Al menos 44 periodistas perdieron la vida el año pasado en todo el mundo por motivos relacionados con el ejercicio de su profesión, informó este martes el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que señaló a Pakistán como el país más peligroso para la prensa.

Según sus datos, ocho informadores perdieron la vida en el convulso país asiático en 2010, mientras que en Irak se registraron cinco muertes y en Honduras y México, tres en cada uno.

La organización neoyorquina indicó en un comunicado que el número de muertes registradas el año pasado en todo el mundo es considerablemente menor a la de 2009, cuando el asesinato de 33 periodistas en Filipinas disparó el número de muertes a 72.

Además, resaltó que hay otros 31 profesionales de la comunicación que fallecieron en 2010 en circunstancias que aún no han sido aclaradas, por lo que de momento no se han incluido en este cómputo.

Al igual que en años anteriores, la mayoría de los periodistas muertos en todo el mundo fueron víctimas de asesinato, aunque un 40% perdieron la vida a causa del fuego cruzado durante la cobertura de un conflicto o de protestas callejeras, una proporción mayor de la habitual, según destacó la CPJ.

Un 48% de los profesionales fallecidos el año pasado estaban dedicados a seguir asuntos políticos, mientras que el 32% se encargaba de cuestiones culturales y otro 30% de temas relacionados con la corrupción.

El Comité ya denunció el mes pasado que el número de periodistas en prisión en todo el mundo es el más elevado de los últimos 14 años, ya que en ese momento un total de 145 profesionales se encontraban encarcelados.

Según la organización, no se registraba una cifra tan alta desde 1996, cuando se contaron 185 periodistas entre rejas, debido en gran parte a la represión de periodistas kurdos por parte de Turquía.

Irán y China, ambos con 34 periodistas presos, son "los peores carceleros" de la prensa en la actualidad, según el CPJ, ya que juntos suman casi la mitad del total.