En declaraciones a Europa Press, Emilio, que aguardaba una de las colas junto a sus hijos para sacar sus entradas, explicó que había visitado varias veces el Prado, aunque señaló que en esta ocasión le acompañaba toda la familia ya que su hija, que estudia Restauración de pintura antigua, había prometido explicarles algunas de las técnicas que más presencia tienen en este centro.

"Nos gusta todo: Velázquez, Goya, todos los cuadros clásicos que hay aquí", afirmó al mismo tiempo que lamentaba el frío que estaban pasando a la entrada del centro.

Por su parte, María Antonia, una malagueña que está de vacaciones turísticas en la capital junto a su hija, sostuvo que había elegido estas fechas para conocer la ciudad porque le apetecía "mucho", y reconoció que lo que más ganas tenía de visitar era "la sala de Murillo".

Asimismo, dijo que le fascinaba "visitar las distintas salas" que hay en el museo, a pesar del frío y del tiempo "de bikini y bañador" que había dejado en su Málaga natal.

Ya en la fila en dirección a la parte más solicitada del Museo del Prado, la ampliación del mismo, bromeaban José Ramón, su esposa y unos amigos, que procedentes de Valencia habían aprovechado los días de fiesta para viajar a Madrid y conocer los museos y monumentos más importantes de la capital.

No obstante, lamentó el "buen tiempo" que habían dejado en Gandia, la localidad donde viven, aunque admitió que a pesar de que en Madrid hiciera "bastante más frío", la visita estaba mereciendo la pena.

Finalmente, afirmó que tenían curiosidad por ver las obras que albergaba la ampliación, ya que le habían hablado "mucho y muy bien" de ella. "Vamos a ver qué nos ofrece el Prado, aunque veo que hay mucha gente que ha pensado lo mismo que nosotros", subrayó mientras avanzaba en la cola que le llevaría hasta los tesoros de la pintura española del siglo XIX que se dan cita en este espacio.