Según la discográfica Emi, el séptimo disco de la banda llegará a las tiendas el martes, día 25, y contará con el mismo "estilo enérgico, divertido y alegre de la banda".

Con once canciones, el álbum ha sido grabado en la ciudad natal del grupo, Athens (Georgia) y producido por el británico Steve Osborne, quien ha trabajado con New Order, Happy Mondays o Doves, entre otros.

Aunque hace dieciséis años que los B-52's no publicaban un nuevo álbum de estudio, la banda, que a lo largo de sus 31 años de trayectoria ha publicado singles como "Rock Lobster" o "Love Shack" y álbumes como "The B-52's" (1979), "Cosmic Thing" (1989) o su último trabajo, "Good Stuff" (1992), no ha dejado de dar conciertos en todo este tiempo.

El guitarrista del grupo, Keith Strickland, asegura que el grupo ha intentado en varias ocasiones volver a grabar juntos, pero, según publica hoy el diario estadounidense Daily News, "no parecía que tuviéramos una dirección clara de lo que queríamos hacer. No teníamos muchas ideas. Simplemente, faltaba la energía".

Sin embargo, en 2003 Fred Schneider dio fuerza a la idea de lanzar por fin un nuevo disco de quienes en su día pusieron música a película de "Los Picapiedra", con su ya mítico "Meet the Flintstones".

"Un día por fin me vino a la cabeza un sonido particular", explica el guitarrista de la banda, quien asegura que se trata de "una versión enriquecida" de lo que los seguidores de B-52's ya conocen.

El nuevo disco, cargado de nuevos sonidos electrónicos, incluye canciones como "Pump", "Hot Corner", "Ultraviolet", "Eyes Wide Open", "Love in the Year 3000" o "Keep this Party going".

En "Funplex", el primer trabajo nuevo del cuarteto desde que en 1992 sacara "Good Stuff", el guitarrista ha tratado de "impregnar los sonidos característicos de B-52's con guitarras metálicas y ritmos de baile electrónicos".