Alejandro Martínez Azorín y Rubén Alonso Almagro, dos jóvenes estudiantes de danza de Murcia, han sido los dos únicos españoles seleccionados para participar en el Premio de Lausanne, un prestigioso concurso internacional en el que compiten jóvenes de entre 15 y 18 años para optar a becas de estudios en las más importantes compañías de danza del mundo.

José Antonio Robles, profesor de ambos bailarines, asegura que el hecho de que sus dos alumnos hayan sido seleccionados para este 'campeonato de danza' a través de un vídeo en el que demostraban su talento, es tan solo la consecuencia final de «un trabajo que se ve recompensado».

El día 1 de febrero comenzarán en la ciudad suiza de Lausanne las pruebas eliminatorias, con las que el jurado valorará el nivel técnico, la coordinación y la capacidad de corregir errores que tienen los participantes, ya que asistirán a numerosas clases con profesores de reconocido prestigio. También tendrán que realizar dos variaciones de danza clásica y contemporánea. El 6 de febrero se decide qué alumnos reciben las becas.

Para Rubén Alonso, alumno del Conservatorio Profesional de Danza de Murcia desde los ocho años, los nervios van aumentando conforme se acerca la fecha del concurso. «Participa gente con mucho nivel, pero confiamos en nuestro trabajo y en el esfuerzo que hemos hecho», dice este joven bailarín que, al igual que su compañero, tiene 16 años. Su intención, como ha manifestado en la inscripción de las pruebas, es conseguir una beca para las escuelas de la American Ballet, de la Royal Danish Ballet o del San Francisco Ballet.

Y es que este premio, como recuerda Robles, «supone abrir las puertas de las más prestigiosas compañías del mundo a los jóvenes talentos». De hecho, el recién elegido director de la Compañía Nacional de Danza, el cartagenero José Carlos Martínez, ganó el galardón en 1987 e ingresó en la Ópera de París.

Pero, como asegura Alejandro Martínez, el hecho de participar en este concurso junto a otros jóvenes «es ya un honor, porque es el más importante para estudiantes de ballet y, al ser seleccionados, ya se demuestra el trabajo que hemos hecho». Este joven, que estudia en la academia de Robles, es consciente de que en Lausanne podrá demostrar su talento y, sobre todo, «tener una oportunidad de futuro, porque desde Murcia todo es más difícil».

Estos días están siendo más intensos en su preparación para superar unos nervios que saben que se irán con ilusión y, sobre todo, con el orgullo de viajar a la que será por unos días la capital de la danza más prometedora.