Tres años de investigación han dado su fruto. El catedrático de Flamenco en el Conservatorio de Murcia y escritor, Guillermo Castro Buendía publica 'Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio', un libro en el que realiza un recorrido desde los primeros estilos de cante flamenco en el siglo XIX hasta la actualidad. Todo ello, de la mano de Silverio Franconetti, uno de los primeros cantaores que creó escuela.

Desde niño escuchó el flamenco en su casa. Su abuela, de ascendencia malagueña, dominaba el fandango. Quizá, la familiaridad con la que oía el flamenco hizo que Guillermo Castro Buendía se interesara por la guitarra flamenca. Hoy es catedrático de esta disciplina en el Conservatorio Superior de Música de Murcia, está realizando una tesis doctoral sobre la misma en la Universidad de Murcia y acaba de publicar 'Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio', un recorrido musical por la trayectoria de este cantaor y una investigación a nivel musical del flamenco. Se sabe mucho de anécdotas de cantaores, de sus biografías o de sus letras, pero ¿su libro vendría a ocupar el vacío en cuanto a información musical? ¿podría definirse como una enciclopedia del flamenco?

Más que una enciclopedia, se trata de un recorrido por el análisis musical del flamenco. Siendo un arte musical, aparte del baile, antes no había musicólogos y no había investigación a nivel musical. El flamenco ha sido un arte muy denostado y muy criticado, vinculado a gente poco culta y surgido en cafés cantantes y tabernas, pero esto no quiere decir que esos artistas no tuvieran formación. Ellos oían y repetían, su formación era oral.

Habla de formación. Sin embargo, hay quien piensa que el flamenco sale de dentro.

Nadie nace sabiendo. La gente puede tener arte, pero debe haber una formación. Eso de que el flamenco sale de dentro es un tópico. Es como decir que un negro sabe jazz por ser negro. Hoy en día se aprende flamenco en Japón y en Europa, sin necesidad de ser español.

Entonces, ¿el flamenco va más allá de Andalucía?

Andalucía es la protagonista, porque el flamenco surgió allí, pero no ha sido exclusivamente donde se ha dado. En Murcia, por ejemplo, desde mediados del siglo XIX ya se escuchaba. Lo mismo ocurre con Barcelona o Madrid.

Hablando de Murcia, el Cante de las Minas celebra su 50 aniversario y se ha celebrado el primer Congreso Internacional de Flamenco. ¿La Región se ha convertido en un referente?

Siempre ha sido un referente. Quizá, desde el primer Festival de las Minas se ha revalorizado más. Hay que tener en cuenta que con la decadencia de la minería, fueron muchos los que abandonaron la Región y luego en la Guerra Civil hubo mucha censura y represión hacia el flamenco. Pero Murcia siempre ha estado ahí.

¿Qué va a encontrar el lector en su nuevo libro?

Quien no sepa de flamenco va a tener una visión de lo que fue en el siglo XIX y su evolución hasta hoy. Por otro lado, quien sí conozca esta disciplina, podrá descubrir cosas a nivel musical.

El pintor Manolo Belzunce colabora en este libro.

Así es. Nos une una amistad y hablando del libro me propuso el tema de las ilustraciones y el resultado me ha encantado.