Benjamín Amo dice en su biografía que nació «sin prisa, con sosiego, en Murcia en 1980». Asegura que siempre le gustó la lectura y que en su mesita de noche no tiene «una Biblia, sino Los Ensayos, de Michel de Montaigne».

Su último libro, Hombre en la Luna, «lleva por título una expresión italiana que significa que alguien no se entera de nada, que está en la Luna. Se trata de una metáfora para resaltar lo ignorantes que somos ante la realidad que nos rodea», asegura el escritor murciano. La novela relata la historia de un personaje, él mismo, que viaja a Amsterdam y conoce a un misterioso hombre llamado Contini. Este, a través de una serie de encuentros, le facilitará una información que, con el paso del tiempo, se torna en una angustiosa realidad, la que hoy vivimos.

Un complicado puzzle de acontecimientos que nos llevan desde el atentado del 11-S hasta las revoluciones árabes, al terremoto-tsunami y posterior desastre nuclear de Japón. Todo ello, con afirmaciones y documentos tan interesantes como los que prueban que «el abuelo de George W. Bush cofinanció parte del partido político de Hitler», asegura el escritor.

Amo afirma que, en su libro, hay partes iguales de ficción y de realidad, «pero quizá predomine más esta última». «El libro está tejido con una historia difícil de creer, pero yo soy de los que piensan que primero hay que creer y, después, ver», confiesa el novelista. Y para creer, propone a los lectortes una serie de hipótesis sobre lo que ocurrió aquel trágico martes negro: «La única certeza que hay del 11-S es que lo que pasó aquel día no es lo que creemos que realmente ocurrió. Hay informaciones oficiales que apuntan a que el avión que supuestamente se estrelló en el Pentágono nunca existió. Jamás se encontraron las cajas negras ni el fuselaje. En cuanto al derrumbamiento de las Torres Gemelas, es muy sospechoso que una semana antes del atentando asumiera la seguridad del complejo una empresa que dirigía el hermano pequeño de George W. Bush». La razón por la que EE UU planificó el 11-S se ve, según Amo, «en los últimos años de la historia». El escritor asegura que «cuando los soviéticos quisieron invadir en 1979 Afganistán, EE UU decidió ayudar a los talibanes y les armó. También encargaron a un agente de la CIA, llamado Bin Laden, que hiciera una base de datos, llamada Al Qaeda, con los nombres de los muyahidines que iban a colaborar en esa particular cruzada». Existe en la historia militar una táctica, llamada bandera falsa, que consiste en hacer un atentado en nombre de otro país. «Es una táctica reconocida y, a lo mejor, dentro de unos años, EE UU reconoce que la utilizó en el 11-S», afirma categóricamente Amo.

A partir del 11-S, se inicia, según el novelista, «todo un calendario que nos lleva hasta acontecimientos tan recientes como la guerra en Libia, todo lo que está ocurriendo en el mundo árabe y hasta los terremotos de Japón». Según Amo, «existe una tecnología que es capaz de alterar la ionosfera que se llama High Frequency Advanced Auroral Research Project (HAARP), desarrollada por EE UU y que puede provocar terremotos. Es un proyecto que tanto la ONU como la Unión Europea y el Organismo de la Cruz Roja han pedido que deje de utilizarse».

El escritor asegura que «mientras escribía el libro y estaba pasando todo lo del 15-M, pensaba que era muy curioso, porque siempre he dicho que este libro es una especie de literatura en 3D, pues muchas cosas de las que están plasmadas en él ya han pasado, están pasando y pasarán».

«El libro es una llamada al sexto sentido y una advertencia de que todo nos conduce a un acontecimiento único que está por venir en los próximos meses o años», concluye el autor.