esto es muy subjetivo, pero muy delicado, y alguien que toca lo entiende. Nosotros no necesitamos una batería que nos subamos encima de ella, sino que la batería tiene que acompañar, sobre todo con estas canciones. Y eso, ellos lo hacen muy bien. Tocan todos escuchándose y eso, que parece una obviedad, es muy difícil. Cuando tú coges las escuchas de cada músico de una banda, podrías alucinar. «¡Si este tipo sólo se escucha él!».

Como un equipo, vienes a decir.

R. Sí. Yo por ejemplo escucho todo. La dinámica de la canción se logra así. Entonces Tarque es un cantante que -yo siempre se lo digo al resto de músicos- él es el que manda, aparte de escénicamente, en la dinámica de la canción. Él empuja. Su forma de cantar es rítmica de empujar, entonces la base tiene que ir un poquito con él. Eso un músico, un batería bueno, lo ve.

T. A mí es que empujar siempre me ha encantado€ (Risas).

R. Es una cosa que un músico bueno te la cala al principio. Al primer tema dice «ya sé cómo va».

T. Es lo que decimos, que están muy acostumbrados a tocar con muchos músicos. Ven las características de cada uno rápidamente. Nosotros no tenemos esa experiencia.

Supongo que también tuvisteis tiempo para el ocio- no sé si visitasteis el museo de Johnny Cash, pero sí que fuisteis a la tienda de Third Man Records de Jack White, y grabasteis Whisky on the Rocks en una de esas cabinas que tiene. Eso había que hacerlo, ¿no? Aunque fuera en plan turístico.

R. Sí. Nashville es una ciudad muy pequeña. Nosotros íbamos en nuestro Ford Mondeo por la ciudad; yo ya me la controlaba muy bien, y en Third Man pagas no sé si eran 20 dólares y te haces un vinilo antiguo en una cabina. Es todo con mucho sabor.

Con Alejo Stivel acometisteis un cambio en su momento para llegar a más gente. ¿Era también la idea al elegir a Brad Jones y querer ir a Nashville?

R. No, nunca nos hemos planteado € La verdad es que estamos bastante bien con la gente que tenemos. Este ´cambio´ no ha sido para ganar gente. Ha sido un cambio vital y, sobre todo, artístico y profesional, porque queríamos hacer cosas diferentes, con músicos diferentes.

T. De todas maneras, parece como que llegar a más gente es algo negativo. Ojalá llegásemos a millones de personas, pero el motor no es «vamos a hacer esto para que nos conozca más gente». No. Vamos a hacer esto porque creemos que va a sonar bien. Y es lo que nos apetece, como dice Ricardo.

En conversaciones privadas hemos comentado, al menos con Carlos, «a ver cómo lo reciben ahora». Eso os ha ocurrido con varios discos. Todavía está por ver, pero, en todo caso, yéndonos al paso anterior, ¿recibisteis muchas heridas durante la gira Desarmados?

T. Heridas, no, ninguna.

R. Fue una gira completamente exitosa. Todos los sitios estaban llenos, no había entradas. A la gente le encanta ver de cerca cómo hemos elaborado esas canciones, cómo hemos nacido y, la verdad, es que fue una sorpresa para nosotros. Lo pasamos genial en todos los sitios y, desde luego, es un formato a tener en cuenta, que siempre lo tendremos ahí para cuando nos apetezca hacer 10 o 12 bolos solos, y nos vamos con Azúcar Moreno, que son nuestras novias (risas).