Diferentes estudios científicos sobre la infidelidad han demostrado también que ésta es diferentes según las especies animales. Se sabe así, por ejemplo, que sólo el 3% de los mamíferos son monógamos, como los ratones de la pradera, las orcas o el hombre, mientras que la gran mayoría son promiscuos.

Sobre este tema, la neurobióloga Mara Dierssen recuerda que un experimento llevado a cabo en ratones de montaña, caracterizados por su gran promiscuidad, ha permitido comprobar que la monogamia animal es genética y que una simple manipulación de los genes de estos animales puede hacer que los machos sean fieles a su pareja. El experimento, por el momento, no se ha efectuado en personas, aunque ha despertado un gran interés por el alcance que puede tener en las relaciones humanas, teniendo en cuenta que más del 15% de los españoles afirma haber sido infiel alguna vez en su vida.