Porque «soñar es gratis y mucho mejor que disfrutar de los sueños de los demás», el artista Tomy Ceballos sólo dio un consejo el pasado viernes a los jóvenes autores que se acercaron a su conferencia en los Encuentros Fotográficos de Gijón: «Vive tus propios sueños».

Ceballos (Caravaca de la Cruz, 1959) fue invitado a la novena edición de estos encuentros junto a otros destacados profesionales, como Alberto García Alix, Tino Soriano, Muel de Dios y Alejandro Castellote, con el objetivo «de generar una cultura fotográfica», como explican en la organización.

Y el artista murciano, como se puede comprobar en los numerosos blogs que se hicieron eco de las jornadas, sorprendió tanto al hablar sobre su forma de trabajar con la cámara oscura como por la pasión que mostró al hablar de su trayectoria. Su «explosiva creatividad», el «derroche de pasión que plasma en su obra» o cómo «experimenta la magia de la fotografía» fueron algunas de las frases con las que relataron su conferencia, titulada El molde de la ausencia -haciendo referencia a las huellas tan presentes en su obra-. «Cuando hablas de lo que tú haces al final se te nota que es lo que te gusta, que es tu pasión», dice el artista. Un entusiasmo que no le roban las dificultades con las que se ha encontrado a lo largo de sus 35 años de trayectoria profesional. «Pasé de trabajar en un laboratorio al salón y ahora mi cámara oscura es la propia noche», explica a esta redacción, al igual que relató en Asturias cómo su nueva inspiración es el mar, en el que este artista autodidacta ha encontrado un nuevo mundo en el que investigar.

«Realmente es una época mala para crear, sobre todo en mi caso, que al trabajar con fotogramas necesito metros de papel, pero también para exponer, porque enmarcar fotografías de gran formato -2 metros por 2 metros- es muy caro y soy consciente». Pero no por ello Ceballos tira la toalla, ya que reconoce que siempre ha encontrado apoyos y ayudas, gracias a las cuales pudo participar en el proyecto Cazadores de sombras en Latinoamérica e impartir conferencias por todo el mundo. «En Murcia no trabajo -matiza-, pero sí fuera de la Región y en el extranjero, porque quien tiene cultura fotográfica me sigue llamando y sabe que hay algo más allá de la cámara digital». Pero no quiere exponer en Murcia si eso supone tener que «calentar la oreja a alguien», como lamenta que hagan otros artistas. «Hace ya muchos años que yo dije que no me siento representado por los políticos, y ahora el ´no nos representan´ es un lema del 15M; no me representa alguien a quien le importa poco el artista o sólo le importa si está de moda», dice el fotógrafo, escultor y pintor murciano. Ceballos considera que no será ahora cuando deje de decir lo que piensa - «si veo una injusticia, no me puedo callar», afirma-, aunque reconoce que tanto la paternidad -tiene una hija pequeña- como los años le han calmado.

«Tengo 53 años y artísticamente me veo más maduro, más sereno y más crítico con mi obra; de joven no me daba cuenta y pensaba que todo era válido, pero al madurar veo las cosas más en serio y, aunque sigo siendo la misma persona, soy más exigente con mi trabajo», reflexiona el autor. Además de sus fotografías nocturnas, el artista caravaqueño está últimamente realizando también trabajos digitales, investigando con las técnicas en 3 D y hasta creando robots para niños... porque no está dispuesto a dejar de crear. «Estoy harto de los artistas que copian y sólo disfrutan de los sueños de los demás; nuestra obligación es crear nuestros propios sueños, crear a partir de nuestros propios principios», dice contundente. Porque, concluye Ceballos, «lo que define a un artista es ser original», como ha demostrado una vez más con su conferencia en Gijón.