Multitudinaria despedida recibió ayer en el cementerio del Santísimo Cristo del Consuelo de Cieza Manuel Avellaneda Lucas, maestro de miles de ciezanos, que el pasado lunes falleció a los 95 años de edad. Don Manuel, que así le conocían todos en Cieza, nació el 23 de octubre de 1914 y de muy joven comenzó su carrera profesional en la enseñanza. Fue fundador y maestro durante 14 años del antiguo colegio Isabel la Católica, una ocupación que compatibilizó con el cargo de alcalde de la localidad entre los años 1940 y 1943.

El destino le llevó después al colegio del Santo Cristo del Consuelo, donde dio clase a varias generaciones de alumnos durante más de 25 años. Al mismo tiempo, Avellaneda fundó la academia particular 'Santo Cristo', donde ofreció sus enseñanzas a otro buen número de ciezanos. Fueron miles los vecinos a los que dejó una imborrable huella que implantó en uno de sus cuatro hijos, Daniel Avellaneda, otro "maestro de maestros", como lo define su amigo Pascual Vázquez, que, sin embargo, la muerte le arrebató hace poco más de año y medio.

Hace sólo unas semanas, el también ciezano Fernando Galindo, incluyó a Manuel Avellaneda en su libro fotográfico '50 ciezanos de mi tiempo'. Ahí, y en un artículo firmado por el catedrático y articulista local Bartolomé Marcos, se dice lo siguiente de él: "Ni siquiera ante una cámara se resiste a preguntar: No es él, Manuel, el preguntado o requerido por la cámara. Es siempre Manuel que interpela. Indesmayable, indeformable, renuente al paso del tiempo, inmunizado contra la oxidación, este maestro de escuela de siempre y para siempre, mantiene firmes sus convicciones y enhiesto y presto el bastión altivo contra la estupidez. Nos mira inquisitivamente desde la cercanía del primer plano, al tiempo que un rictus irónico se dibuja en su boca: "¡Chito!", ¿y tú quien eres?, parece decirnos. Sus ojos, en los que brillan la inteligencia y la guasa fina, se ríen también".