El desfile fue el acto central de la programación que cada año organiza el propio ayuntamiento para conmemorar el día de Irlanda, a semejanza del multitudinario que cada año promueve la comunidad irlandesa en Nueva York con el ya clásico desfile por la Quinta Avenida, y que en el caso de Londres inició su recorrido en Hyde Park Corner para concluir en la céntrica Whitehall Place, tras su paso por símbolos de la ciudad como Picadilly Circus.

Además, espacios emblemáticos como Trafalgar Square como centro de referencia, Leicester Square o Covent Garden, con un mercado gastronómico, acogieron un festival que paulatinamente se está convirtiendo en uno de los más animados que cada año tiene lugar a las orillas del Támesis y que en esta ocasión adelantó un día la efeméride del 17 de marzo del santo patrón que llevó el catolicismo a Irlanda para aprovechar la festividad del domingo.

De esta forma, los numerosos turistas que especialmente los fines de semana se concentran en estas áreas se mezclaron hoy con los londinenses y con la comunidad irlandesa en una fiesta en la que la tradición de la isla vecina atrae a miles de personas que tienen la oportunidad de conocer la cultura, la música, la artesanía, la comida y, por supuesto, la distintiva cerveza de Irlanda.

Así, la estatua del almirante Nelson de Trafalgar Square presidió un espectáculo de baile y música en el que mostraron desde las más antiguas expresiones artísticas hasta las nuevas tendencias procedentes de Dublín, mientras las áreas circundantes se vieron inundadas con el color verde de la comunidad irlandesa de Londres, una de las más numerosas con las que el país cuenta fuera de sus fronteras.

NUTRIDA REPRESENTACIÓN

En este sentido, este año el desfile llegó a contar con la representación de 33 condados, los 32 irlandeses y el contingente londinense, en los que pudo participar todo aquel que se hubiese dado de alta para tomar parte con los colores de cada uno de los que integró el recorrido tras las respectivas banderas que presidieron una marcha marcada por la reivindicación del orgullo de Irlanda.

Para ello, un número de bandas procedentes de Irlanda y de todo el Reino Unido superior al de la última edición se encargaron de que el espectáculo no faltara a lo largo del todo el recorrido, en el que también desfilaron grupos de teatro de calle y organizaciones como clubs deportivos o centros escolares que dieron cuenta del saber hacer de las generaciones más jóvenes de origen irlandés.

Por otra parte, la pasada noche el alcalde de Londres, Ken Livingstone, ofreció en el hotel Dorchester la ya habitual cena anual con motivo de San Patricio, en la que la comida y la bebida irlandesas constituyeron los ingredientes principales de una cita en la que también tuvo lugar una representación musical con lo mejor de la tradición de Irlanda.