La novillera murciana Conchi Ríos, cogida ayer de gravedad en el muslo derecho por su primer novillo en el festejo celebrado en la localidad francesa de Rieumes, ha dicho hoy a EFE que "sabía que me podía coger en cualquier momento, pero tenía que dar la cara en mi presentación en Francia".

La novillera murciana ha abandonado a media tarde el hospital de Toulouse donde se encontraba ingresada y ha emprendido viaje de regreso a Murcia en su propia furgoneta para, a su llegada, ser ingresada en un clínica en la que será atendida por el cirujano jefe de la plaza de toros de la Condomina, Ricardo Robles.

Conchi Ríos ha añadido que el novillo "metía bien la cabeza, pero a mitad del muletazo se venía hacia el cuerpo, por lo que sabía que en cualquier momento me podía arrollar".

"Era mi primera actuación en Francia y tenía que lanzar la moneda al aire, con la desgracia de que en esta ocasión me salió cruz, pero son gajes del oficio", ha comentado la novillera.

Ha dicho también que la cornada, con dos trayectorias, ha sido dura y tiene muchas molestias, pero ha preferido pedir el alta y volver a Murcia "porque me da tranquilidad y esto emocionalmente es muy importante para mí".

Testigos de la cornada fueron su director artístico, el matador de toros Antonio Mondejar, y sus abuelos y su madre que la acompañan en todas sus actuaciones.