Dice Enrique Nieto que su obra es la grafía de su interior. Por esta razón, los espectadores que visiten a partir de esta tarde la exposición de la galería Chys de Murcia, que reúne más de veinte óleos y acuarelas del pintor cartagenero, encontrarán esa "brillantez" que ahora siente. "Ahora tengo la escritura y la pintura, mis condiciones familiares están bien y me encuentro con fuerza, tengo buenos amigos y la gente es amable con lo que hago. Quizás -medita- eso se refleje en la brillantez de mi obra".

La serie de cuadros que muestra Enrique Nieto (Cartagena, 1943) en Murcia la comenzó tras exponer durante un mes en Madrid 'El paisaje revisitado', que ya habían visto los espectadores de Murcia y Cartagena. "La respuesta de los que la visitaron fue muy buena y llegué muy animado para empezar enseguida a pintar. De hecho, esta exposición debería llamarse 'Después de Madrid'".

Y este autor, colaborador de LA OPINIÓN, regresó a sus paisajes del Mar Menor y descubrió también el interior de la Región de Murcia. Por eso, entre sus lienzos hay en esta ocasión nuevos tonos, alejados de sus conocidos grises, azules y dorados. En sus óleos y acuarelas aparece el verde que reconocerán enseguida los que hayan visitado El Cagigal -entre Mula y Cieza-, y otras zonas del interior y Noroeste de Murcia, donde Nieto ha encontrado "un lenguaje de montaña, siembra, flores" y, sobre todo, el color, la luz y la textura que siempre va buscando el artista. Porque Nieto vuelve a pintar esos lugares de memoria, a partir de sus propias impresiones y los 'reinventa', a pesar de que esa luz y ese color sean más tarde reconocidos por el público de sus exposiciones.

Tampoco van a echar de menos los que visiten la muestra de Chys los rincones del Mar Menor -por algo le definen como un 'pintor Mediterráneo'-. "Delante del mar me crezco, he pintado centenares de cuadros del Mar Menor y dudo que haya dos parecidos, porque la riqueza cromática es tan tremenda que se puede plasmar en todas las gamas, un amanecer, un viento, la arena... cambian la perspectiva de cada obra". Lo que no encontrarán, al menos de momento, serán figuras en sus cuadros: "Me lo paso tan bien pintando el paisaje, la gente lo disfruta tanto, que me cuesta pensar en la figura humana y no tengo por qué obligarme", reconoce.

Por esa gratitud de los espectadores ante la obra de Enrique Nieto, el autor les devuelve el mismo entusiasmo en cada lienzo y cada papel, porque, como dice el autor, "el ser humano aislado no es nada, creo en el artista metido en el mundo en el que vive, y viviendo los problemas de la sociedad hasta mancharse".